La cobertura de la Noche nos ayudó a alejarnos lo suficiente como para ya no sospechar que alguien nos pudiera estar siguiendo.
Habíamos llegado a los territorios del Gobernador del Fuego.
Pero no se sentía para nada seguro, ahora mismo al parecer el clan Hagoromo estaba en disputa con el Clan Senju.
No tardaron en aceptar el contrato de la ciudad enemiga del Gobernador del Fuego para luchar contra ellos.
Sabía poco sobre el clan Hagoromo, pero fueron muy poderosos, y terminaron todos muertos para el final del periodo de los Estados combatientes.
Por ahora no convenía meterme en un enfrentamiento con ellos, si es que no había ganancia alguna.
Poco después de entrar a este territorio fuimos interceptados, Ohara percibió la presencia de diez ninjas.
Estábamos alerta, esperando algún movimiento.
Hasta que se levantó un muro adelante nuestro.
Aki: "Deténgase"
Si tuvieran intenciones asesinas no mandarían un simple Jutsu de muro de piedra.
Ninja: De dónde vienen, no reconozco el símbolo de tu clan forastero.
Parecía tranquilo, pero su mano es su cintura me decía que estaba preparado para atacar.
Aki: Soy Kurokawa Aki, y probablemente sepan poco o nada de mi clan.
Ninja: " Entonces están perdidos o que los trae hasta aquí".
Aki: " Vine como un enviado de Ikiri para tomar contacto con el Gobernador del Fuego".
Ninja:" Es extraño mandar una misión diplomática compuesta por ninjas".
La verdad sea que no le faltaba razón.
Aki: "Ikiri esta a un día de distancia, es más sencillo que venga un equipo ninja en ese tiempo, que un grupo de diplomáticos en tres o cuatro días".
Su mirada se centró en mí durante varios segundo.
Ninja: "me llamó Senju Hiroshi, te escoltaremos hasta la ciudad, no intentes nada extraño".
Durante este tiempo en este mundo desarrollé mis habilidades de percepción y podía sentir que la cantidad de Chakra de este tipo era fácilmente de nivel cuasi Kage.
No era conveniente generar un enfrentamiento.
Aki: "Un gusto conocerlo Senju Hiroshi".
Por ahora mostrarme desarmado era lo mejor.
Empezamos a avanzar rápidamente hacia la ciudad, rodeados por diez ninjas en todo momento.
A simple vista después de analizarlos, puede concluir que todos los que acompañaban a Hiroshi eran Jounin, sus reservas de Chakra estaban bastante desarrolladas.
Esta era el poder que tenían los Senju, unos cuerpos muy fuertes y reservas de Chakras sobre lo normal, era la mejor idea no enemistarse con ellos.
Lo que salió a la luz rápidamente con solo verlos es la cantidad de rasgos que presentaban, no eran como los miembros del Clan Kurokawa, todos con el cabello blanco al igual que la piel.
Más bien ellos presentaba rasgo físicos muy variados, desde los colores de ojos, a su cabello y color de piel.
Debe de ser en parte por la política de Asura Ōtsutsuki de unir la mayor cantidad de gente posible, durante ese tiempo debió mezclarse la sangre de los Senju con gente de diferentes características.
No tenían entonces una idea de clan muy clara al parecer y sabiendo su futuro creo que nunca lo entendieron del todo.
Poco tiempo después llegamos a un camino más arreglado, de fondo se podía ver la ciudad destino.
Todavía no era una gran ciudad pero más que la ciudad de Kora en su apogeo fácilmente si.
La ciudad no estaba militarizada, pero si había fuertes retenes al ingresar a la ciudad y alrededor de ella también como los diez ninjas a mi lado corroborarían.
Los pasamos fácilmente, ya que fuimos recibidos como los diplomáticos que en teoría éramos.
El Palacio central del gobernador no era nada extravagante, la típica construcción de niveles de los castillos Japoneses, adornados con unos árboles con hojas de color rojo .
Una buena ambientación, había que ponerle una buena calificación al diseñador de este paisaje, era un buen lugar para vivir.
De todas formas nuestro destino final era la sala del consejo, un amplio salón con cojines y mesas a ambos lados.
Sentado al frente había un Guerrero de armadura robusta, toda roja por cierto, tenía una barba ya con tintes grises lo que me decía que estaba sobre los cuarenta.
Era el gobernador del Fuego, un tipo nada comparable al futuro señor feudal, me hacía dudar, de si ¿Estaban relacionados por sangre?.
Su aspecto rudo, me decía que le deberían de gustar los mensajes claros y directos, así que después de ser presentado como embajadores me tocaba hablar.
Aki: "Soy el emisario de la ciudad de Ikiri, y traigo regalos como muestra de amistad y demostración de nuestras intenciones"
Mostramos los regalos que estuvieron todo el camino protegidos en una bolsa de tela, se trataban de treinta figuras bañas de oro que eran la representación de tropas en un campo de batalla, algunas eran de samuráis, otras de caballería.
Era un regalo que tenía un mensaje explícito en él, queremos la paz y sabemos que vas a la guerra.
Gobernador: "Curioso regalo, y también curioso embajador el que manda Ikiri para establecer relaciones, ¿Qué edad tienes?"
Era algo que esperaba
Aki: "Tengo doce años Gobernador, pero por favor no confunda mi edad con debilidad, ya he enfrentado el campo de batalla en varias ocasiones y he ha sido enviado porque es más práctico mandar un grupo rápido en vez de una gran caravana que alertaría a todos nuestros vecinos de nuestra reunión"
Había bastantes guerreros alrededor al gobernador y los diez ninjas de antes también, totalmente entendible esta cantidad de presencia militar si me preguntan.
Gobernador: "Lo último que supe que Ikiri es que fue atacado, no conozco los detalles, pero si vienes aquí deben de haber sobrevivido"
Aki: "Si, el enemigo atrás no está claro, pero los ninjas que atacaron fueron del clan Sarutobi"
Gobernador: "¿Clan Sarutobi?, no son muy relevantes en la zona, ¿Hiroshi?"
Hiroshi: "Son un clan numeroso, con algunos miembros fuertes, si fueron capaces de rechazarlos es que por los menos débiles no son"
Es hora de sacar el arma secreta.
Aki: "No somos débiles, en efecto, según los registros del clan en algún momento nuestros miembros se separaron del clan Senju, para formar el clan Kurokawa, pero desde aquello ya muchas generaciones han pasado"
Aunque no hay forma fácil de probar que esa afirmación sea verdad, espero obtener alguna especie de simpatía con el clan Senju.
Ellos han tenido una experiencia agridulce con los familiares lejanos, una amistad cercana con el clan Uzumaki, pero una guerra fratricida con los Hagoromo y los Uchiha.
Gobernador: "No sabía que existía esa relación"
Hiroshi: "Yo tampoco, pero es cierto que hace mucho el clan, evitaba la confrontación dejando que los miembros abandonaron cuando desearan el clan"
y lo seguirán haciendo hasta desaparecer
Hiroshi: "Pero no necesariamente, esos clanes son dignos de nuestra confianza"