GABRIELA
Sé que me había pasado, que no debí haberle hablado a Carlota de esa manera, pero no me gustaba recordar por qué decidí coger mis cosas sin decirle nada a nadie y aparecerme en Holanda de la nada. No quería que nadie me viese así, ya prácticamente me había olvidado de eso, y con solo decir un par de palabras, recordé todo lo que pasó esa noche a pesar de que habían pasado cuatro años, la recordaba como si hubiese pasado un par segundos y odiaba tener esa sensación.
Justo en ese momento noto como una mano se posa en mi hombro, lo que hace que me asuste y me aparte rápidamente de ella.
-Hey, tranquila, soy yo.
Me calmé un poco y volví a mi posición anterior. Kev no tardó en sentarse a mi lado mirando en la misma dirección en la que estaba mirando yo y estuvimos callados por un gran rato.
-Sé que no debo meterme Gabriela, pero necesito entender el por qué reaccionaste de esta manera. No es normal que en pocos segundos pases de estar contenta a estar enfadada y con miedo.
-Eso es lo que pasa cuando estás embarazada, tus emociones cambian rápidamente.
-Eso lo entiendo, lo que no entiendo es por qué apareció miedo reflejado en tus ojos.
-No es nada Kev.
-Algo debe ser si reaccionaste de esa manera. De esta charla no vas a librarte Gabriela, quiero entender las cosas.
-Es que complicado Kev.
-Tengo todo el tiempo del mundo para entenderlo.
-No quiero hablar de eso Kev.
-Vale, si no quieres hablar de eso al menos explícame por qué viniste a Holanda sin decírselo a nadie.
-Porque necesitaba alejarme de aquí, por eso.
-Por lo que tengo entendido Alex te había dejado años antes de que vinieses.
-Es que no me fui por él.
-Entonces no entiendo el porqué de que no le dijeras a nadie de que ibas a ir.
-Porque iban a querer saber la razón y no quería que lo supiesen.
- ¿Qué razón?
-Me violaron, Kev. Por eso me quería ir lejos de aquí.
Me giré para ver la cara de mi primo, y pude ver como su enfado iba en aumento. Sus nudillos se volvieron blancos de la fuerza que estaba haciendo y la verdad es que me arrepentí de habérselo contado, esa era una razón por la que no se lo conté a nadie en estos cuatro años, no quería que se preocupasen.
-Lo intente evitar, pero… creo que me drogó… no podía moverme…
En eso, Kev me abrazó y yo me eché a llorar, y realmente no sé cuánto tiempo pasamos así, lo único que sé es que Kev me apartó un poco para verme, que al menos había dejado de llorar.
-Escúchame una cosa y espero que te quede clara Gabriela, tú no tuviste la culpa de nada. No tienes la culpa de lo que pasó, ese malnacido es el que tiene la culpa.
-Kev… no se lo digas.
- ¿A quién?
-A nadie… No quiero que se preocupen.
-Espera… ¿No lo sabe nadie?
Negué, más que nada para no volver a echarme a llorar de nuevo. Me sentía mal por lo que pasó ese día, quería olvidarlo, pero el recuerdo volvió de la nada.
- ¿Por qué no me lo contaste cuando estuviste en casa?
-No quería que te enfadaras como acabas de hacer… y quería olvidarlo.
-Ahora entiendo el porqué de como reaccionaste aquel día en el club. Aunque pensé que era porque no querías a ningún hombre cerca de ti después de lo que pasó con Alex.
-Las dos son verdad, pero no quería que nadie me tocase… me hacía… me hacía recordar ese momento.
-Y por eso no dejabas que te abrazara nadie, ni siquiera nosotros. Por eso me convenciste de que pasara el verano en Holanda en vez de venir aquí.
-Sí.
- ¿Lo denunciaste?
Solo pude negar. Realmente no pensé en las consecuencias en ese momento, solo quería irme lejos para que ese tipo no pudiese hacerme nada, tenía miedo de cruzármelo, por eso lo primero que hice al llegar a casa fue hacer las maletas para irme a Holanda, sé que Kev no permitiría que me pasase nada.
-Entonces, ¿por eso estabas despierta tan temprano la mayoría de las veces? ¿Prácticamente no dormías?
-De ahí que me sacase el ciclo de edificación en ese tiempo, aprendiese neerlandés y más cosas, tenía que ocupar mi tiempo para no pensar en lo que me pasó.
-Pudiste habérmelo contado antes, al menos hubiera podido hacer algo para ayudarte.
-Y me ayudabas, aunque pienses que no lo hacías.
-Entonces ¿por qué no se lo quieres decir a los demás?
-Porque no quiero hablar del tema.
-No lo has superado.
-Prácticamente me había olvidado de eso, pero luego Carlota dijo eso de que les había dado un susto cuando me fui sin avisar que se me vino.
-Bueno, no te preocupes por eso, encontraremos la manera de que lo superes. Creo que denunciarlo sería una buena manera para hacerlo.
-No lo voy a hacer Kev… No me siento lista…
-Está bien, no te presionaré con eso, pero siempre que necesites hablar, de cualquier cosa, no dudes en llamarme, ¿está bien?
-Está bien, te quiero Kev.
-Yo también te quiero. ¿qué vamos a decir a los demás que te pasaba?
-Tenemos suerte de que esté embarazada, podemos usar la excusa de las hormonas.
-No lo había visto de esa manera. Deberíamos irnos a dentro para no preocuparlos más.
-Trata de olvidar lo que te dije, no quiero que noten que es mentira lo de las hormonas.
-No lo podré olvidar, pero se me da bastante bien interpretar. No te preocupes, no dejaré que descubran nada.
-Gracias.
Me pasó el brazo por encima de los hombros y me acercó a él lo más que pudo dándome un beso en la cabeza y diciéndome que todo estaría bien. Puede ser que a veces mi primo y yo hacíamos bromas entre nosotros y todo, pero sé que sea lo que sea que necesite podré contar con él, y lo más importante, que no se lo contará a nadie. No es que me guste preocuparlo, pero siempre lo tuve como apoyo y él sabe cosas que incluso Marcos no sabe, como por ejemplo eso que pasó hace cuatro años.
Cuando entramos a la casa todos salen hacia la sala de estar para ver cómo estaba y pude ver como se tranquilizaban un poco menos Alex, por lo que me separo de Kev y me voy a abrazarlo para que no se preocupe más.
- ¿Estás mejor, hermosa?
-Si, sólo los cambios de humor, ya sabes.
-Me alegra que sea eso y no otra cosa, vámonos a comer, anda.
Entramos en la cocina y nos sentamos en la isla para empezar a comer. Yo estaba entre Alex y Ana mientras que tenía a Kev en frente mía. Podía ver que me estaba controlando para saber cómo estaba, en eso era demasiado evidente, pero no le dije nada, porque entonces los demás se preocuparían.
-Bueno querida prima, entonces ¿vendréis mañana a casa de la abuela para que podamos celebrar esa fiesta que quiere?
-Es que realmente no me apetece mañana.
-Vamos Gabriela, a la abuela le hará ilusión, en het zal van pas komen om je af te Leiden van wat je me vertelde. (y vendrá bien para que te distraigas de lo que me contaste)
-No es necesario que me lo recuerdes.
-Het spijt me, mar het is de waarheid, ik zal je helpen je af te leiden en je zult geen slechte tijd hebben. (Lo siento, pero es la verdad, ayudaré a distraerte y no lo pasarás mal)
-Hermosa, mañana podemos ir.
-Pero yo creo que tenemos algo que hacer.
-Yo creo que no.
-Vamos, Gabriela. La pasarás bien. Parece que no quisieras ir a la casa de ellos.
-Eso no es cierto y lo sabes Kev.
-Entonces acepta.
No es que no quisiese ir a casa de ellos, es que aparte de que mañana no me apetecería hacer nada, sé que teníamos algo que hacer. Quedé pensando por un par de segundos hasta que recordé que mañana teníamos cita con Andrea, la doctora que controla mi embarazo.
-Es que realmente mañana no podemos, tenemos cita con Andrea.
-Mierda, lo había olvidado.
-Bueno, eso no quita que no puedas venir mañana. ¿A qué hora es la cita?
-Sobre las diez, once de la mañana. ¿Por?
-Porque si podrás venir igualmente.
-Está bien, pero me harás un favor.
-Los que quieras.
-No permitas que Nerea se meta, we weten welkw idiote ideen je hebt bij het hoern van her woord feest. (sabemos las ideas locas que se le forman con tan solo oír la palabra fiesta)
-Perfecto, sin que Nerea se meta. Ik bel oma om het haar te vertellen. (Llamaré a la abuela para decirle)
Con eso salió de la cocina para llamar a la abuela mientras Alex se quedó mirando para mí.
- ¿Por qué me miras así, amor?
-Por qué no quieres que Nerea se meta.
-Es que no la conoces. Por algo se la conoce como la prima loca.
-A mí me parece buena persona.
-Y nadie se lo quita, solo que adora las fiestas y es escuchar esa palabra y prácticamente se vuelve loca, por eso no quiero que ella se meta.
-Sigo sin entender.
-Lo que tu prometida quiere decir es que hará una fiesta a lo grande, y sabemos cómo odia Gabriela ser el centro de atención.
-Entonces es como tú.
- ¿Me acabas de llamar loca?
-No, pero tú también eres de armar fiestas a lo grande hasta donde tengo entendido ¿no?
-Eso no tiene nada que ver.
-Perdona que te lo diga baba, pero Alex tiene razón, te gusta armar fiestas a lo grande.
-Pero eso no implica que esté loca.
-Y nadie lo dijo, deja de quejarte y termina de comer, tenemos que terminar de ver el concierto.
El resto de la comida la pasamos entre risas y podía notar la mirada de Kevin en mí. Cuando terminamos de comer nos fuimos a la sala de estar para terminar de ver el concierto y a los pocos segundos de que terminase me quedé dormida sobre el hombro de Alex.