-A un L'Oréal para hombres.- eso bastó para hacerme sacar una de las carcajadas más sinceras de mi vida.
-¿Un L'Oréal?- dije después de la carcajada.
-Si, para hombres.
Seguimos caminando hasta estar de nuevo en el pueblo. Bueno, yo iba caminando y la muy orgullosa iba dando pequeños saltos con un pie, todo por no aceptar mi ayuda.
-Adiós, como sea que te llames- dijo dirigiéndose al patio trasero de su casa, supongo, aunque parece demasiado lujosa. Espera ¿No sabe cómo me llamo?
-¿No sabes mi nombre?- estoy en shock.
-No, solo sé que eres la sensación de la escuela, nada más.- dijo ya más alejada pero la seguí hasta llegar a un patio lleno de rosas, creo que ya sé con quien estoy tratando.
-Te digo mi nombre si tú me dices el tuyo.
-¿Qué te hace creer que quiero saber tu nombre?
-Soy Duncan, Duncan Anderson.
-¿Guerrero oscuro?
-¿Ah?
-Tu nombre significa "Guerrero oscuro".- me sorprendió saber qué una persona supiera su significado.
-Si, ¿Sabes mucho de nombres?
-De hecho no. Sé el significado de algunos debido a que hubo un tiempo en el que investigué mi nombre y el nombre "Duncan" apareció en mi búsqueda acompañado por otros nombres.
-Interesante ¿Cuál es tu nombre?
-Luminitsa, Luminitsa Jhonson
-¿Pequeña luz?- pregunté inseguro.
-Por lo que veo no soy la única que investigó su nombre
- No, no lo eres.
Dirijo mi mirada a su cuello para observar la cadena y nunca caí en cuenta de que era muy hermosa.- Ha pasado de generación en generación.
-¿Qué?- sacudí mi cabeza para volver a concentrarme en la conversación.
Dirigió sus manos a su nuca y desabrochó la cadena para luego ofrecérmela .
-Ha pasado de generación en generación. Originalmente era de mi tatarabuela Lyra y así pasó hasta llegar a mí.- tomé la cadena y pude observarla mejor.
-¿Todos los nombres de las chicas de tu familia son con "L"?- pregunté sin siquiera apartar la vista del objeto.
-Si, desde mi tatarabuela.- bueno, sin duda es ella, eso explica porque la cadena tiene piedras tan hermosas- Ella planeó entregarle la cadena a su hija y así se convirtió en una tradición. Cuando las primogénitas de su primogénita cumplen trece años se les otorga la cadena.
-No entiendo - le dije sinceramente.
-Cuando mi tatarabuela era joven conoció un chico, supongo que mi tatarabuelo. Él le regalo esta cadena en forma de una "L". Cuando ella tuvo su primera hija le puso un nombre con la misma letra, "Lucía", ella era mi bisabuela. Cuando ella tuvo su primera hija mujer puso un nombre con "L" para seguir con la tradición, "Lisa", mi abuela. Ella siguió con la tradición y le puso "Lynn" a su primera hija, mi madre. Y a su vez ella me puso "Luminitsa" a mi.
-WOW- me sorprendió la historia, aunque los Tomaso siempre, según mi bisabuela, fueron muy tradicionales. Excepto una, Lyra Tomaso-¿Tú piensas continuar con el legado?- pregunté y ni siquiera se de donde salió eso.
-Si, se llamaría Lyra- al parecer esta en la sangre.
-Pues es un lindo nombre. La constelación Lyra, supongo que es porque tu tatarabuela creó ese legado, no es así?
-Si, es así. Le pondré el nombre de la mujer que inició todo.
-Sorprendente. Bueno, ya me voy. Ni creas de dejarás de ser Lady "L"- dije entregándole la cadena.
-Estás realmente mal- dijo Julio.
-No necesito de tu intelecto para darme cuenta.
-AAAHHHHHH- ¿Qué?
-¿Esa fue Pao?
-Ni idea.- respondí sinceramente
-Vamos- dijo tomándome del brazo y arrastrándome tras el.
Al llegar al lugar nos encontramos a una Paola sollozando, sosteniendo su nariz y en su mano se podía apreciar sangre. Volteo a ver a su agresor y me encuentro con Lady "L". Sus ojos cristalinos, su mandíbula apretada, su puño derecho cerrado ligeramente bañado en sangre. Con los labios fruncidos creando una mueca para no llorar y en su mano izquierda descansaba su cadena, por como se veía, con su broche roto.
Las amigas de Paola la llevaron a la enfermería y Luminitsa fue llevada al despacho del director.
-Pobre Paola- dijo Julio con un tono de lastima. No conozco muy bien a Luminitsa pero sé que Paola Giraldo es insoportable.
-Vamos a clase.
Después de unos minutos la curiosidad llegó a mi. Pedí permiso para ir al baño pero en realidad fui a espiar a través de la puerta el despacho del director.
-¿Entiende la gravedad del asunto señorita Jhonson?
-Si, pero le pido que no le haga nada, está muy corta de neuronas.- una carcajada interna.
-Señorita usted es la que está en graves problemas, le rompió la nariz a una alumna.
-Vamos, su nariz tenía como diecisiete años, mi cadena aparte de ser una reliquia familiar tenía más de cien años.- dijo enojada.
-Si, pero su cadena tiene arreglo.- el director perdiendo la paciencia es mi cosa favorita.
-Su nariz también- ese comentario logró sacarme una sonrisa.- ¿No conoce a los doctores?- esta chica es genial.
-Sus padres están en camino.
-Eso es injusto, ella empezó la pelea, ella destrozó mí cadena- dijo ya en tono indignado.