Llegamos a la discoteca y solo verla me escandalizo. Hay un montón de personas en fila y de aquí, a qué pueda entrar me hago vieja, mis esperanzas se reducen rápidamente.
Pero mi mejor amiga, cuando se propone algo es la mejor!
-Tranquila cariño, tengo pases VIP, recuerda que te lo dije, siempre tengo un haz bajo la manga.- Definitivamente, es la mejor!
Entramos sin problemas y nos dirigimos rápidamente a la barra, solo el deseo de sentir el alcohol, me hace estar al cien. No me considero una persona alcohólica, por que se ponerme límites, pero tampoco me tranco a no beber. Nos tómanos varios shots y que la noche empiece.
Bailamos, saltamos, gritamos. Varios hombres intentan pegarse pero a este bombón no, más rápido se pegan al chicle que a mi. Cansadas, Sara y yo nos vamos a la zona VIP, que es el segundo nivel con viste a la disco, nos sentamos y solo pienso en el dolor de pies tan grande que tengo. Sara se va a conversar con un chico cualquiera, ni siquiera le puse atención. Me entretengo viendo post y videos de Instagram, hasta que sacándome de concentración escucho un cristal romperse.
Alzo la mirada, y a mi alrededor no hay nada. Cuando veo hacia abajo, ahí se desata todo el caos, entran unos hombres contando unos 6, encapuchados y revestidos hasta la médula en armas. De momento me aterro bastante, esto no me puede estar pasando a mi joder!.
Busco con la mirada a Sara hasta que doy con ella en una dos mesas más adelante, agachada y al parecer con el tipo que ahora veo bien, es uno de el restaurante del otro día, como olvidarme de esa cara si fue el pijo, que me pregunto el nombre.
Mientras abajo se desata el infierno LITERALMENTE, yo voy gateando hasta donde Sara, solo rezando internamente que esos tipos no suban, y cómo satanas es tan traicionero. Escucho los tipos hablar y sus pies caminando cuesta arriba donde estoy, y para aumentar mi mala suerte, me ven mejor que una persona con su vista al 20/20.
Solo respiro y cuento hasta mil si es necesario para calmar mi pulso que ahora esta mas descontrolado que una cabra habladora.
-TÚ! Chica ven aquí si no quieres un tiro entre ceja y ceja!!.- Diosito dime qué no es a mi, por favor! ese tipo me hará papilla.
Volteen lentamente y me levanto, camino hacia ellos con pasos temerosos, bueno solo me queda decir, que al menos morire con un lindo vestido, no queda de otra. Llego y uno de los tres tipos que subió me agarra. Me toma las manos, las pone hacia atrás, ciento que me un nudo en ellas con una soga, y cómo no puede faltar me pega a su asqueroso pecho.
Las lágrimas bajan involuntariamente, pero estoy que me cago de miedo, mi maquillaje se está dañando.
-QUIERO A BLACK MEN AQUÍ AHORA! OH SI NO, ESTA HERMOSA CHICA SUFRIRÁ LAS CONSECUENCIAS.- Ay cabron, en que me viniste a meter hijo de la chuta.
Black men es el mafioso número uno, el más temido, más conocido y por supuesto más respetado, pero este jodido hijo de chuta no tiene miedo! Bueno las noticias dijeron que era temido, yo solo me dejó llevar de lo que leí en internet.
De repente veo salir al hombre, del restaurante el que se quedó callado, con toda la elegante de Francia, pero qué egocéntrico el chico este. Puedo estar en una situación de vida o muerte pero definitivo mi sentido de humor no se va. A este hombre lo acompaña el otro pijo, díganme que no es el. Ay carayi! Sabía yo que no se veía así por lujo.
Este se acerca hasta quedar a varios metros de distancia, me observa por uno breves segundos, y en su mirada solo demuestra neutralidad.
-Suelta a la chica, me tienes aquí.- Dice ahora conocido como Black men, su voz es como escuchar a un Dios, no lo sé! Es gruesa y grave, desciende esa sensualidad y a la vez seguridad, como el jodido rey del mundo.
-Pensándolo bien, no lo haré, me sirve para muchas cosas, y más para mi amigo que tiene la fortuna de probarla a ver qué tan puta es.- NO ME DIJO PUTA, ME DIJO PUTA! Ahora si es verdad que lo va a llevar la chuta que lo parió joder!
Llena de ira, golpeó las partes geniales del hombre que me mantiene agarrada, este cae al suelo, mientras me enfoco en desatarme, lo cual hice en segundos, hasta llegar al hombre que me dijo puta, este me mira, creyendo que no lo golpearé, ahora si es verdad que verá a una diabla.
Golpeó con mi rodilla fuertemente su estómago, este se dobla sin perder tiempo, cruzó mi pierna con la de el y halo hasta hacer caer. Le propinó un fuerte golpe en la mejilla, otro en el estómago, una es sus desgraciadas partes, este gracias al dolor se voltea boca abajo, y yo aprovecho en el momento de adrenalina, le hago una llave, y como cereza al pastel le golpeó la cabeza así quedando inconsciente.
Me levanto como si nada y miro a mi alrededor, dos de los hombres malos, están boquiabiertos, y black men con el pijo están con una mirada analizadora.
-Que miran Idiotas, me dijo puta, y yo no me quedo así!.- Digo como si fuera una niña mientras cruzo los brazos.
-Eres malditamente sexy.- Dice el pijo, con una mirada completa de deseo. Ja! Si quiero eso que vaya a buscarlo donde su abuela.
-Y si no te callas pijo, te daré un golpe.- lo apunto con el dedo, mirándolo acusatoria.