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Desicion y Salud II

Orquídea por su parte luego de cambiarse e ir a la recámara de su hermana con las criadas, escuchaba como su pequeña hermana por la fiebre deliraba y decía: veo una nube de azúcar y miel por encima.

Orquídea al escuchar aquello olvido que estaba con más personas y mientras arrugaba la cara dijo: Uy Laura eso es empalagoso y no creo que sea una mezcla bonita, tienes unos gustos raros.

Laureano quien sonrió un poco hacerle notar a Orquídea que no estaba sola y está al notarlo se ruborizo y dijo

Orquidea: disculpen, me deje llevar por el comentario de Laura, que esto quedé entre nosotros.

Y con picardía les guiña un ojo a los presentes a lo que las chicas y Laureano sonríen con picardía, las lacayas al oír la voz de Amanda guardan su sonrisa y abren las puertas para que entre ella con el doctor Adrián quien era un chico joven de 30 años, era de piel blanco quemado, de contextura delgada pero fuerte, sus ojos eran negros y su cabello era castaño oscuro, quien tenía un pequeño maletín algo abultado mientras con una voz algo ronca decía

Doctor: cuénteme Lady Amanda, que pudo causarle el desmayo a Lady Laura.

Mientras entraba al cuarto y veía los presentes, al ver a Orquídea se le acerca y hace una leve reverencia como hizo anteriormente con Amanda, luego de allí no dudo ni un segundo y empezó a ver a Laura, Amanda un poco indiscreta con la mirada mira fijamente a Laureano hasta el punto que este algo incómodo hace una reverencia y se va, Orquídea al ver el gesto de Laureano nota enseguida que Amanda lo presiona y está al ver su hermana hace un gesto de no, pero decide ignorar eso por ahora y centrarse en su pequeña hermana, quien algo preocupada pregunta

Orquidea: Lord, ¿Como ve a nuestra hermana?.

Este sin quitarle la mirada a Laura responde: mil excusas mi Lady, lamentó no haberme presentado soy Adrián, el médico de vuestro tío el Rey, me disculpo por no verle a la cara, pero vuestra hermana está muy delicada de salud, necesito hacerle algunas preguntas.

Orquídea olvidando los modales comenta: no hay nada que excusar Lord Adrián, con gusto responderé a vuestras dudas.

Este luego de tomar todo los apuntes, se alza del costado de la cama y dice: por favor mi Lady acompañarme.

Al salir ambos de la recámara este le pregunta: ¿ha tenido estos desmayos antes?, ¿Ha estado delirando?, ¿Alguien de la familia ha tenido problemas con el azúcar?.

Orquídea quien se asombra un poco dice: Lord Adrián, ¿tan grave es lo de mi pequeña hermana?, si nuestra madre tenía problemas con el azúcar, ¿quiere decir que Laura tiene la misma enfermedad que nuestra difunta madre?, en cuanto la cantidad de desmayos en todo el trayecto ha tenido cuatro desmayos, pero una fiebre así de alta no.

Adrián quien la ve preocupada alza un poco sus manos en señal de calma y mientras suspira y anota esos apuntes dice: calma mi Lady, ya que es su primera vez con fiebre tan alta y un desmayo junto puede que no sea nada grave sino un simple resfrío por el cambio de clima, ahora el delirio fue producto de la fiebre alta, para saber si tiene la misma enfermedad que vuestra madre habría que hacerle exámenes, pero es posible que si, de igual forma le recomiendo que la mantenga en observación y cualquier cosa no dude en buscarme, por ahora le daré este remedio.

Abre de nuevo su bolso y saca un pequeño frasco de color carmesí, mientras se lo entrega a Orquídea dice: con una cucharada antes del almuerzo por cinco días estará más que bien.

Orquídea mientras toma el frasco dice: muchas gracias doctor, lamentó que halla tenido que venir tan tarde, y no se preocupe por ello.

Este mientras le sonríe y niega con la cabeza dice: mi Lady no tiene por qué disculparse, este es mi deber y amo lo que hago.

Mientras Orquídea lo acompaña a la puerta, este vuelve a hacer una reverencia de despedida y sale del Castillo. Exactamente como dijo el Doctor Adrián a los 5 días Laura volvía a ser la misma de antes, pero quien quedó pensativa en muchas dudas fue Orquídea ya que luego de que se fuera el doctor Amanda estaba otra vez con órdenes y regaños a ella, a Laura y Laureano, quien siempre en su defensa Orquídea se excusas con un "yo se lo pedí" y Amanda a eso casi ni podía reclamar, pero si refunfuñar.

Orquídea le pidió de favor a su tío que dejará que Lord Laureano fuera el caballero de Laura, este al notar la petición se extraño un poco, pero al entender el porque no lo pensó dos veces y accedió, cuando Orquídea fue a hablar con Laureano no se llegó a imaginar que este estaba practicando con la espada de una manera algo ligera, ya que estaba sin camisa y estaba sólo peleando con un maniquí, Orquídea al entrar lo llama con formalidad pero al notar como esta, se voltea de golpe y se excusa, este algo curioso y confundido iba a preguntar el porque, pero al notar su futuro error reaccionó rápido y se tapó mientras ya vestido decía

Laureano: discúlpame Orqui, lo tengo de costumbre, tanto que olvide cerrar el lugar.

Mientras Orquídea aún con sus manos en sus mejillas decía: fue mi culpa Laureano yo debí haber tocado igual, fui imprudente.

Sabía que en ese punto ella tenía razón pero aún así le sonrió feliz de verla con sus mejillas sonrojadas, mientras admiraba ese gesto y lo guardaba en su cabeza preguntaba: ¿Todo está bien? ¿Lady Laura está bien? ¿Usted está bien?.

Orquídea al explicarle a Laureano su preocupación y petición a su tío el Rey Emiliano, le pidió que por favor dejará que el fuera el caballero de Laura, Laureano extrañado la observa y le pide que le cuente el motivo de su preocupación; Ella asiente y sentándose en un taburete y el en el piso para escuchar todo atentamente. Luego de casi una hora este responde

Laureano: te seré honesto, ser caballero de un rey no es fácil, pero de una futura Duquesa es aún más difícil. cuando Orquídea iba a hablar este la interrumpe y dice

Laureano: seré el protector de Laura, pero no seré su caballero ya que quiero cuidar de otra futura Duquesa a armadura y espada.

Ella sin entender comenta confundida y pregunta: corrígeme si me equivoco, ¿Quieres decir que vigilaras a Laura y avisaras si enferma sin estar nosotras del todo cerca, pero sólo como un guardia?, ¿Significa que te gusta ya alguien y por eso rechazas el puesto de caballero de mi hermana?.

Mientras que Orquídea hablaba Laureano se le acercaba un poco más, acortando la distancia formal que usan cuando todos los miran, mientras está observa mas de cerca sus profundos ojos y mira bien su estatura vuelve a decir

Orquidea: por favor dime.

Laureano quien la mira hipnotizado y casi queriendo tocar sus lindas mejillas y tocar su cabello con el que ella juguetonamente lo cambia de un lado a otro responde: seré alguien que la vigile y cuide de sus caídas tanto consciente e inconsciente, pero no cuidaré de su corazón -mientras hace una pausa para calmar sus nervios y ponerse firme termina de responder la otra pregunta- así es Orqui, hay una hermosa joven que me quita el sueño, que me hace desear protegerla hasta con mi vida, y quiero ser sólo el caballero de ella.

Mientras oía su voz tan cerca de ella no podía evitar la tentación de querer tocar su rostro y sentir su piel, su cabello, sus manos, pero trata de contenerse con tantas ganas que su corazón iba a explotar, mientras lleva sus manos a su pecho y luego corre su cabello, respira y dice: te entiendo Laureano, entonces le avisaré mi tío que hable contigo y me diste una idea mejor.

Cuando se pensaba ir para hablar con su tío, una fuerte brisa que provenía del establo la retuvo y ella juntando sus manos a su pecho cerró los ojos y dejó que esa brisa le susurrara y la abrazara, se volteó y se acerco de nuevo a Laureano y queriendo preguntar algo prefirió callar ya que no quería ser imprudente y decidió ir a su recámara.

Los días pasaron y llegaban pequeñas cartas de su padre, preguntando como estaba todo y como seguía Laura, y debido a su preocupación iría de visita unos 3 días y luego volvería al castillo y se llevaría una de las chicas, Orquídea, Amanda y Laura quedaron asombrada ante tal anuncio, Amanda no le preocupaba si irse o quedarse, Orquídea no se quería ir ya que a pesar de que se sentía a gusto, sentía una necesidad de quedarse.

Luego de ir todas a sus recámaras, cada una con cartas de su padre especiales para ella, Orquídea se movía de un lado a otro dudando de abrirla y sin saber que hacer prefirió estar un rato viendo la luna y dejar que la misma luna se llevará sus dudas y recordó esa frase donde sentía una punzada en su corazón "en la carta indicó quien se irá con el y porque", algo que ella nunca hacia era espiar para oír a sus hermanas tras la puerta, no sólo era mala educación sino falta de confianza hacia ellas, así que cerca de su puerta dijo en voz baja para si

Orquidea: "eso no se hace Orquídea, respeta" a lo que se alejó de la puerta y se sentó en una silla y mientras apoyaba sus hombros al escritorio decía

Orquidea: tengo que abrirla o no podré dormir.

Calmando sus nervios busco un abre cartas y la abrió, agarró en sus manos la preciada carta y la abrió para poder leer "Mi amada Orquídea, espero y te encuentres bien, aunque se que si lo estas y eso me alegra, lamentó mucho no haber estado allá cuando recayó Laura, me enteré por mi hermano Emiliano que tuvo 2 recaídas más, y que el médico ha tratado de ver que tiene la pequeña Lau, quisiera que vinieras a casa pero tu tía Florencia me ha recomendado que mejor cuides a Lau, ya que Amanda sólo ha dado quebraderos de cabeza a tu tío, a ti y a Lord Laureano quien es protector de Lau. Por favor cuida de Lau y avísame inmediatamente si algo ocurre, tu tía Florencia y Frida ya tienen planes para Amanda, luego con más detalles te cuento el que… No le digas nada a Ama sino capaz y se enoja. Con amor tu padre el Duque Enrique de Mónaco."

Esta aliviada soltó un suspiro y luego dijo: tremenda carta padre, creí que eran dos líneas nada más, por lo que dijo el tío.. más cortas.

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