CAPÍTULO 108.5- Competencia escolar.
—¡Vamos, Kei!
—¡Te invitaré a comer si ganas! ¡Yo pagaré!
¡Ahhh! ¡Cris está usando mi debilidad, las cosas gratis!
¡Vamos, Kei, corre más rápido! ¡Solo debes alcanzar a ese chico que está frente a ti! ¡Maldita sea, apenas me doy cuenta de que es el capitán del club de atletismo! ¡Tiene más experiencia corriendo que yo!
¡Voy a perder!
—¡Kei, si ganas, te daré un beso! ¡Recibirás un beso de la linda Nia! ¡Vamos, gana!
¡Eso no me inspira tanto! ¡Si no fueras mi prima, definitivamente ganaría! ¡Pero eres mi prima! ¡Si gano, las personas pensarán que soy un enfermo que quiere recibir un beso de su prima! ¡Pero si pierdo, decepcionaré a mis compañeros de clases! ¡¿Qué hago?!
¡Ya casi llega a la meta! ¡Perderé!
—¡Kei, si ganas, haré tu tarea por un mes!
Cris, gracias… Esa oferta… Esa gran oferta… ¡Esa oferta me inspiró!
¡Definitivamente ganaré!
Con mi máximo esfuerzo, aumenté mi velocidad y superé al capitán del club de atletismo.
Y… ¡gané!
Me detuve en la meta y levanté los brazos.
—¡Gané!
Me senté en el suelo y me limpié el sudor de la frente.
—Estoy cansado…
Cris y Nia se acercaron a mí y me felicitaron por mi victoria.
—¡Felicidades, Kei!
—¡Felicidades!
Nia me abrazó y me dio un beso en la mejilla… Ah, qué bien se siente recibir un beso… Aunque desearía recibir un beso de una chica que no fuera mi prima… Desearía tener novia.
—Gracias… Cris, espero que cumplas.
—Sí, sí, cumpliré.
Mis compañeros de clases me rodearon y me felicitaron por mi victoria.
—¡Derrotaste al chico más rápido de la escuela!
—¡Eres increíble, Kei!
¿Así se siente ser popular? Se siente bien ser popular por al menos unos segundos.
—G-gracias.
Uno de mis compañeros me abrazó con su brazo.
—¡Vamos al karaoke a celebrar!
... ¿Karaoke? ¡N-no quiero cantar frente a otras personas! ¡Mi timidez no me lo permitiría!
Voy a tener que rechazarlo.
—¡Sí, vamos!
—¡Quiero escuchar a Kei cantar!
—¡Yo también!
... Tres chicas irán... Creo que irán más... ¿A qué huele? Huele a una gran oportunidad para conseguir amigas y, tal vez, en un futuro, novia.
¡Debo aceptar!
—Kei, ¿no irás al cine conmigo?
... Es cierto, le prometí a Nia que iría al cine con ella después de la competencia.
¡Qué difícil decisión! Ir al karaoke con chicas hermosas o ir al cine con Nia... Si voy al karaoke, tal vez mis posibilidades de conseguir novia aumenten... Pero Nia siempre me apoya y me ayuda siempre. Sin su ayuda, seguiría siendo un chico gordo y con baja autoestima.
Si voy al karaoke, tal vez pueda conseguir novia... Pero no decepcionaré a la única persona que siempre me ha apoyado y ayudado.
Después de todo, solo un idiota abandonaría a su familia. Solo un idiota preferiría ir al karaoke que acompañar a su linda prima al cine. Solo las escorias abandonan a su familia.
Puedo ser idiota, pero no esa clase de idiota.
Nunca abandonaría a mi familia... Y tampoco abandonaría a la única persona que siempre me ha apoyado y ayudado.
... Si tan solo Nia no fuera mi prima... ¡Ah, esos pensamientos enfermos regresaron! ¡No, Kei, no puedes enamorarte de tu prima de 14 años!
Es tu familia... Tu familia.
—Lo siento, pero no puedo ir al karaoke. Iré al cine con Nia.
Nia me tomó de la mano y sonrió alegremente... Esa sonrisa... ¡Quiero proteger siempre esa sonrisa!
—¡Vamos, hermano!
¿Eh? Esa voz... ¿Por qué su voz cambió?
—¿Nia? ¿Qué le pasó a tu voz? Se oye distinta... Y familiar.
—¿Nia? ¿Te sientes mal, hermano?
—... Ese es tu nombre, Nia.
—¿Eh? Yo me llamo Mei. ¿Te sientes mal, hermano? Creo que debes descansar.
—¿Eh? ¿Mei?
Su rostro comenzó a cambiar... Su piel se está derritiendo... ¡¿Qué?!
—¿Tienes calentura, hermano?
Su rostro... Su rostro cambió... ¿Quién es esa chica? E-ella no es Nia.
—N-no eres Nia.
—¿Eh? No soy Nia, soy Mei, hermano.
¿Quién es Mei?
—Cariño... Cariño... El desayuno ya está listo. Despierta, cariño.
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—Vamos, cariño, debes despertar. Ya amaneció.
Abrí los ojos... Oh... Ya recordé... Es cierto... No soy Kei Edna, soy Kei Molfer.
Nia... Realmente te extraño, Nia.
Esa competencia escolar fue la última en la que participé antes de morir.
Si hubiera ido al karaoke con esas chicas, ¿mi futuro sería diferente? No lo sé... Pero no me arrepiento de mi decisión.
—Buenos días, Drin... Tuve un sueño raro... ¿Dormiste bien? Tus ojos se ven llorosos. ¿Tienes sueño?
—Cariño, quiero que seas sincero conmigo... ¿Perdiste la virginidad conmigo?
... Ya veo... Ya se enteró... Aunque ya se lo había dicho antes. Cuando me presenté como el héroe Kei en la fiesta de la reina, le dije a Drin, que estaba transformada en mí, que había perdido la virginidad con una aldeana hace 5 años... No, 6 años.
—... La primera vez que tuve sexo por decisión propia, fue contigo... Pero la primera vez que tuve sexo, fue por una violación, cuando tenía 7 años.
—¿V-violación?
Esa parte de mi vida la quería olvidar... Pero le tendré que contar lo que me pasó a Drin.