CAPÍTULO 54- Una larga noche.
—Vamos, Kei. Te gustará.
—¡N-no lo hagas!
Seiya le acarició la mejilla a Kei y acercó lentamente sus labios a los de él.
—Solo es un beso.
—¡No!
Seiya estaba a punto de besar a Kei.
—¡No soy gay!
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Kei se despertó rápidamente.
Estaba soñando.
Estaba en su habitación. Su cita con Seiya ya había acabado.
—F-fue un sueño aterrador.
Se levantó de la cama y bostezó. Eran las 2 de la mañana.
—Necesito un vaso de agua y un pan.
Kei siempre duerme en ropa interior.
Para él, es más cómodo que dormir con pijama.
Salió de su habitación y bajó por las escaleras.
—Considero a Seiya una chica, pero no quiero que se enamore de mí. Quiero ser solamente su amigo.- Pensó.
Entró a la cocina y vio a Treka comiendo sola. Ella todavía estaba usando su uniforme de sirvienta.
—¿Treka? Supongo que también tuviste una pesadilla.
—Buenas noches, amo Kei…
—Solo Kei.
—… Sí… Lo siento.
—No te preocupes. Buenas noches, Treka.
Kei tomó un vaso y lo llenó con su magia de agua.
—¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?
—Estoy algo preocupada... La héroe Sepgrar murió... Un demonio muy poderoso está libre... ¿Sobreviviremos? ¿Los demonios ganarán? Estoy asustada.
—Y Nisei no aparece… Yo también estoy preocupado por ella... Pero tengo confianza en mis compañeras… Drin y Terkiana derrotaron a un demonio hoy... Uno débil, pero era un demonio… Nuestra fuerza está incrementando.
Vapor rodeó a Kei y comenzó a crecer.
—Treka, no pierdas la esperanza.
El vapor desapareció. Kei se transformó en un chico de 18 años.
—Por favor, confía en mí.
Le acarició la cabeza y le sonrió a Treka.
Ella lo estaba observando con admiración y amor... Una linda expresión de una chica enamorada.
—Tenemos 4 años para entrenar. Nuestro objetivo es la Diosa inútil. Uniremos fuerza con Desmolfer… Pero si ella no quiere, tendremos que derrotarla... Por favor, no pierdas la esperanza… Nosotros ganaremos… Te lo prometo.
—Kei...
Treka abrazó con fuerza a Kei.
Las lágrimas de Treka ensuciaban el pecho de Kei.
Él simplemente la abrazó también.
—Iremos a Turger en 2 meses... Debemos encargarnos de ese demonio… Tal vez se trate de un comandante… Y el plan está avanzando muy bien. Grisia está haciendo un excelente trabajo...
Treka interrumpió a Kei con un beso.
Eso lo tomó por sorpresa y se puso un poco rojo.
Treka estaba besando apasionadamente a Kei... Era una linda escena... Era.
[Enemigo detectado.]
Los ojos de Kei se abrieron completamente.
Un Slime estaba detrás de Treka.
—¡Cuidado!
Inmediatamente, Kei abrazó con más fuerza a Treka y se alejó del Slime... Pero ya era demasiado tarde.
El Slime atacó a Treka con un tentáculo hecho de Slime… Era una extensión de su propio cuerpo.
Cuando Treka sintió que su espalda fue atravesada, empujó a Kei y lo salvó. Si no lo hubiera empujado, el tentáculo también lo habría atravesado.
—¡Treka!
—Kei...
El corazón de Treka fue destruido.
El tentáculo regresó al Slime y Treka cayó al suelo.
El Slime creció... Se volvió un humano... Cris.
Kei volvió a su forma normal y se preparó para pelear... Lamentablemente, su vista era un poco mala.
Era de noche... Y sus ojos estaban mojados... Estaba llorando... Treka era una gran amiga para él. La conocía muy bien... Confiaba demasiado en ella... Y ella lo salvó.
—Cris… ¡No te lo perdonaré!
—Tuve mala suerte. Fallé… Admito que perdí un poco el control.
¿Por qué perdió el control? La respuesta es sencilla.
—¡Maldita sea! Cris, él no es Kei... No te afecta que se bese con otra chica… ¡Maldita sea, cometí un grave error!- Pensó nerviosa.
El cuerpo de Kei es rodeado por fuego.
—¡Maldita!
Intentó atacarla, pero sintió un mal presentimiento.
[Magia demoníaca desconocida.]
Inmediatamente, Kei retrocedió.
—Magia demoníaca…
—¡Kei, ¿estás bien?!
Sei Molfer entró a la cocina.
—¡Madre, es un demonio! ¡Mató a Treka! ¡Ayúdame!
—Ella derrotó a Near. No quiero morir aquí, así que me retiro.
Cris destruyó una pared e intentó escapar.
—¡No te irás!
Kei intentó seguirla.
A Cris le crecieron un par de alas y se alejó volando.
—¡Magia de hada...!
—¡Kei, cuidado!
Un grupo de demonios estaban flotando sobre ellos.
[Enemigo detectado.]
[Enemigo detectado.]
[Enemigo detectado.]
[Enemigo detectado.]
[Enemigo detectado.]
Había 6 demonios en total, pero solo 5 mensajes de advertencia.
—Demonios...
Cris observó esa escena mientras volaba.
—¿Demonios? Kei intentará matar a Sei Molfer... ¿Debería detenerlo…? No... Me matará... Debo escapar.
Ignoró a los demonios y se fue rápidamente.
—Hijo, vete.
—No me iré.
—Es una órden.
—No me importa.
El fuego desapareció y sacó del "Almacenamiento mágico" su espada Dragón.
—Yo pelearé.
Un demonio aterrizó frente a ellos... Gabrielku.
—Ese chico parece interesante. Yo pelearé con él. ¡Ataquen a Sei Molfer!
Los demonios se dirigieron a ella y Gabrielku se dirigió a Kei.
Kei se dirigió a él e intentó atacarlo.
Gabrielku detuvo la espada con su mano derecha.
—Héroe Kei, no vengo a pelear. Tengo un mensaje para usted. Por favor, sígueme.- Dijo en voz baja.
Gabrielku se alejó corriendo rápidamente.
—¿Mensaje?
Decidió seguirlo, pues no sentía ningún mal presentimiento.
Sei Molfer no los vio irse, no tenía tiempo. Estaba demasiado concentrada con su pelea.
—¡Arruinaron mi noche romántica con mi esposo!
Kei alcanzó a escucharla y sintió náuseas.
—¡E-ellos están casados! E-es normal... ¡Mierda, es demasiado incómodo!
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Gabrielku y Kei se detuvieron en un lugar solitario, al lado de un enorme lago.
—Nadie nos escuchará aquí.
—¿Y bien?
—Su majestad, Tinia, la reina de Turger, está interesada en conocerlo.
—¿A mí?
—Sí.
—¿Por qué?
—No lo sé.
Eso era demasiado sospechoso… ¿Debe ir? Kei se preguntaba lo mismo.
—Si no vas, la reina revelará su identidad. Es una advertencia.
—… ¿Cuándo?
—En un mes.
—… En dos meses. Aceptaré ir en dos meses. ¿Está bien?
—… Supongo que está bien. Adiós…
Gabrielku se fue corriendo.
Kei bajó la mirada y cerró los puños con fuerza.
—Es una trampa… Pero no tengo otra opción.
["Comunicación de pensamiento" activada. Mio, ven por favor. Estoy en el lago "Grija".]
Pasaron algunos segundos y recibió una respuesta.
[¿Pasó algo?]
[Sí... Escucha.]
Después de unos minutos, Mio, en su forma animal, llegó con Kei.
—¿Estás lista?
—Sí… Perdón por esto.
Mio volvió a su forma humana y comenzó a golpear a Kei.
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Después de buscarlo por varios minutos, Sei Molfer encontró a Kei.
—¡Kei!
Kei estaba en el suelo, completamente herido, sin ojos y sus brazos estaban destruidos.
Con lágrimas en sus ojos, Sei Molfer abrazó a su amado hijo.
Sei Molfer ganó su pelea. Tenía un par de heridas, pero nada grave.