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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 590 - NSFW

Kain llevó a Sachiko y Rin a una habitación en la fortaleza del cielo.

Sachiko y Rin estaban asombradas por la decoración, lo elegante y espacioso que era. La pared circular cubierta de espejos. Una cama grande en la que podían dormir tres personas cómodamente. La tela del cubrecamas se veía suave y esponjosa. El suelo cubierto con una alfombra peluda de color miel. Las cortinas beige con bordes dorados, pero por alguna razón no se veía nada para afuera, como si estuvieran en un edificio alto.

Sachiko miró a Kain, este último asintió con una expresión amigable en su rostro.

Sachiko camino paso a paso, se fue acercando al ventanal, no veía nada, pero el cielo oscuro, solo el cielo, solo el cielo, hasta que de repente vio la tierra, dio un grito de espanto y se cayó sobre su trasero. Ella se dio media vuelta y se arrastró hasta Kain y lo abrazó de una pierna.

Rin quedó impresionada al ver a su hermana.

Kain no se sorprendió o burlo, era la reacción normal. Él acercó sus manos, tomo a Sachiko por las manos y la ayudo a ponerse de pie. Ella lo abrazó con todas sus fuerzas y oculto su rostro en el pecho.

—Sachiko, Sachiko, todo está bien, no te va a pasar nada— dijo Kain con voz reconciliadora

—pero Kain-sama— dijo Sachiko y lo miró a los ojos con una claro espanto en la mirada.

Kain mostró una sonrisa cándida, acercó sus labios y le dio un pequeño beso —ven, voy a ir contigo, vas a ver que no pasa nada— dijo Kain, él miró a Rin y estiro su brazo izquierdo —ven con nosotros—

Rin se mordió el labio inferior, se acercó a Kain y se abrazó a él mientras se ruborizaba. Ella levantó su rostro y lo miró con ojos inocentes. Kain acercó su rostro, le dio un pequeño beso y separaron sus labios. Él las llevó cerca de la ventana. Sachiko estaba tensa desde el principio y Rin se fue poniendo tensa a medida que se acercaban.

Kain se detuvo a un metro del ventanal, ellas estaban tan aferradas a él como un gato a un árbol cuando un perro los persigue, solo les faltaba engrifarse.

—Mira, no pasa nada, estamos en el lugar seguro— dijo Kain abrazando a cada una para que no salieran corriendo.

Sachiko siguió mirando, por alguna razón no podía apartar la mirada. Por otro lado, Rin tenía los ojos cerrados.

—Mira, eso es la ciudad de Los Sabios— dijo Kain con voz suave, señalo a un círculo pequeño de montañas en el centro del país. Sachiko miró y vio su hogar. Era tan pequeño que era risible. Ella había vivido toda su vida en ese lugar, lo encontraba extenso y maravilloso, pero desde esta altura se veía insignificante.

Rin abrió un ojo, miró la mano de Kain y siguió su dirección. No pudo ver la ciudad de Los Sabios. Ella miró a Kain, él la miró de vuelta, sonrió para ella y acercó su rostro, apego su mejilla a la de ella y señalo con su mano —allí— susurro él.

Rin siguió la dirección de la mano y pudo ver algo tan pequeño que parecía un huevo de piedra. Si ella hubiera levantado su mano y cerrado un ojo, lo hubiera podido tapar con el pulgar.

Kain empezó a señalar otros lugares como la meseta de los sabios, la cordillera Ansu, los límites de la nación de la Tierra: La nación de la Lluvia, Los Pastizales, La Cascada. Donde empezaba la nación del Fuego y así sucesivamente.

Gracias a eso, Sachiko y Rin estaban más tranquilas, pero se seguían aferrando a Kain.

—¿Mejor?— preguntó Kain

Ellas lo miraron y asintieron, pero no se despegaron de él.

—Ven, vamos a beber algo y relajarnos— dijo Kain y giro sin soltarlas, ellos caminaron a una mesa, pero Kain decidió que era mala idea. Estaba muy cerca del ventanal. Así que caminaron a la cama y ellas por fin se soltaron. Ellas se sentaron al borde de la cama y soltaron un suspiro de alivio.

Kain fue a buscar una silla, se sentó delante de la cama y las quedó mirando. Sachiko y Rin lo miraron, se sonrojaron y agacharon la mirada.

—No hay porque avergonzarse, es una reacción natural— dijo Kain, levantó la manga y mostro el brazalete negro —Vástago—

La pequeña unidad de apoyo emergió del brazalete, levito y su ojo brillo rojo. Sachiko y Rin lo quedaron mirando. Para Sachiko no era primera vez que veía el pequeño diamante gris, pero seguía siendo igual de sorprendente que la primera vez.

—Botella de vino de la conmemoración del Dios Shinobi y tres copas— dijo Kain

La pequeña unidad de apoyo se movió al velador a un lado de la cama y proyecto la botella y las tres copas.

Kain acercó su mano, tomo el corcho con los dedos y lo sacó de golpe. Él acercó un poco su nariz y olió el aroma —lleva siete años esperando a ser abierto. Se hizo en el año en que murió mi tío Hashirama— dijo —él reunió a las grandes naciones y firmo el gran acuerdo, pero la paz solo duro hasta que él murió. Hoy es un día triste para mí, me gustaría compartir una copa con ustedes—

Rin se preocupó por Kain, pero solo Sachiko sabía lo que su actuación produjo. No solo destruyo al daimio y los nobles. Sino que lo que hizo el pequeño kage produjo fuertes conflictos alrededor del país. Era un día triste para el dios shinobi actual, él no había muerto, pero la guerra se había declarado.

—Kain-sama, no es su culpa— dijo Sachiko

Kain mostró una pequeña sonrisa y asintió, él sirvió vino en cada copa y se la tendió a cada una. Él tomo una copa y le ofreció un brindis. Ellas acercaron su copa y brindaron con él.

Sachiko llevó la copa a sus labios, bebió un sorbo y lo degusto. El vino tenía un sabor suave y sin residuos, bastante agradable al paladar. Ella dejo la copa en el velador y se acercó a Kain. Este último la miró a los ojos. Sachiko mostro una pequeña sonrisa, le tomo la mano a Kain y lo ayudo a ponerse de pie.

Rin también se puso de pie, ella dejo su copa en el velador, se acercó a Kain y le quito su copa. Ella la dejo en el velador y tal cual como lo hizo su hermana, le tomo la mano a Kain. Entre ella y Sachiko lo guiaron a la cama.

Kain se sentó en el borde de la cama mientras Sachiko y Rin se quedaron de pie. Ellas llevaron las manos a los tirantes de su vestido y lo soltaron. El vestido cayó al suelo y quedaron desnudas. Sachiko era una cabeza más alta que Rin, su cuerpo maduro y curvilíneo. Rin era muy parecida, pero su físico era menos glamoroso, más firme y terso.

Sachiko se acercó a Kain, se sentó a un lado y Rin del otro lado. Sachiko llevó sus manos al pecho de Kain. Rin la imitó. Entre las dos lo empujaron y Kain se recostó en la cama. Sachiko acercó su rostro y lo beso. Después ella apartó su rostro y fue el turno de Rin. Ella también lo beso y apartó su rostro. Fue el turno de Sachiko y así sucesivamente.

Sachiko era más experimentada, así que ella llevó su mano al pantalón y comenzó a estimular a Kain. Cuando ella lo noto excitado, ella dejo a Rin para besarlo mientras ella bajaba a la entrepierna.

Kain beso a Rin, la abrazó con el brazo izquierdo y le sujeto la mejilla con la mano derecha mientras la besaba. Sus besos se volvieron más intensos, la excitación aumento. Sachiko era muy intensa y hábil. Kain continúo besando a Rin, deslizo sus manos a la cintura, subió a la espalda, era una piel suave y tersa. Después él deslizo sus manos a la cadera y bajo hasta el trasero. Igual que Sachiko, tenía una bonita forma, pero todavía no había madurado como su hermana. Suave y firme, él le apretó las nalgas, se las masajeo, pero de repente se detuvo y apartó su boca de la de Rin. Él soltó un jadeo caliente y cerró los ojos.

Rin miró hacia abajo, vio a su hermana con la cara metida en la entrepierna de Kain. Ella apartó su rostro y lo de Kain salió de la boca de Sachiko. Ella lo lamio y Rin preguntó —onee-sama, yo—

—No— dijo Sachiko mientras lo lamia de arriba debajo de forma lujuriosa —yo me hago cargo de esto— ella lo siguió lamiendo, intentando que se volviera a poner duro.

Kain acercó su rostro al de Rin, la beso, continúo bajando por el cuello. Rin soltó un jadeo y lo abrazó. Ella acercó sus senos, Kain se los labios, tenían la forma de una naranja. Firmes y tersos. Le lamio los pezones y movió la lengua dibujando la forma de la aureola. Todo en ella era pequeño, no tenía la voluptuosidad de su hermana, pero la ternura de la juventud.

—Rin— susurro Kain, llevó su mano derecha a la cabeza de Sachiko y la apartó lentamente. Después él llevó sus manos a la cintura de Rin, la guio a la cama y la recostó. Él la beso en los labios y empezó a bajar por su cuerpo. Paso por los senos, siguió a las costillas, al estómago, al ombligo, dibujando con la lengua el contorno, bajando a la vulva, la piel suave y blanda, un poco gordita. Un pequeño triangulo señalaba donde empezaba su sexo. Kain paso la punta de sus dedos por encima de la vulva, la acaricio con la yema de los dedos formando círculos.

Rin soltó un gemido, cerró los ojos y se concentró en la sensación. Ella soltó un largo suspiro y sintió como su pecho se inflaba. Ella suspiro y miró hacia abajo, se mordió el labio inferior y movió su entrepierna. Alguien le acaricio la cabeza. Rin miró a un lado y vio Sachiko. Esta última estaba acostada en la cama, su rostro muy cerca del de ella y le peinaba el cabello.

—¿Cómo se siente, Rin? ¿Bien? ¿Te gusta?— preguntó Sachiko

Rin soltó varios jadeos como si no pudiera contener lo que tenía dentro, ella asintió y se mordió el labio inferior mientras gemía y curvaba su espalda. Ella soltó una exhalación y cerró los ojos. Ella tiro su cabeza hacia atrás y soltó un fuerte gemido.

—Está bien, disfrútalo, Rin— dijo Sachiko mientras le peinaba el cabello —aquí viene Kain-sama— le susurro

Rin la miró y asintió. Ella sintió como Kain subía por su cuerpo, sus labios marcando todo el camino hasta sus senos. Rin soltó un fuerte gemido, ella miró hacia abajo, vio a Kain acercar su rostro. Él acercó sus labios y la beso. Rin puso sentir como algo muy caliente la tocaba en su entrepierna.

Kain lo acercó y abrió los labios haciendo su camino al interior, presionando poco a poco hasta encontrar el primer limite.

Rin frunció el ceño y cerró los ojos. Ella se aferró a Kain, pero no se quejó.

Kain continúo besando a Rin y presiono un poco hasta entrar. Rin se abrazó con más fuerza y le enterró los dedos en la espalda. Kain lo siguió presionando hasta llegar al fondo. Rin echo su cabeza hacia atrás y soltó un fuerte gemido de dolor. Kain la beso buscando su boca y ella acercó su boca. Besarlo le quito un poco el dolor, pero Kain no se detuvo.

Sachiko los miró, Kain encima de Rin, besándola y moviendo sus caderas. Rin respondía bastante bien, pero se le veía incomoda por ser su primera vez.

Kain llevó su mano izquierda a la entrepierna de Rin y la comenzó a estimular. Esta última soltó una exhalación de excitación. Ella acercó su boca a la de Kain y lo beso. Kain lo continúo moviendo, entrando y saliendo de ella hasta que ya no pudo más. Lo presiono una última vez y lo dejo todo dentro de Rin.

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