—¡Santo Cielo!— grito Kain con todas sus fuerzas
Aoi estaba en el vestidor cuando lo escucho. Ella se asustó y corrió a la puerta del vestidor. Abrió la puerta y salió a la habitación en donde se supone que Kain debería estar descansando.
Ella llegó a un par de metros de la cama, se detuvo y vio que Kain no estaba en su cama. En su lugar, él estaba en el suelo, sobre una alfombra de color miel. Kain estaba en posición de loto, su cuerpo sudando, pero la sonrisa en su boca era intensa y llena de emoción.
Aoi se acercó a Kain, ella estaba cansada emocionalmente después de haber pasado por la resurrección de Kain. Así que lo miró con el ceño fruncido —Kain— dijo —se supone que tienes que descansar—
Kain la miró, tenía el rostro y todo su cuerpo cubierto por una capa de sudor como si alguien le hubiera tirado una cubeta de agua, pero él sonreía —esto— dijo —funciona increíblemente bien. Ve las gráficas en tu dispositivo—
Aoi así lo hizo, a ella no le gustaba la interfaz visual, la sentía demasiado invasiva. Así que ella levanto la manga de su polera y miró el brazalete oscuro en el antebrazo izquierdo. Ella comenzó a presionar iconos hasta encontrar la información del análisis. Al encontrarla, presiono el archivo y mostro en la pantalla del brazalete las gráficas y notas.
El chakra estaba bien, era el mismo que poseía Kain ayer. Lo mismo su fuerza física, pero había algo más. Lo que buscaba su hija. La famosa esencia vital, la sustancia de la que estaban construidas las divinidades de los dioses. Kain había formado una.
Aoi se quedó petrificada, miró a Kain, lo veía sonreír. Él tenía su hermoso cabello blanco húmedo como si alguien le hubiera arrojado agua encima. Ella podía escuchar su corazón, lub dub, lub dub, lub dub. Ella se quedó congelada, no estaba ni contenta o enojada. No, era más como que no sabía cómo responder. Solo habían pasado un par de minutos desde que ella dejo a Kain solo mientras preparaba ropa para él. En ese lapsus, él había ascendido a la divinidad.
—¿Qué pasa, cariño?— preguntó Kain, se puso de pie y se acercó a ella.
Aoi dio un paso hacia atrás con terror en su mirada, sin saber que pensar de Kain. Él ya había conquistado a la muerte, ahora era un dios. Ya no lo reconocía. Se podía si quiera considerar humano.
—Aoi— hablo Kain con un tono de voz firme. Aoi dio un respingo y lo miró, pero después agacho la mirada. Kain tomo una profunda respiración y soltó un suspiro —Aoi, mírame, soy Kain—
Aoi levantó la mirada con temor y lo miró por unos segundos.
Kain sonrió con ternura —vamos, bonita, soy yo. Nada ha cambiado, sigo siendo yo. Mírame, soy Kain, el Kain Uchiha, soy tu marido, el padre de Miyuki-chan— dijo
Aoi lo miró a los ojos y le dijo —Kain, te tengo miedo—
—¿Por qué?— preguntó Kain, dio un paso hacia adelante, pero Aoi retrocedió el mismo paso. Kain se quedó congelado, pero sonrió y le dijo —ok, hagamos esto, tú me preguntaras algo que solo yo sepa y yo te responderé. Vamos, adelante—
Aoi miraba a Kain, esa sonrisa la tranquilizo un poco. Ella se mordió el labio inferior y cuando le iba a preguntar algo, Kain se le adelanto.
—Incluso se dónde tienes tus lunares secretos— dijo Kain con cierta seguridad como si fuera el logro más grande del mundo
Aoi se quedó congelada y después se largó a reír por lo tonto que parecía Kain.
Por supuesto, Kain fue sutil y cuidadoso. Que ella se riera no lo arreglaba todo, pero era un avance. Así que él se acercó como si ella fuera un colibrí apoyado en una rama a la altura de su pecho. Kain sonrió como dulzura, fue dando un paso a la vez. Aoi lo quedó mirando a los ojos. Ella parecía más calmada, pero Kain no bajo la guardia. Él estiro su mano poco a poco y toco la punta de los dedos de la mano derecha con la suya. Suave, superficial, como si temiera que ella se asustara y se fuera volando.
—¿En serio eres tú? ¿Eres mi Kain?— preguntó Aoi con una sonrisa nerviosa
—Sí, cariño, soy yo, Kain— dijo Kain con una sonrisa dulce —sigo siendo yo, el mismo que te ama—
—¿En serio?— preguntó Aoi, tomo una profunda respiración
Kain asintió y la punta de sus dedos se deslizaron por la mano de Aoi, siempre con cuidado y delicadeza. Él sostuvo la mano derecha y siguió con la mano izquierda. Aoi lo miraba a los ojos, la preocupación todavía estaba en sus ojos color malva, pero era más suave, como un pequeño malestar.
—Te amo, Aoi— susurro Kain —gracias por haberme dado a Miyuki, ella es muy linda—
Aoi asintió con suavidad y sonrió más tranquila.
Kain soltó las manos de Aoi, subió por los antebrazos y deslizo sus manos a la cintura. Él acercó su rostro. Ella era más pequeña, así que él tuvo que agacharse. Aoi levantó su rostro y sus labios coincidieron. Kain la beso como era usual, aunque sintió los músculos de su boca un poco toscos por el hecho de que eran nuevos y no estaban acostumbrados a este movimiento.
Kain apartó su boca y le dijo —parece que vamos a tener que practicar para que mis músculos tengan la flexibilidad y habilidad anterior—
Aoi sonrió más tranquila, feliz y conforme con el sentimiento en su corazón. La duda de que todavía era su Kain estaba ahí, era pequeña, como un grano de arroz, pero todavía rondaba su corazón. Sin embargo, la calidez del cuerpo delante de ella, el sentimiento que le trasmitía. Todo eso le decía que este era su Kain.
—Oye— dijo Aoi, apartando su rostro mientras cerraba los ojos, sonreía y fruncia la nariz
—¿Sí?— preguntó Kain, un poco preocupado por la expresión de Aoi
—Tienes que bañarte— dijo
Entonces Kain fue consciente de que su nuevo cuerpo reacciono a la creación de su primera divinidad. La esencia vital había pasado en menos de cinco minutos por los tres estados y se había "solidificado". Ahora era como una segunda alma más pequeña al lado de su alma principal.
Kain tomo a Aoi de la mano y la llevo al baño. Ahí cerraron la puerta y se amaron bajo la ducha mientras el agua caía como si fuera lluvia.
Kain y Aoi salieron del baño vistiendo batas blancas. Ambos con el cabello húmedo.
Kain avanzaba y movía los brazos para elongar porque todo su cuerpo se sentía demasiado rígido. Era el pequeño precio por tener un cuerpo nuevo que pudiera canalizar y controlar todos los tipos de energía que había conocido a lo largo de su existencia: Mana, chakra, fuerza del alma, esencia vital, energía natural y la última actualización, cortesía de Guardian, Reiatsu, una forma bastante particular de la fuerza del alma, pero era raro, porque era fuerza del alma y no lo era a la vez. Todavía había mucho que estudiar, pero por ahora, estaba bien. No es que necesite reiatsu teniendo a su alcance la esencia vital; la energía de los dioses.
Aoi se sentó al borde de la cama, sacó una toalla de uno de los muebles y se empezó a secar el cabello —ahora que formaste tu núcleo divino ¿Cómo lo vas a utilizar?— preguntó.
—Lo primero será crear una divinidad para desarrollar pensamiento múltiple— dijo Kain, llegó al lado de la cama y se sentó.
Aoi detuvo el movimiento de la toalla sobre su cabello. Ella quedó mirando a Kain con sus ojos color malva y se sintió rara, extraña, no lo sabía. No, Kain era el raro.
Kain soltó una risita y le preguntó —¿Por qué me miras así?—
—Bueno, pensé que transformarías la divinidad en un poder más útil— dijo Aoi —no sé, como Naomi, que puede crear todo tipo de cosas—
—¿Para qué?— preguntó Kain, él estiro la mano y la giro con la palma mirando al techo.
Aoi miró el cuerpo de Kain, se sentía extraño con todos esos circuitos de sello sobre su piel, como si se hubiera tatuado todo el cuerpo. Solo su rostro estaba visible.
Sin embargo, Aoi quedó muda al ver como en la mano de Kain se formaba un globo ocular de color malva. Era como si se fuera formando desde la base y creciendo hasta volverse la masa ovalada con los nervios en la parte posterior.
Kain termino de crear el byakugan y se lo presento a Aoi. Esta última, acostumbrada a las cosas del laboratorio, acercó su mano sin miedo y lo sostuvo. Era una sensación blanda y húmeda, como si el ojo estuviera listo para ser implantado en la cuenca de cualquier persona. Ella miró a Kain con sorpresa.
Kain mostro una sonrisa astuta y le dijo —para eso necesito el pensamiento múltiple, para llevar a cabo varios procesos complejos en simultaneo. A su vez, esto fortalecerá mi poder y junto al rinnegan, me dará la posibilidad de realmente ser un dios de la creación. Aaaaah, pero no le digas a Naomi, es un poco orgullosa de su poder—
Aoi de nuevo quedó sin palabras mientras sostenía en su palma el ojo del byakugan.
Kain soltó un suspiro, paso su mano por encima de la palma de Aoi y el byakugan se desvaneció. Kain llevó sus manos a las caderas de Aoi y la guio para que ella se recostara. Su hermoso cabello oscuro quedó regado alrededor de su rostro. Los ojos color malva miraban a Kain.
Kain se recostó a su lado. Aoi lo miraba y Kain nunca le aparto la mirada. Kain sonrió y le tomo las manos —no pasa nada ¿Entendido? Eso es solo otro experimento, otro progreso para nuestros planes ¿Entendido?— dijo y Aoi asintió. Kain sonrió, acercó su rostro y la beso en los labios —tienes que saber que siempre te amare, no importa lo que pase. Por último, tú sabes que todo lo que tengo está disponible para ti. Si tú también quieres experimentar esto, solo debes decírmelo—
Aoi asintió, pero se veía la preocupación en su mirada.
Kain solo pudo tomar una profunda respiración y esperar lo mejor. Él se sentó en la cama y empezó a buscar su ropa.
Aoi se sentó al borde de la cama y le preguntó —¿Adónde vas? Recién acabas de resucitar. Necesitas un par de horas para que todo esté en perfecta circulación. Sin contar los análisis y esas cosas—
—Sí, bueno ¿Qué te puedo decir? Todavía tengo un juego que terminar— dijo Kain con una sonrisa amarga mientras pensaba en Yoruichi —hay gente que lo apuesta todo tontamente sin medir las consecuencias—
—¿Te refieres?—
—Sí, a la dulce princesa de la nación del Rayo—
Aoi quedó mirando a Kain, tomo una profunda respiración y le preguntó —de verdad vas a utilizar a esa muchacha Uzumaki como cebo ¿No crees que es un poco extremo?—
Kain sonrió y le dijo —no te preocupes, esa princesa es demasiado idiota, debe tener algo que la haga pensar las cosas dos veces. Además, ella va a ser el siguiente daimio y no nos sirve alguien temperamental—
—¿Ella daimio?—
—Así es— respondió Kain, se levantó y dijo al techo —Guardian, proporcióname un nuevo brazalete y un traje de batalla—
Al instante Kain se rodeó de una masa constituida de pequeñas arañas de piedra más pequeñas que las propias hormigas y alrededor de su cuerpo se formó un traje negro de una pieza. En su brazo izquierdo un brazalete.
Al instante siguiente aparecieron las unidades de apoyo Vástago y Segador. Ellas viajaron al brazalete en el brazo izquierdo de Kain y entraron al sello de almacenamiento.
La masa de diminutas arañas que creo el traje y el brazalete, se desvaneció y solo quedó Kain, en el traje oscuro, con su llamativo cabello blanco y ojos azules.
—¿Qué tal?— preguntó Kain girándose de lado a lado y mirando a Aoi para ver su reacción.
—Perfecto— dijo Aoi con tranquilidad
Kain asintió, cerró los ojos y al abrirlos, sus ojos se volvieron de un gris con ondas que se extendían por sus ojos con cinco tomoes en el centro —es hora de terminar este juego— dijo