-Al parecer es como dijo, Hiruzen- dijo Tobirama revisando un pergamino con información sobre Kumogakure.
En estos momentos estaba reunido con todos los lideres de clanes en la carpa que funcionaba como centro de mando. Tobirama estaba de pie en la cabecera de la mesa, donde habían extendido el mapa de la nación del Trueno con las fichas que simbolizaban las tropas de Konoha y las enemigas. Sin embargo, para confusión de la mayoría, Tobirama solo estaba acompañado de Danzo, mientras que Hiruzen se mantenía al final de la mesa como representante de su clan.
Tobirama apartó la mirada del pergamino y miró a los presentes analizando cada una de las expresiones. No obstante, indiferentes a su confusión, Tobirama solo explico lo que había en el pergamino.
-Kumogakure tiene un conflicto interno entre los protectores y el raikage, por eso no han enfrentado a Konoha como deberían. No obstante, al verse invadidos, el raikage y los protectores han puesto a un lado sus diferencias y planean avanzar contra Konoha-
Todos tomaron una profunda respiración, pensando en que la guerra continuaría por un tiempo. Tobirama asintió a su actitud, porque parecían entender para donde se dirigía y que es lo que venía.
-Tomaremos la iniciativa- dijo Tobirama, lo cual sorprendió a todos -iremos directamente a las montañas nubladas, donde está la villa oculta y los atacaremos en su propio territorio-
-Perdone, hokage-sama- dijo Hideki Hyuga, el anciano lo miraba nervioso y con las manos temblorosas -pero no sería mejor establecer una defensa y aguantar hasta que se rindan-
-De ningún modo, estamos luchando en varios frentes. Eso solo desgastaría a nuestra gente y disminuiría nuestros suministros. Necesitamos terminar lo más pronto posible en este lugar y distribuir a nuestros hombres para disuadir a la nación del Agua y detener el avance de la nación de la Tierra. En estos momentos, Kirigakure solo ha enviado a las Siete Espadas, pero no han enviado a nadie de los clanes importantes. Ellos también tienen problemas internos, ya que poseen igual número de clanes con kekkei genkai y sin kekkei genkai. Una vez que todos ellos se pongan de acuerdo como van a repartir las recompensas, será una guerra total. Incluso el Misukage se unirá a la lucha. Debemos aprovechar esta instancia y vencer a Kumo para que cuando luchemos contra Kiri, no tengamos a los de Kumo aguijoneándonos por la espalda-
Hideki Hyuga abrió la boca queriendo apelar a la sensatez, pero no encontró agujeros en la lógica de Tobirama. Al mismo tiempo, este último miró al resto y vio a Izamu Nara levantando la mano.
-Adelante- dijo Tobirama
-Señor, en ese caso ¿Cómo está la región de la Tierra?-
-También tienen problemas de división. El daimio tomo a la mitad de los shinobis y los replegó a la capital. Así que la región cercana a la nación de los Pastizales y la Lluvia no nos dará problema. El real problema está con el segundo Tsuchikage, Mu, quien tomo a la mitad de las fuerzas de la nación de la Tierra y reclamo a la nación del Hierro bajo su jurisdicción. Ya aseguro la capital y al daimio. Desarmo a los samuráis y mato a los que se negaron a rendirse. Según mis predicciones, va a extender su dominio hasta la nación del Arroz y se detendrá-
-¿En ese caso…?- murmuro Hideki Hyuga -no son un problema para Konoha-
Tobirama negó y le dijo -Mu es inteligente, se está extendiendo una pulgada para el día de mañana tomar un kilómetro. Si Iwagakure se hace con el control de la nación del Hierro y la nación del Arroz, a futuro tendrá los suministros para lanzar una guerra a gran escala. En este momento lo podría hacer, cuenta con los suficientes shinobis, pero su presupuesto es limitado. De lo contrario, hubiera matado a su propio Daimio y reclamado el país de la Tierra como dominio de su villa. Después hubiera tomado a los shinobis que se replegaron para proteger la capital y nos hubiera atacado de frente-
-Parece un plan poco sensato- rebatió Hideki
-Una vez que él haga eso, tendremos las manos llenas protegiendo solo ese sector- respondió Tobirama -Kumogakure avanzará desde el Noreste y Kirigakure avanzará del Este. Y por supuesto, al vernos debilitados, Sunagakure avanzará desde el Oeste. Konoha será aplastada y la nación del Fuego será distribuida entre los vencedores. No se confundan, Konoha es fuerte- Tobirama hizo una pausa y los miró a todos a los ojos -pero no somos invencibles. En estos momentos contamos con varios guerreros excepcionales, pero por cada shinobi de Konoha, hay diez que quieren invadir nuestra nación. No estamos en posición de ser "sensatos" y tomar estrategias defensivas. Debemos golpear rápido y asegurar la victoria-
Todos se quedaron asombrados ante el análisis de la situación, pero como era Tobirama, nadie dudo de sus palabras, salvo Tadashi Uchiha y Hiruzen Sarutobi. Tobirama noto la mirada de estos dos y entrecerró los ojos con desconfianza.
La reunión continuó con Tobirama explicando la estrategia y modo de avance.
Por otro lado, Hiruzen miraba a los lideres de clanes y administrativos, escuchando cuidadosamente todo lo que decía Tobirama y siguiendo cada movimiento de sus manos. Era como si él los tuviera hipnotizados. No obstante, para Hiruzen fue como si le entrara por un oído y le saliera por el otro. En lugar de poner atención a Tobirama, recordó lo que le dijo Tadashi Uchiha.
<<-Para los Uchihas, los ojos lo son todo ¿No te has preguntado por qué mi tienda de campaña es más pequeña que la de los otros lideres? ¿O por qué no hay guardias en mi puerta, tengo poco mobiliario, no hay alfombras y mi cama es pequeña?... Es porque no soy reconocido como un Uchiha. Solo Madara-sama me reconoció como un Uchiha y me dio la oportunidad de escalar posiciones en su ejército. Sin embargo, no te confundas. Madara-sama lo hizo porque con el tiempo, el entrenamiento y la perseverancia, mi taijutsu y uso de sellos explosivos se volvió excepcional. Solo esa vieja cosa del país de la Tierra, que con el tiempo se volvió el primer Tsuchikage, me puede igualar. El hecho es que al no poseer sharingan, mi mente pensaba desde otro punto de vista y podía visualizar con mayor facilidad los movimientos del enemigo. Cuando estuve en mi mejor momento, posicionaba mis sellos explosivos de manera sabia y podía destruir un ejército de ciento por mi propia cuenta. No es por presumir, pero me llamaban el destructor-
El anciano estaba recostado en su cama riendo por lo bajo mientras Hiruzen lo miraba desde una silla.
-Bueno, me fui un poco por las ramas- continuo Tadashi -pero la cuestión es que, al no ser reconocido como un Uchiha, me replanteé la lealtad que me enseñaron a tenerle al clan. Entonces busque mi propia motivación. Los países tienen a sus daimios, los clanes a sus lideres, los comerciantes al oro, los amantes a sus personas "predestinadas" y así sucesivamente.
Era la época de los Estados Combatientes, solo había una forma de vivir, y esa era luchar. Así que me pregunte ¿Por quién arriesgaría mi cuello en la vida?
Por mi clan no era posible. A los quince años ya me había desencantado del clan Uchiha y cada vez que me encontraba con Naori-sama, teníamos discusiones. Ella siempre fue buena conmigo- sonrió Tadashi al recordar -ella era la hermana mayor que nunca tuve. Yo creo que, si me mantuve en el clan, solo fue por ella y mi familia. Bueno, de nuevo me estoy yendo por las ramas.
Así que, en una de esas noches, después de discutir con Naori-sama antes de una misión, pensé en el encuentro que tuve con un joven Uzumaki cuando tenía diez años. Eso fue un golpe de suerte. Algunos lo llamaran destino, pero quiero creer que fue algo mágico, como si algún dios lo hubiera llevado a mí. Por eso prefiero la palabra suerte. Él estaba herido y yo lo ayude. En ese entonces tenía mi espíritu guerrero dañado, así que no esperaba nada de él. Sin embargo, mi amigo Uzumaki le hizo honor a su apellido y fue como decían las canciones sobre su pueblo. Un Uzumaki es un amigo para toda la vida y él supo recompensar mi buena voluntad. Me enseñó a realizar sellos explosivos (como él era joven, era lo único que sabía hacer) sin embargo, aprender eso, cambió toda mi vida. Seguí sin tener sharingan, pero con los sellos y el desarrollo del taijutsu que me enseño mi amigo, mi vida sufrió un cambio drástico.
La cosa es que, pensé en el futuro y en si yo no hubiera perseverado hasta ese momento en que conocí a mi amigo. En ese momento, yo me quería morir. Mis padres y familiares me despreciaban por no poder despertar el sharingan. No era un Uchiha a sus ojos, e incluso mi padre se quiso divorciar de mi madre porque decía que lo había engañado. A ese punto llegaba la obsesión con el sharingan dentro del clan.
Otra vez me estoy yendo por las ramas- menciono Tadashi mientras se rascaba la frente -lo importante es que mi futuro se volvió mi motivación. El futuro venía cargado de esperanzas y posibilidades, tanto para bien como para mal. Sin embargo, con el tiempo eso cambió y mis hijos se convirtieron en los reyes de mi alma y mi corazón. Ellos eran el futuro, ellos estaban cargados de esperanzas y posibilidades.
Tadashi soltó un suspiro y dijo -el futuro es algo increíble y a veces triste. Naori-sama dejo el campo de batalla por su pequeña niña. Izuna-sama murió y Madara-sama cambio. Se fundo Konoha y se establecieron acuerdos entre los grandes clanes. Yo seguí sin ser considerado un Uchiha, pero mis nietos podían crecer grandes y fuertes. Sanos y apartados del campo de batalla.
No obstante, en algún momento bajé la guardia y empecé a creer en los títulos e instituciones. Creí en el dios shinobi por haber creado Konoha y creí en mi clan. Fue un error. Mi Kagami, mi precioso Kagami, tan lleno de esperanzas y anhelos, quería hacer lo mejor para el clan. Le advertí un millar de veces, le expliqué cómo funcionaba el mundo, pero él solo me respondía con una sonrisa y me decía "el futuro está lleno de posibilidades y si no protegemos el presente, ese futuro jamás llegará". Aunque por fuera aparentaba estar enojado con mi nieto, por dentro me sentía feliz. Kagami era un buen muchacho, un buen shinobi y un buen nieto. Siempre pendiente de sus dos hermanos pequeños.
Sin embargo, en algún momento se alejó demasiado y no lo pude alcanzar. Despertó su sharingan, lo que para mí fue un alivio, pero eso también atrajo a los malos elementos.
Tobirama apareció a mi puerta un día y conversamos. Me dijo que mi muchacho tenía potencial y que, si él lo entrenaba, sería muy fuerte. Yo lo pensé, recordé los antiguos rencores entre Uchiha y Senju, pero pensé en el cambió de Madara-sama y la creación de Konoha. Muchas cosas cambiaron ¿Por qué este hombre no podría mejorar y hacer a un lado sus prejuicios? Se decía que Tobirama era el cerebro detrás del Hokage mientras que el Dios Shinobi era el corazón. A lo mejor, Tobirama se volvía hokage, a lo mejor, mi nieto tenía una posibilidad.
Grave error.
Mi nieto en algún momento dejo de luchar por su futuro y empezó a hablar de luchar por algo más, lo llamaba el bien mayor. Algo que era más importante que el individuo. Sin embargo, somos seres humanos, si no nos sentimos bien con lo que hacemos ¿Entonces para qué lo hacemos? ¿Cuál es la razón de estar vivos? ¿Tiene algún sentido esforzarse y sufrir por alguien más?
Le dije que estaba hablando estupideces, que mejor se enfocara en su futuro. Sin embargo, él me grito que solo era un viejo egoísta. Que mis traumas del pasado no tenían nada que ver con Konoha. Después de eso nos distanciamos. Él siempre iba a dejar dinero y cosas para sus hermanos menores, pero nunca más me volvió a dirigir la palabra.
Un par de años después murió en lo profundo de un acantilado.
Tadashi se rompió en llanto y sollozo durante varios minutos hasta que por fin se calmó y continuo -quiero creer que mi nieto murió por el futuro que él quería. Pero lo más probable es que no fue así y por eso no pudo soportar la carga de lo que había hecho.
Hiruzen ¿También depositaras tu fe y futuro en alguien más o buscaras tu propio objetivo? Aquello que reinara en tu corazón y guiara tus pasos.
¿Quién es tu rey?>>