Capítulo 14

GABRIELA

Mientras iba subiendo las escaleras y pensando en lo que casi pasa hace un par de minutos con Alex, Marcos hace que me pare y mire para él. Al parecer llevaba a mi lado un par de segundos y yo no me había dado ni cuenta, estaba demasiado sumergida en mis pensamientos.

"¿Me puedes decir por qué te enfadaste tanto con Alex hace rato? ¿Y dónde te habías metido? estaba preocupado y buscándote." preguntó Marcos sin apartarme la mirada "Me enfadé, pero da igual."

"Por algo te enfadarías. ¿Primero lo sacas de una pelea y luego parece que lo quieres matar? ¿Es que eres bipolar o algo?" inquirió con el ceño a medio fruncir "Me dijo que era como un juego." susurré mirando hacia el frente.

"¿El que era como un juego?" preguntó confundido a pesar de que sabía de sobra de lo que estaba hablando "Lo que me hizo hace años, que para ellos era un juego, por eso me enfadé." confesé igualmente "¿En serio te dijo eso? Ahora entiendo por qué te enfadaste con él. De verdad, a veces sigo pensando que es un capullo y que solo quiere joderte. Pero es que no sé, parece que te quie...."

"Marcos, está todo bien de verdad, yo fui la que se puso echa una fiera cuando dijo eso. Él no tiene la culpa de que me enfadé rápidamente." afirmé y este se paró en seco "Espera, aquí está pasando algo de lo que no me he enterado."

"No ha pasado nada. ¿Qué es lo que tenía que pasar?" pregunté, elevando una ceja "No sé, se te ve muy tranquila hablando de Alex, eso no es normal." comentó y negué, porque eso no era tan cierto, al menos para mí "Es que no va a ser él el único que hable de mí. Yo tengo el mismo derecho a hablar de Alex como tú lo haces."

"Eso me confirma que ha pasado algo." prácticamente aseguró y yo rodé los ojos porque estoy completamente segura de que se formaron ideas en su cabeza que no eran. "¿De qué hablas Marcos? No te entiendo." insistí igualmente "Dijiste su nombre, nunca lo has hecho desde que te dejó."

"¿Y eso es algo importante?" cuestioné, porque que no lo dijese para mí, no tiene nada que ver "Si, es muy importante, pero ahora me voy para clase. Esta charla la tendremos más tarde. Tenemos que quedar a la tarde."

Iba a rebatir lo que estaba diciendo de que algo ha pasado entre Alex y yo, porque a pesar de que casi nos damos un beso, no pasó nada. No sé qué era lo que quería saber exactamente, pero ese tendremos que dijo no me chistó demasiado, me sonaba a que iba a involucrar a Carlota, y ella no soportaba hablar de él tanto como yo lo hacía en un principio.

La clase pasó rápido y la última clase no sé si para mi suerte o mala suerte tenía dibujo técnico. Era la clase que más odiaba, al principio porque Alex estaba en ella, y luego porque no entendía al profesor y decidí que era mejor no agobiarme y mirarme los temas por mi cuenta. No sé muy bien el motivo por el que me levanté de mi sitio y me fui a la puerta a esperar algo, pero en cuanto veo que Alex se acerca, sé que ese fue el motivo por el que me levanté.

En cuanto me ve en la puerta se para y queda mirando para mí unos segundos hasta que empieza a andar de nuevo. "Es raro que no estés sentada en tu lugar. ¿Qué haces aquí?" preguntó con el ceño fruncido "Quería ver cómo estabas, pero por lo que veo estás mejor."

"Si la verdad, creo que el que me pusieras una toalla húmeda ayudó a que me bajase un poco el dolor de cabeza." afirmó y asentí "Entonces me alegro de haberte ayudado en algo." dije después de uno segundos en silencio "¿Ahora me podrías responder una pregunta?" preguntó, curiosidad evidente en su mirada.

"¿Cuál?" inquirí "¿Por qué me sacaste de la pelea?" preguntó y me encogí de hombros "Era algo que tenía que hacer. No me gusta que den una paliza a una persona que me importa...." empecé, pero rápidamente me detuve porque la había cagado, pero bien. No sé por qué dije eso, no tenía sentido lo que acababa. No lo había ni pensado y salió así sin más, pero eso lo tenía que arreglar de alguna manera. No estoy segura de que fuese a funcionar, pero por lo menos intentarlo.

"Y mucho menos si es a la que yo golpeo." dije "¿Yo te importo?" inquirió con esperanza en su voz, pero no tengo muy claro en que tenía esperanza "¿De todo lo que dije es lo que más te importó?" le pregunté, elevando una ceja "Solo responde a la pregunta por favor."

Mi salvación fue cuando vi pasar al profesor para clase, me salvó la vida en este momento porque no tenía ni idea de que contestarle en este momento. Durante la clase, notaba como alguien miraba en mi dirección, para mi espalda para ser exactos, lo que me hacía imaginar que era Alex, no podía haber otra persona que lo estuviese haciendo y sentirme así de rara.

Cuando esta terminó, recogí todo muy rápido y me fui para fuera de la universidad antes de que Alex me encontrara. Estaba otra vez en mi mundo cuando aparecen mis hermanos y Marcos. Los primeros no tardaron nada en andar a donde había dejado el coche a la mañana y nosotros nos quedamos solos.

"Vas pensando en Alex." afirmó mi mejor amigo luego de ir prácticamente todo el rato en silencio desde que salimos de clase "Pero ¿qué dices Marcos?" pregunté haciéndome la estúpida "Tú cara lo dice Gabriela, no trates de engañarme, se te nota."

"No sé qué es lo que se me nota, pero si tú quieres pensar que voy pensando en él, pues se feliz." le comuniqué. No quería que supiese que iba pensando en él, al menos hasta que estuviese preparada para decírselo yo misma "Estás rara desde que te fuiste enfadada con él, yo solo quiero saber qué es lo que pasó para que estés así."

"¿Así como?" pregunté, frunciendo el ceño "Sin estar enfadada, no sé. Hace tiempo que no se te ve tan tranquila." aseguró y rodé los ojos, porque no era del todo cierto, suelo estar así de tranquila cuando estoy pintando sin nadie que me esté observando, pero eso nadie lo sabe "Si tú lo dices, pero que sepas que no siempre estoy enfadada."

"Créeme que últimamente sí que lo estás, pero me alegra que las cosas entre vosotros se vayan arreglando poco a poco." No entendía muy bien de lo que hablaba Marcos, pero realmente era igual, o por lo menos para mí en este momento.

Este chico me había hecho algo que pienso que nadie lo hubiera podido meter en la cabeza de ninguna manera, y era que consiguió que pensase al menos en un segundo las posibilidades que había de que yo siguiera sintiendo algo por Alex. Además, aunque él no lo sabe, está que casi nos besamos y a pesar de que me aparté, en algún momento de esos cortos segundos quería que lo hiciera. Algo raro me estaba pasando e intentaría descubrir que era, porque no me gustaba no saber qué era lo que me pasaba.