ᴊɪᴍɪɴ, ᴇʟ ᴘʀᴏsᴛɪᴛᴜᴛᴏ ɴᴀʟɢÓɴ (ʏᴏᴏɴᴍɪɴ)

Jimin se recostaba su torso sobre la camilla de una de las cabinas comenzando a incorporarse lentamente en ella.

Les explico un poco él lugar donde Jimin trabaja es un poco raro a cualquier prostíbulo común puesto en este lugar no conoces el rostro de la persona a la que es follada, lo único que puedes ver es un hueco donde el trasero de alguien está a disposición de los clientes, algunas cabinas son para mamar los penes de los clientes por medio de un pequeño hueco, otros pequeños huecos muestran los penes de los trabajadores para que los clientes vallan y mamen sus penes, las cabinas más visitadas son las que se conforman por un hueco donde hay un trasero ya sea de piernas abiertas y con ataduras en los tobillos sosteniendo los mismos y otras donde el trabajador está posicionado en 4 listo para ser penetrado por cientos de penes diarios cuántas veces se es dé la gana.

Con cuidado se incorporaba metiendo la mitad inferior de su cuerpo por el hueco dejando su trasero al aire, Jimin decidió que se colocaría en esa posición debido a que las correas para pies y los objetos que usan para atar sus piernas le lastiman, además aún le duele la espalda debido a que él día de ayer se había tatuado desde la espalda hasta la mitad de su trasero.

Jimin suspira recargando su cabeza en la camilla, todo el lugar estaba en completo silencio y era un poco aterrador lleva su mirada hasta el reloj frente a él.

-7 minutos para las 7:30.

Susurra para sí mismo, los clientes seguro ya estaban realizando sus pruebas de VIH debido a que él jefe era muy cuidadoso con las personas que metía dentro del lugar.

-Hola, Me da un boleto...

Habla un joven moreno entregando la prueba negativa a cualquier enfermedad de trasmisión sexual.

-Claro, que te diviertas.

Los ruidos de la madera nueva comenzaron a escucharse, había llegado el primer cliente del día, el hombre camino por el lugar comenzando a retirar su ropa hasta quedar completamente desnudo, camina hacia un dispensador de lubricante y coge un poco para comenzar a masturbar y embarrar su miembro con el mismo, camina hacia las piernas que le parecen llamativas, Hoseok, Se posiciona en él y comienza a penetrarlo.

Los clientes con el paso de los segundos comenzaban a llenar el lugar, Jimin apretaba bien sus labios mientras apretaba sus labios siendo empujado hacia delante una y otra vez, sus manos estaban aferradas fuertemente a la camilla mientras esperaba que el tiempo pasará y el siguiente turno llegará para que esto terminará por hoy. Ni el mismo Park Jimin el trabajador del club gay "Fantasy gay sex" entendía cómo podía soportar cientos de penes por turno diario.