Evento 84: Udon y agradecimiento

"Sigh...." suspiro Haruta entrando en el restaurante de fideos Udon, luego de terminar los exámenes exitosamente Haruta ahora tenía que terminar de atar detalles antes del trabajo como Zao Shen.

Al entrar por la puerta trasera Haruta noto que no había mucho ruido "¡¿Viejo estas en la cocina?!"

"¿hmm? Quizás está en el baño" murmuro Haruta quitando su bolso del hombro mientras caminaba a la cocina, rápidamente abrió su chaqueta y se colocó su ropa de trabajo, las llamadas filipinas, un traje blanco de cuerpo completo.

Además de tener el traje y el bolso, Haruta tambien tenia en su mano la caja de madera donde descansaba el cuchillo negro familiar.

Al escuchar los sonidos de varios pasos Haruta se dio la vuelta con un traje filipinas en sus manos "Viejo, traje un traje para ti, lo necesita....."

Antes de que Haruta pudiera terminar de hablar fue impactado en su pecho, Ogata abrazo a Haruta de frente mientras enterraba su cabeza en el pecho del pelinegro.

"¡¿Ogata-chan?!"

La cara de Haruta estaba completamente roja al sentir como los pechos de Ogata se restregaron en su abdomen.

"¡Muchas gracias!" exclamó Ogata sin mostrar su rostro obviamente estaba tan avergonzada como Haruta en este momento, esta era la primera vez que ella hacía algo así por lo que no entendía muy bien todo lo que sucedía.

Lejos del lugar donde Ogata se restregaba abrazando a Haruta, el dueño del restaurante estaba de pie en el pasillo mirando la escena frente a él, su expresión era complicada y tenía sentimientos encontrados.

POV Sr Ogata

¡Rizu-chaaaan!

No puede estar pasando, mi Rizu tomó la iniciativa de abrazar a Haruta, ese mocoso malcriado está anotando puntos con mi hija..... ¡Ahhhhh!

Haruta no es un mal chico, él realmente es una persona muy buena, es un joven trabajador que no escatima sus esfuerzos dentro de la cocina, es un buen chef quien a pesar de su edad muestra las habilidades dignas de un gran maestro.

Si Haruta y Rizu se casaran el restaurante tendría un heredero asegurado, incluso si Rizu sigue estudiando en la universidad Haruta podría hacerse cargo del restaurante llevándolo a nueva alturas.

Ciertamente todas mis preocupaciones en el futuro de Rizu serían eliminadas, siempre y cuando ambos se gusten y se quieran no habría problema alguno en que se llevara a mi Rizu..... ¡¡NO PUEDE LLEVARSE A MI RIZU!!

No puedo solo entregar a Rizu como si no fuera nada, ella es mi hija, es mi única hija y Haruta es un chico, un lobo.

Haruta ya tiene dos novias, Rizu sería su tercera conquista.

Se que yo fui quien le dio la idea del harem, pero jamás le permití que cortejara a mi hija para que ella fuera su pareja, no puede meterse con mi Rizu.

¡No dejare que eso sucede mientras yo esté vivo!

Tengo que detenerlos ahora...

"Haruta...."

Pronto mis pasos y mi voz se detuvieron en cuando entre en la cocina, Haruta no estaba a la vista con Rizu.

No puede ser.... ellos ya salieron de la cocina, deben estar en el cuarto de Rizu. ¡Mi hija!

Antes de girarme para correr a la habitación de Rizu note una escena extraña, en el suelo estaban ambos jóvenes mirándome fijamente.

Rizu estaba sentada sobre Haruta, pero lo que mas me sorprendio es que las manos de Haruta estaban sobre los pechos descubiertos de mi hija, mientras Rizu estaba totalmente roja.

"¡Esto no es lo que piensa, todo es un accidente, solo es una accidente!"

"Vamos Ogata-chan explicale a tu padre"

Haruta intentó excusarse mientras se levantaba rapidamente quitando una de sus manos de los pechos de Rizu pero luego la sujeto desde la espalda quedando sus labios más cerca del otro.

La cara de mi hija estaba roja y dejaba salir extraños sonidos "Papa..."

"¡¡¡HA.... RU.... TAAAA!!!"

Perdí completamente los estribos, la expresión en la cara de Haruta reflejaba el miedo que sentía en este momento.

POV Narrador.

Haruta había logrado escapar de todos los golpes lanzados por el dueño del restaurante, los movimientos del pelinegro fueron simples pero efectivos.

Todo termino cuando Ogata recuperó su cordura y corrió hacia su padre deteniendolo en el proceso.

"Entonces todo esto sucedió por que preparaste unos pocos pasteles para probar una técnica nueva de tu repertorio, pero Rizu se comió los tres pasteles que tenías. Vaya quién lo diría, supongo que todo esto solo era un malentendido, yo siempre confie en ti Haruta" dijo el dueño riendo en voz alta mientras palmeaba la espalda de Haruta.

"Si, ahora estoy más tranquilo teniendo esa clase de confianza de su parte" dijo Haruta mientras recibía todos las palmadas del dueño.

Ogata por otro lado estaba sentada en un banquillo frente a Haruta y el dueño, ella como la principal protagonista de la escena estaba ciertamente avergonzada, nunca antes se había acercado tanto para tocar sus pechos y mucho menos había estado tan cerca de su primer beso.

Aun cuando todo sucedio tan rapido ella podía mantener la compostura fundamental, su personalidad le permite estar más calmada que otras chicas frente a esas situaciones.

"¡Haruta-kun!"

El fuerte llamado de Ogata saco a los dos hombres de su transe para mirar a la joven frente a ellos.

Antes de que Haruta pudiera preguntar a qué se debía su repentino grito ella abrió la boca nuevamente.

"¡Quiero que me sigas enseñando, quiero que seas mi tutor personal durante todo el próximo año!" exclamó Ogata juntando todo el valor posible para hacer aquella petición al pelinegro.

Para Ogata las sesiones de estudio de Haruta fueron fundamentales, ella no entendía lo que sucedió pero bajo la guía de Haruta estudiar parecia mas facil y durante los exámenes efectivamente apareció todo lo que él mencionaba como importante, perder la oportunidad de que Haruta le enseñara sería como perder su única oportunidad de cumplir sus sueños.

Haruta por otro lado miró fijamente a Ogata mientras estudiaba su expresión 'Ohhh.... esta es la primera vez que muestra una expresión pero más que eso es la primera vez que toma la iniciativa para pedir mi ayuda...'

"Bien, seré tu tutor personal, pero no esperes que sea fácil contigo ahora tendrás mucho trabajo por delante" dijo Haruta cruzando sus brazos mientras mostraba su decisión.