Las misiones arcas… Eran jodidamente incómodas.
Ese pensamiento tenía Akira desde que comenzó a viajar con los camiones militares en medio del desierto en dirección a la ciudad portuaria Massawa en Eritrea.
Los asientos traseros de los camiones militares estaban presentes, pero no era tal como le gustaría y a la larga, resultaban incómodos.
Que la carretera estuviera destruida y los caminos llenos de baches, solo volvía más incómodo todo.
"Siento que los viajes por el bosque mágico son más cómodos que este viaje. Odio estar sentado tanto tiempo." Dijo un joven hombre que le habían presentado antes.
Lo llamaban Liam Hafen era parte del equipo de Aurora y Alice, siendo el encargado de los asuntos relacionados con las redes de información y el trabajo 'virtual'.
"¿No es lo mismo que estar sentado al frente de la computadora?" Preguntó Alice con una mirada aburrida.
"No. Obvio que no." Respondió Liam y con una gran sonrisa, declaró. "Tengo una silla increíble, que es capaz de moverse por su cuenta solo con una de mis órdenes. Y es extremadamente cómoda."
La respuesta de Alice fue agitar su cabeza e ignorarlo por sus divagaciones, logrando que Aurora que está viendo su reloj holográfico, reaccionara.
"Solo aguanta un poco. Ya he enviado tu pedido a James y ha sido aceptado, pero desea traer un vehículo militar para acomodar a los encargados de la seguridad." Respondió Aurora con calma y dándole una mirada directa, añadió. "Dice que tendrá radares y bastantes chucherías para detectar enemigos."
No tenía ni la menor idea de lo que tendría y fue muy general, Akira al verla dio una risa pequeña que atrajo la mirada de su jefa.
Esos ojos negros la miraron con curiosidad en vez de la seriedad con la que hablaba antes.
"Lo siento, estaba pensando que sería bueno trabajar para ti. Tratas bien a tus subordinados." Respondió Akira y con una gran sonrisa, preguntó. "¿Reciben curriculum? No tengo ni idea lo que deseo hacer cuando me gradué, así que estaría bueno tener opciones."
Estaba siendo algo honesta con la idea de que no tenía algún objetivo luego de su graduación y de cierta forma admiraba que Aurora tuviera sus objetivos claros.
"No lo sé. Depende de cómo trabajes y cuan 'devota' seas con tus jefas." Dijo Aurora cruzándose de brazos con una mirada altiva.
¿No le estaba diciendo prácticamente que fuera aduladora? Akira riéndose se movió al lado de esa joven y se sentó a su lado, golpeando con su hombro como si fuera una niña.
"Vamos, jefa… No, Directora… No, no, ¡Gran Directora! Sea amable con su estudiante y deme una oportunidad." Exclamó Akira y viendo que esa jovencita sonreía manteniendo su papel altivo y poderoso, suplicó. "Seré una buena y amable trabajadora. ¡Un asalariado trabajador!"
Viendo la sonrisa de esa 'altiva' jefa, Akira sabía que era maravillosa para adular.
"Lo veremos." Respondió Aurora riéndose y viendo que su reloj holográfico brillaba con la notificación de que estaban llegando, dio una mirada seria y declaró. "Prepárense estamos por llegar."
Esas palabras lograron que sus nuevos compañeros que estaban en este camión se movieran, verificando si sus relojes holográficos funcionaban y si la comunicación estaba activa.
"A dónde vamos es a Massawa. Zerzura no tiene influencia en esa ciudad y eso significa que desconocemos la situación general del área, excepto por rumores. Nuestro objetivo inicial es buscar información." Dijo Aurora y mirando a Liam, ordenó. "Te encargarás del tema. Solo no hagas nada excesivo."
Cuando termino de dar sus órdenes, volvió a suspirar.
"Alice y Akira lo acompañarán. Solo manténganlo a la vista para que no se meta en problemas." Añadió Aurora con calma.
"¡Jefa no soy un niño!" Exclamó el joven hombre como si fuera un niño quejumbroso.
"No soy nadie para hablar de imprudencia, pero estas a mi altura." Dijo Aurora y con una sonrisa descarada, preguntó. "¿Si no como explicarías que conocieras a la Señora de las Bestias y la engañaras?"
Hizo la pregunta en voz alta, para informárselo a ella y Akira abrió sus ojos, sabiendo de quién estaba hablando.
La Gran Señora de las Bestias, un rango SS que la Luz de Plata y el Gigante de Acero eliminaron con el objetivo de traer calma a estas tierras.
¿Ese hombre la conoció y la engañó? Akira no supo si mirarlo con admiración por ser valiente o mirarlo como un idiota imprudente… La línea era demasiado fina.
"Jefa, ¡está disminuyendo mi autoridad como superior!" Exclamó Liam como si estuviera molesto, y con una sonrisa insolente, añadió. "Y ustedes me estaban siguiendo. Al menos yo tenía la idea de escapar no de enfrentarme a ella."
¿Ellas hicieron eso? Liam simplemente se rio, mientras Aurora recibía su mirada, que claramente no deseaba responder.
******
Liam caminó por las calles de Massawa.
Este lugar era agradable, mucho más que ningún otro y no solo el puerto estaba ocupado, sino que la calle estaba muy agitada.
La única diferencia de este lugar con otros, era el número de extranjeros que estaban presente a simple vista.
Gran parte de ellos eran aventureros de algunos gremios locales, mercenarios o tal vez jugadores parte de sus gremios de jugadores.
Bares, cabaret, prostíbulos, casinos, tiendas de armas, pociones, drogas y decenas de otros negocios que podrían existir en otros lugares, también estaban aquí a la luz del día.
Al menos no había tiendas de esclavo al aire libre, pero era posible que existieran ocultos por esta ciudad y su deber era encontrarlos.
Un trabajo que, si fuera sincero, no era tan complicado y solo había un único problema.
"…"
Liam pudo sentir que bastante miradas eran dirigidas en su dirección, específicamente a su espalda.
La razón era la jovencita que tenía una bolsa de papitas y la otra joven que miraba como una niña curiosa los alrededores.
Cualquiera podría saber que eran jóvenes extranjeras que estaban de visita y el problema era, que llamaban la atención… ¡Demasiado!
¿Quién en su sano juicio come una bolsa de papitas como si no hubiera nada en el mundo o porque la otra miraba para todas partes?
Su juventud atraía las miradas de aquellos más perversos y cualquiera las vería como un objetivo simple, del cual sacar provecho.
"Voy a ir a un bar. Pueden tomarse su tiempo." Dijo Liam por la red de comunicación y mirando de reojo a Akira, que dirigió su mirada a Alice, añadió. "No haré nada malo… Y si lo hago, podre escapar."
Era un rango S que tenía drones de última tecnología gracias a su reencuentro con el Sabio Lucius que le permitió obtener acceso a ellos.
Cualquiera de este rango no necesitaría protección y si bien era posible meterse en problemas, también era capaz de escapar.
Paso de ser seguido por la iglesia a ser cuidado por sus jefas… A Liam le agradaba que Aurora lo cuidara, pero era un hombre adulto que sabía cómo protegerse.
Y si era sincero había pasado tanto tiempo solo, que esta protección se sentía como una carga.
Por supuesto, no se atrevió a rechazar a Aurora, ya que esta era la forma que esa joven mostraba preocupación y sentía que era su forma de mostrar cuidado, pero ahora que estaba solo no era necesario mantenerlo.
"Si necesitas ayuda grita." Ordenó Alice antes de retirarse caminando para otra dirección.
Estaban a distancia hablando en voz baja por el sistema de comunicación y Liam al escuchar esa orden, se quedó en silencio por un momento y luego redirigió la mirada al verlas irse.
"¿Me escucharás si grito?" Preguntó Liam con honestidad por el sistema de comunicación.
La forma que le decían que gritara, era nada más que extraño y él tuvo esa curiosidad.
De por sí la ciudad era bastante grande como para que sea escuchado si gritaba.
"No, pero asustará a cualquiera que trate de atacarte."
Esas fueron las últimas palabras de Alice, antes de irse con una joven estudiante que miraba hacia ambos lados, como si no estuviera de acuerdo que se separaran.
La expresión de Liam tembló sin negar cierta razón en su jefa.
Al final agitando su cabeza, empezó a caminar por la ciudad y al encontrar un gran bar, cuyas ventanas estaba brillando por la luz del interior y en donde venía música, se adentró al lugar.
"Deme una cerveza." Ordenó Liam al tabernero notando que varias miradas se habían dirigido a él.
Al recién llegar, era el mejor momento para obtener información debido a que nadie lo relacionaría con Zerzura y se vería como alguien extranjero al azar.
Liam que recibió la cerveza del tabernero, la bebió con calma sentado en la barra, pareciendo que estaba pasando el tiempo al azar, pero su mente era diferente.
[Zerzura acaba de llegar…]
[El gremio de…]
[Creo que mi esposa me engaña y yo…]
[Vi que en un barco enviaban armas a…]
Su mente se llenaba de mensajes cuando Liam empezó a utilizar su inteligencia artificial para infiltrarse en los relojes holográficos a su alrededor y leer los mensajes.
Estaba cerca lo que significaba que podría encargarse de infiltrarse en sus redes de seguridad con cierta facilidad y tomar el control de ellos.
Incluso los mecánicos de su mismo rango caerían y si bien Liam era orgulloso, la verdad era que su paso de tiempo con el Sabio Lucius le abrió las puertas.
Conocía la seguridad de los relojes holográficos creados por la Empresa Cosmos y entendía cómo evitarlos, para leer cualquier mensaje.
—¿Necesitas ayuda?
Una voz mecánica sonó en su mente y Liam se asustó antes de calmarse, al darse cuenta de que era Atenea.
—¿Te has desocupado de tus tareas? —Preguntó Liam y al recibir la afirmación, añadió. —Ayúdame a organizar la información es demasiado para mi cerebro.
¿Cómo ella estaba aquí? Tal pegunta no tenía sentido.
En este mundo tecnológico una entidad virtual como Atenea era capaz de estar en todas partes al mismo tiempo mientras pudiera conectarse a la red y eso fue lo que sucedió ahora.
Utilizando la red para conectarse a su reloj holográfico y luego por medio de su inteligencia artificial se conectó a su mente.
Y ahora utilizó el mismo método para extraer la información que su inteligencia artificial estaba encontrando y tras utilizar los satélites de conexión de la Empresa Cosmos para almacenar la información, la organizó en su totalidad.
Averiguando a las personas de quienes se extrajo la información, detallando los asuntos por categorías desde lo insignificante a lo que hay que prestar atención.
—¿Quieres darme una mano? Hay algunos relojes holográficos que pertenecen a gremios. Sería genial infiltrarnos en esos lugares y robar sus sucios secretos. —Dijo Liam sonriendo mientras bebía la cerveza.
No le importaba si otras personas lo miraban como un loco, por dentro estaba contento de la eficacia de Atenea y le fue difícil resistirse y no invitarla… A pesar de que de cierta forma se sentía como si estuviera guiando por mal camino a una joven estudiante.
Sin embargo, estas acciones eran algo que realizaba en Zerzura solo que en ese lugar se daba el justificativo de seguridad.
—Te daré una mano… —Respondió Atenea y en tan solo unos segundos, Liam pudo sentir como la información empezaba a llegar y a la vez como se utilizaba diferentes métodos para infiltrarse.
Algunos métodos vinieron de él quien se lo enseñó y otros eran nuevos, logrando que las seguridades de los relojes holográficos empezaron a ser comprometidas y luego una vez que controlaba esos aparatos, los utilizaba para infiltrarse a las redes de sus gremios.
Enviando mensajes falsos que ocultaban datos que le permitía a ella infiltrarse y luego borraba los mensajes de donde se envió y una vez que se infiltraba a las redes de seguridad de los diferentes gremios, lo borraba del otro lado una vez que controlaba la seguridad.
Silencioso y letal… Atenea era una entidad virtual y a diferencia de un mecánico que seguía procedimientos y métodos específicos, para ella moverse en temas virtuales era 'normal', era su 'vida'.
Pasando por su tercera y cuarta cerveza, Liam apoyó a Atenea, sintiendo como si fuera un asistente y la razón fue que esa inteligencia artificial, una vez que se extendía a un lugar y lo controlaba, volvía a extenderse otros utilizando las conexiones.
Eso significa que si controlaba un reloj holográfico era capaz de enviar mensajes a otros relojes holográficos y tomar el control, tan solo para volver a hacer lo mismo y eso se aplicaba a las redes de seguridad de los gremios de este lugar.
Era cuestión de tiempo para que pudieran obtener toda la información almacenada virtualmente sobre la ciudad y Liam que estaba leyendo, se dio cuenta de que había bastante trabajo.
Tal como esperaba había algunos negocios ilegales, otros negocios cuestionables, algunos tratos sucios, conexiones turbias y todo tipo de actos, no al nivel de Sudan, pero si era algo que seguramente sus jefas intervendrían.
Fue a la media hora que un mensaje apareció en medio de su mente, forzándose para que lo viera.
[Nos han informado que Zerzura llegara en unos días. El objetivo de nuestro gremio es encontrar y raptar a las Protectoras de Zerzura. Ellas arruinaron nuestros negocios con Jartum al detener a nuestros socios más importantes. Y como según nuestra información ellas son importantes para la Iglesia del Tiempo y el Espacio y para la Empresa Apicius, si las capturamos y exigimos rescate, podremos obtener mucho dinero.] —Gremio de jugadores Cuervo Gigante.
¿Venganza? ¿Capturarla y exigir rescate? Junto a ese mensaje del gremio de jugadores que era bastante turbio en la zona, estaba los pocos detalles de Aurora y Alice, que solo era las descripciones de cabello y ojos negros, siendo muy jóvenes.
Leyendo más información y un aviso de que la habían encontrado caminando por la ciudad hace varios minutos, Liam se alarmó.
¡Apenas llegaron y ya tenía problemas! Enviando los mensajes de advertencia, al leer en unos mensajes del gremio que ya habían comenzado, su expresión se volvió fría.
¡Si esos malditos jugadores le hacían algo a cualquiera de esas hermanas, la Luz de Plata y el Gigante de Acero destruirán toda la maldita ciudad!
¡Con él adentro!
Me disculpo de antemano por la poca publicación de esta semana. Tuve algunos asuntos, que me llevaron a que no tuviera tiempo para publicar los capítulos. Espero que desde mañana vuelva a lo habitual.
Les recuerdo la encuesta por si no la han completado y de paso el Discord.
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Encuesta de The Guardian: https://forms.gle/Y8jKgMVTZGWnGiB66
Aquellos que han respondido las preguntas, le agradezco por el tiempo que se han tomado.