—Siempre he tenido la intención de darte esto, pero nunca pareció ser el momento adecuado. Solo... piensa en ello como un regalo de compromiso —dijo Sheng Yize pausadamente.
—¿No estás un poco preocupado de que tome el dinero y salga corriendo? —An Xiaxia estaba desconcertada.
—¿Realmente me vas a dejar por eso?
—Bueno... nunca se sabe —contó con sus dedos, calculando cuánto valía la pila de documentos.
Sheng Yize la miró con gran interés. Con sus pobres habilidades matemáticas, jamás en la vida podría determinar la cantidad. Pero... era mucho... es decir, mucho.
—Sheng Yize, sabía que eras rico, ¡pero no sabía que eras así de rico! —An Xiaxia se convirtió en una pequeña avara al instante.
—… Cásate conmigo y será todo tuyo —respondió él.
Estaba seguro de que esta tontita no iría a ninguna parte.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者