—¿Castigo? —preguntó An Xiaxia como respuesta. Luego se dio cuenta de algo.
¡DIOS MÍO! No estaba hablando del fanfiction, ¿cierto? Se fue sigilosamente hacia un lado, intentando encontrar una oportunidad para escabullirse.
—Si te mueves de nuevo te romperé las piernas —Sheng Yize la intimidó con su cara de póker.
Ella se enderezó de inmediato y se hizo la niña buena.
—Bueno, ¿cómo debería castigarte? —preguntó pausadamente, cruzando las piernas. En sus ojos titiló una expresión burlona.
—¿Me harás decidir mi propio castigo? —ella se apuntó a sí misma con incredulidad.
Mm... ¡Este chico era tan malvado!
—Sip, ¿qué más? —él lucía perfectamente sereno.
Ella gimoteó y retorció sus dedos.
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