Su Xiaomo fue la primera que reaccionó al arremangarse las mangas.
—Esta zorra manipuladora. ¿Tiene algún plan maestro en marcha? Xiaxia, solo espera. ¡Hoy le daré una paliza hasta que su cabeza explote!
An Xiaxia estaba nerviosa y apaciguó a la enfurecida Su Xiaomo de inmediato.
—Xiaxia, ¿alguien te intimidó? ¿Qué ocurre? ¿¡Por qué no me dijiste!? —gritó Kang Jian.
An Xiaxia se conmovió cuando vio que sus dos amigos la querían proteger tanto, pero fingió indiferencia cuando dijo:
—Dios, no es nada. Solo fue una nimiedad entre chicas. Ambos pueden calmarse, ¿¡ok!?
Su Xiaomo y Kang Jian intercambiaron miradas y salieron corriendo salvajemente. An Xiaxia se puso de pie de un salto y solo pudo perseguirlos.
Sheng Yize jugaba con su bolígrafo y las esquinas de sus labios se curvaron hacia arriba. Su teléfono vibró una vez y contestó la llamada. La clara voz de An Yibei se escuchó desde el otro lado.
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