Montaña Jialan

A lo largo del camino, los discípulos de la secta exterior estaban apasionados como el fuego, cada uno acercándose a él con una mirada reverencial. Lin Fan lo disfrutó de forma concienzuda. ¿No eran estas personas simplemente adorables?

—¡Hola Tío Marcial! ¡Esta es una fruta Yumei que tu sobrino marcial acaba de coger del árbol! ¡Por favor, disfrútala! —Un discípulo de la secta exterior se precipitó hacia adelante al ver a Lin Fan y le entregó una fruta recién lavada.

—Sí. Gracias, mi querido sobrino marcial —Lin Fan la tomó mientras rebosaba de emoción.

Mientras Lin Fan seguía andando, el discípulo que le entregó a Lin Fan la fruta se quedó en el mismo lugar, saltando de alegría y emoción.

—¡El Tío Marcial Lin me ha sonreído! ¡Y hasta me ha dado las gracias! ¡Este... este es un momento tan emotivo!

Pensando en las impresionantes hazañas del Tío Marcial Lin, no pudo evitar respetar a este hombre.