¡Rememos!

¡Era un árbol parasol! Los ojos de Song Shuhang se iluminaron. ¡El fénix de leyendas seguido descansaría en las ramas de un árbol parasol!

¿Sería posible que el sénior bestia espíritu que iba a ver era un fénix? E incluso, si no era un fénix, debería ser una bestia espíritu del mismo linaje, ¿verdad?

Song Shuhang tenía muchas expectativas; él tenía mucha curiosidad sobre cuan hermosa y maravillosa sería esa bestia divina. Porque, de acuerdo con las leyendas chinas, el fénix era la más hermosa y noble entre las bestias divinas.

A pesar de estar emocionado, Song Shuhang aun así siguió con cuidado los pasos de Jiu Deng, sin atreverse a desviarse de las huellas que dejó atrás.

Después de que se acercaron un poco, Song Shuhang finalmente pudo ver la figura del enorme árbol parasol.