720 El Afecto del Padre y de los Hijos (1° Parte)

—Pensé que era infértil, así que... ¡no tomé ninguna precaución! —Su cara se sonrojó mientras repetía esas palabras.

—No sufres ninguna infertilidad congénita —dijo burlonamente—. Eso no es más que una trampa puesta por mi sobrino.

Al oír sus palabras, la expresión de ella se congeló, y la esquina de sus cejas se movió severamente.

—Está diciendo...

—Que el informe de infertilidad de hace seis años fue falsificado por él. ¡Supongo que no sabías nada de esto!

Sus palabras cayeron como un trueno. Ella lo miró con incredulidad y conmoción en sus ojos.

—Eso es imposible...

—No eres más que un peón para él. ¿Qué infertilidad? Todo es falso.

Ante el silencio, el hombre prosiguió:

—Lamento que sientas tal afecto por él, mientras que él siempre ha estado jugando contigo. Mu Wanrou, qué patética eres.

Ella apretó los puños con fuerza.

Cada palabra que él decía destruía su salud mental.