—Presidente…
—Presidente…
—Salgan.
Gu Jingming soltó a Yu Minmin.
Ella cayó al suelo. Miró hacia Gu Jingming y se arrepintió de sus acciones, especialmente cuando vio la marca roja en el rostro de Gu Jingming.
Pero ella todavía estaba enojada, así que no le importó.
—Me disculpo, presidente. No volveré a aparecer en frente suyo de nuevo. Espero que el agua del río nunca más interfiera con el agua del pozo.
Mientras hablaba, observó a Gu Jingming con remordimiento. Se dio vuelta y se marchó bajo las miradas perplejas de los guardias.
Gu Jingming desplazó la mirada y recobró la compostura.
—Señor, acerca de esto…—dijo Linda desde un costado.
—Vigílenla y comuníquenme si hay alguna novedad —ordenó Gu Jingming al voltearse.
—Sí… Señor.
Linda se retiró rápido luego de ver la marca roja en el rostro de Gu Jingming.
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