Como Lu Xinyi sabía que había un espía en su equipo, para no asustar a la serpiente, ella y Xia Yuhan decidieron no suspender su horario ni sus planes. Si se detuvieran ahora, Sun Qiyan recibiría la noticia; y ella también podría abandonar o cambiar sus planes. De cualquier manera, pondría a Ropa con Estilo en desventaja.
—¿Necesitas ayuda para atrapar al espía? —preguntó Shen Yi, levantó su taza de té y miró a su esposa.
—No hay necesidad de eso —dijo Lu Xinyi y pensó en la mejor manera de hacerlo—. Dado que no estamos seguros de cuánto saben hasta ahora, no podemos saber si hay más de un espía con quien lidiar.
Solo quedaba una semana antes del lanzamiento de su campaña, lo que también significaba que Xia Yuhan debía actuar con rapidez. Ella no era tonta; sabía que su prima no dudaría en arrojar basura a Ropa con Estilo una vez que lanzaran su próxima línea.
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