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Capítulo 32 – El experto misterioso (2)

編輯: Nyoi-Bo Studio

Desde que Jun Qing había sido envenenado, sus piernas no eran capaces de tener sensación alguna, excepto por el ocasional escalofrío del duro invierno. Sin embargo, podía sentir claramente algo ahora, lo cual había extrañado todos estos años. Aunque era dolor, no obstante, ¡era una sensación!

—Padre, ¿dónde está Wu Xie? —Un recuerdo apareció en su mente de forma repentina.

"Tío, ¿confías en mí?"

Cuando Wu Xie le había hecho esa pregunta, no le dedicó demasiada reflexión pero ahora después de todo lo que había ocurrido… Después de que ella le había hecho esa pregunta, le había dado la semilla de loto para que la comiera, luego de lo cual su cuerpo había atravesado cambios muy importantes.

¡Todo era demasiada coincidencia!

Jun Xian había enviado a alguien para que invite a Jun Wu Xie.

Cuando ella entró en la habitación, hubo un débil aroma a hierbas mientras ella llevaba a su pequeño gato negro en un brazo y se acercaba a la cabecera de la cama.

—Tío, ha despertado —como si lo estuviese esperando, no había ni un rastro de sorpresa en su voz.

—Wu Xie, esta vez tu tío de verdad necesitaba agradecerte correctamente —Jun Qing le sonrió cálidamente a su sobrina. Observó que el gato se veía feliz en los brazos de ella. A Jun Wu Xie siempre le habían gustado los animales, pero debido a su impaciencia, cada vez que se acercaba a alguno, estos no podían quedarse quietos y huían. Él incluso había intentado agarrar varios gatos y perros y permitirle tocarlos pero siempre terminaban huyendo así que esta era una vista muy inusual.

—No hay necesidad, esto es mi culpa —dijo ella suavemente mientras acariciaba el pelaje del gato y miraba hacia abajo.

Sus palabras dejaron en shock tanto a padre como a hijo.

—Wu Xie, ¿qué quieres decir? —preguntó Jun Xian con suavidad, temiendo que su tono fuese muy severo y asustase a su nieta.

Jun Wu Xie los observó a ambos con brillo en sus ojos y dijo lentamente:

—De hecho, no hay ningún razón para ocultarles esto. Aquella vez, cuando caí del acantilado, casi todos mis huesos estaban fracturados, de no ser porque el maestro me salvó, estaría muerta.

—¿Maestro?

Jun Wu Xie asintió.

—Él fue quien me salvó y me envió de nuevo al Palacio Lin. Sin embargo, no quiso que otros supieran sobre su existencia, por lo cual me entregó a Wu… hermano. Todo ese tiempo mientras me recuperaba, el maestro vio que yo estaba interesada en aprender medicina y me tomó como su discípula. Aunque no sé sus orígenes, es mi salvador y sé que tiene excelentes habilidades. La razón por la que elegí estudiar medicina no es porque me interesase particularmente sino porque el maestro dijo que teniendo en cuenta que mi condición física era débil y no tenía espíritu contractual, esta era una buena forma de protegerme a mí misma —los observó rápidamente mientras la miraban con seriedad y continuó—. En realidad, esa no era una semilla de loto ordinaria, me fue dada por el maestro y tiene la habilidad de limpiar la médula ósea.

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