Mostrándote un Milagro

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En el Edificio del Dios de la Gula, Xiao Ya se sentó en la parte superior. Ella balanceó sus lindas piernas, sintiéndose un poco aburrida.

Llevaba una túnica larga y el dobladillo de su túnica tocaba el suelo. Siempre que caminaba, era como si estuviera barriendo el piso.

Esta era la túnica larga especial para el Maestro del Valle del Valle de la Gula. Debido a que Xiao Ya era simplemente demasiado joven, solo podía usarlo de esta manera.

Repentinamente…

Un rayo de luz pasó como un relámpago y una pequeña figura apareció instantáneamente fuera del Edificio del Dios de la Gula.

Xiao Ya giró la cabeza para mirar, animándose instantáneamente cuando comenzó a correr emocionada. Sin embargo, después de dos pasos, pisó su larga túnica, lo que la hizo golpear el suelo con un ruido sordo.

A pesar de su caída, a Xiao Ya no le importó en absoluto. Se levantó y se frotó la nariz, luego corrió hacia la ventana para abrirla.