Capítulo 305 – Dar Un Paseo

La voz del joven era resuelta; sus puños estaban apretados y su rostro enrojecido. Débiles rayos de luz irradiaban de su cuerpo.

—Tan terco. ¿Estás seguro de que no te retractarás? ¡En el momento en que vayas a la capital del este, probablemente ya no te enseñaré! —Leylin tenía una expresión juguetona en su rostro—. Un Gran Caballero no es mucho. Probablemente haya una docena entera en la familia de Jenny. Ni siquiera vamos a hablar de los peligros en el camino, que probablemente causen que pierdas la vida. ¿Qué planeas hacer después de que la envíes de vuelta? ¿Ser capitán de algunos guardias de la familia Argus? ¿O tal vez, peor aún, convertirte en mercenario?

¿Has pensado en todo esto?

Preguntó Leylin.

Baelin se había puesto pálido, pero su voz era firme.

—¡Sé todo eso! Pero... pero si no envío a Jenny a casa a salvo, mi corazón nunca estará tranquilo. Lo sé con seguridad...

—¡Bien! Puedes irte, pero nunca regresarás.