Capítulo 43 – ¿Quién es el Número Uno? (Parte 2)

Para entonces, Linley estaba cerca de llegar al pico de los guerreros de segundo rango. Debido a que la fuerza de un guerrero ordinario de primer rango era suficiente para levantar cien libras, un guerrero de segundo rango podía lanzar casualmente objetos de cien libras.

—Tú… Cof… Cof…

Agarrando su garganta, Rand tosió unas cuantas veces, y entonces miró furiosamente a Linley.

—Tú… te atreviste…

—¡Sí! —Yale de repente gritó con fuerza su rostro estaba lleno de emoción.

—Eso se sintió muy bien. ¡Tercer hermano, no esperaba que fueses tan fuerte!

—Ese niño es muy pequeño, pero es muy fuerte…

Todos los magos de quinto y sexto rango estaban asombrados. También había algunos instructores de magos en el hotel, y todos ellos estaban mirando a Linley, sorprendidos.

Un niño que parecía tener tal vez doce o trece años era capaz de levantar casualmente a una persona de 90 libras con una mano.

¡Y ese joven era un mago!

—Oye, Rand, ¿no estabas fanfarroneando sobre quién era el número uno entre los de primer grado? —Yale se mofó.

El rostro de Rand estaba rojo, y su corazón estaba lleno de furia y vergüenza. Mirando a Linley, gritó con ferocidad: —¿Tú no eres un mago? Si tienes las habilidades, compite conmigo usando magia. ¿Qué tipo de comportamiento es ese? Un noble mago usando habilidades de un guerrero inferior.

Rand estaba lleno de furia y humillación. Él justo había ganado el torneo anual de los de primer grado, pero en ese momento, cuando Linley lo tomó por la garganta y lo levantó, él estaba lleno con la terrorífica sensación de que su vida estaba en manos de otro.

—¡Cierto, si tienes las habilidades compite usando magia! ¿No eres un estudiante del Instituto Ernst? —los amigos de Rand de inmediato clamaron en apoyo.

Pero en el fondo los cuatro sentían el terror en sus corazones hacia Linley. La asombrosa muestra de la fuerza de Linley los sorprendió.

—¿Magia?

Reynolds de inmediato comenzó a reír a grandes voces, diciendo con arrogancia: —Rand, ¿de verdad crees que solo porque ganaste el torneo de primer grado, eres el más fuerte entre los de primer grado? En tus sueños. El número uno de primer grado es el tercer hermano de nuestro dormitorio. ¿Tú? Da un paso al costado y huye.

—Tercer hermano, muéstrales un poco de tu poder —Yale también sugirió.

George había sido insultado por Rand, así que ahora él no estaba de buen humor para darle a Rand algo de prestigio.

—Rand, déjame decirte algo. Conoce tus propios límites. Muchos de los expertos en nuestra escuela simplemente no se dignan a participar en el torneo anual. Realmente no creas que eres algo especial.

El rostro de Rand se volvía más y más feo.

—Sabrás la verdad al tener un duelo. Rand, compite contra ellos —clamaban riéndose esos estudiantes de quinto y sexto grado. Ellos veían las peleas de los de primer año como nada más que como diversión.

Rand solo tenía diez años; después de todo, había sido llamado genio desde pequeño.

Incluso en el Instituto Ernst estaba entre los primeros puestos. ¿Cuándo había sufrido tal humillación?

—¿Número uno? —rugió Rand—. Ser el número uno no es algo que simplemente se auto-proclama. Ese título llega a través de muchas competencias. Si tienes la habilidad, entonces ven y ten un duelo conmigo.

Rand estaba muy confiado en su habilidad mágica. Después de todo él había ganado el torneo anual para los de primer grado.

—Oye, ¿por qué el administrador de este hotel no ha llegado a calmar las cosas?

Algunos de los espectadores se sentían sorprendidos y curiosos sobre eso.

De hecho, el administrador del hotel Huadeli estaba de pie a lo lejos, pero no quería interferir, porque reconocía a esos estudiantes.

Además del hecho de que esos eran estudiantes del Instituto Ernst, basándose en sus estatus, él no quería enfurecerlos. Especialmente a… Yale.

—¿El joven maestro Yale está aquí? Ugh. Olvídalo. Puede hacer cuanto desee. Incluso si destruye todo el hotel no es asunto mío.

El administrador del hotel frotó y agitó su cabeza sin poder hacer nada. No se atrevía a ofender al joven maestro Yale.

Y al entrar en el Instituto Ernst, el estatus de Yale entre su familia incluso se incrementó más.

—Bien hablado. El número uno no se autoproclama. Se gana.

Linley también se puso de pie, y con un rostro frío miró Rand.

—Rand, si vamos a enfrascarnos en un duelo mágico, hagámoslo más emocionante. Si tú ganas cuando te vea en el futuro, tendré que tomar el camino largo y evitar cruzar caminos contigo. Si yo gano, tú tendrás que hacer lo mismo.

Rand no pudo evitar mofarse: —¿Llamas a eso emocionante? Cuando el perdedor se encuentre con el ganador, no solo tendrá que tomar el camino largo, también tendrá que darle cien monedas de oro, ¿qué hay sobre eso?

Linley frunció el ceño.

¿Cien monedas de oro?

A él solo le daban cien monedas de oro al año para gastos de manutención. No era tan rico como algunas personas.

—¡Jaja! Rand, ¿solo cien monedas de oro? ¿No estás avergonzado de decir tal número? Qué hay de esto. El perdedor pagará diez mil monedas de oro. ¿Tenemos un trato? —Yale dijo en voz alta.

—¿Diez mil monedas de oro?

Al escuchar esas palabras, muchos estudiantes en el hotel retuvieron la respiración. Diez mil monedas de oro no eran una suma pequeña. Tal vez solo unos cuantos estudiantes en el hotel podían llevar tan casual y calmadamente tan gran cantidad.

—¿Diez mil monedas de oro?

Rand no pudo evitar sentir que su corazón se agitaba.

A pesar de que su clan era grande, el solo recibía trescientas monedas de oro para gastos de manutención cada año, y no gastaba dinero en el hotel Huadeli cada día. Hoy, solo fue a celebrar que él y Rickson se habían convertido en el número uno y el número tres del torneo.

—¿Jaja, no tienes las pelotas? —Yale sacó una tarjeta mágica, ondeándola mientras hablaba.

—Rand, acepta —dijo Rickson—. Nosotros debemos ser capaces de juntar diez mil monedas de oro. Me niego a creer que ese pequeño bribón que salió de algún lugar al azar puede luchar de igual a igual contigo.

Rand y sus tres hermanos se miraron unos a otros.

—¡Bien! ¡Diez mil monedas de oro! —dijo Rand en voz alta, y se mofó hacia Linley—: Vamos. Este lugar es muy pequeño. Iremos a la arena donde el torneo se llevó a cabo. ¡Si tienes el coraje, sígueme!

Después de hablar, Rand arrogantemente dejó el hotel, y sus tres hermanos lo siguieron.

—Vamos.

Los ojos de Yale brillaron.

Reynolds y George también estaban emocionados, y Linley asintió mientras con calma lanzaba una risa.

—¿Alguien quiere darnos diez mil monedas de oro? ¿Cómo podemos rechazarlo?

Linley, Yale, Reynolds y George dejaron el hotel, dirigiéndose directamente hacia la arena.

Todos en el hotel estaban emocionados. Un duelo con diez mil monedas de oro en apuesta era algo raro de ver, incluso para estudiantes de sexto grado. Y, lo que es más, de los duelistas, uno era la persona que ganó el torneo anual para los de primer grado. El otro era un misterioso niño que nadie conocía.

De inmediato muchas personas pagaron sus cuentas y también salieron en dirección a la arena.

...…

El piso de la arena estaba hecho de una piedra caliza extremadamente robusta. Rand y Linley estaban de pie en lados opuestos.

Debajo de la elevada arena de duelos había un gran grupo de personas. Después de todo, esa era la hora de la cena, así que en el camino desde el hotel Huadeli hasta aquí, una persona se convirtió en diez, y diez en cien. En un corto periodo de tiempo, un gran grupo de personas se habían juntado. Ese emocionante duelo con diez mil monedas de oro como apuesta era más que suficiente para atraer a muchos espectadores.

Al ver cuántas personas habían venido y cuan ruidoso se había convertido el lugar, una mirada de confianza apareció en el rostro de Rand.

—Hoy voy a tener un duelo mágico con este niño llamado Linley. El perdedor pagará diez mil monedas de oro y tendrá que evitar al otro en el futuro. Todo el mundo, por favor sean mis testigos —dijo Rand. Él disfrutaba del sentimiento de ser visto por muchos. No sufría de pánico escénico en lo absoluto.

De inmediato, mucho ruido y vítores explotaron desde abajo. Durante el torneo anual, Rand consiguió muchos fanáticos, mientras que, en contraste, muy pocas personas estaban apoyando a Linley.

Pero Linley solo estaba de pie, tranquilo, en el área de duelo.

—¿Has dicho todo lo que tenías que decir? —dijo Linley con calma.

Rand sonrió con arrogancia.

—Comencemos.

Casi simultáneamente, Rand y Linley comenzaron a cantar las palabras para un hechizo. Como ambos eran magos de segundo rango, los hechizos que ellos usaban eran de primer y segundo rango, además de que eran fáciles de lanzar, requiriendo solo una o dos palabras.

—¡Whoosh!

Siete cuchillas de viento afiladas se formaron y se expandieron, cortando directamente hacia Rand.

—¿Mago de segundo rango? —dijeron los experimentados espectadores.

Pero Rand había lanzado un hechizo al mismo tiempo, y cinco bolas de llamas rojas oscuras se dispararon hacia Linley. Sin embargo, las cuchillas de viento fueron mucho más rápidas que las bolas de fuego, y Rand fue forzado a evitarlas con un movimiento bastante penoso. Pero Linley casual y efectivamente esquivaba las bolas de fuego dando pasos al costado. Y, mientras hacía eso, los labios de Linley continuaban moviéndose mientras ejecutaba su segundo hechizo.

Magia de tipo tierra - ¡Temblor de Tierra!

*Rumble…*

Rand sintió cómo la piedra caliza bajo sus pies comenzaba a temblar con violencia. Bajo esas circunstancias, Rand no podía concentrarse lo suficiente para usar algún hechizo.

Inmediatamente después, Linley soltó su tercer hechizo, y cinco puñetazos de piedra color tierra se dispararon hacia él.

Rand ni siquiera podía mantenerse de pie a causa del temblor. Solo esquivó dos de las rocas.

*Thud*

Una roca golpeó el estómago de Rand, haciendo que inmediatamente vomite sangre fresca. Rand rápidamente usó sus brazos para cubrir su pecho. Se escucharon dos golpes más, y Rand fue lanzado directamente fuera del área de duelo, todo su cuerpo cubierto de polvo.

¡Duelo mágico, ganador, Linley!

Linley miró con calma a Rand una vez más. Linley lo tenía todo claro sobre el ataque que había usado. Rand estaría bien con solo un mes de recuperación, a lo mucho. Si él hubiese decidido no tener misericordia, hubiese dirigido las rocas a la cabeza de Rand y lo hubiese acabado.

—Un mago de segundo rango de doble elemento. ¿Tenemos tal experto entre nosotros los de primer grado? —clamó un espectador de primer grado.

Que un mago de segundo rango apareciese entre los de primer grado era un evento raro, y ni hablar de uno de doble elemento, ya que él sería el más fuerte entre ellos.

—Ese niño controló su fuerza mágica con precisión, y los movimientos de su cuerpo eran muy ágiles.

Algunos de los de quinto y sexto grado estaban sorprendidos. En ese momento, cuando estaba enfrentado las bolas de fuego, Linley había sido capaz de esquivarlas mientras continuaba cantando las palabras para un hechizo. Solo por eso uno podía decir cuan ágil era Linley.

—Jaja, Rand, ¿realmente pensaste que eras el número uno? El tercer hermano de nuestro dormitorio, logró pisotearte tan solo usando magia —dijo Yale, y se rio con fuerza.

—Cof, cof.

Ran se puso de pie, agarrando su pecho.

Rand sabía en su corazón que en ese momento Linley había mostrado misericordia.

—Yale, mañana trae a Linley. Iré con ustedes a la sucursal local del Banco Dorado de los Cuatro Imperios para transferir el dinero. Diez mil monedas de oro. Mantendré mi palabra.

Rand dio una larga mirada al distante Linley. Esa derrota a manos de Linley lo había despertado totalmente de la arrogancia de ser un genio.

Incluso si uno era talentoso, si uno no era fuerte, ¡aun sería derrotado por otros!

—¡Linley, gracias! —dijo Rand, inclinándose, causando que Yale y los otros se conmocionasen.

Y entonces, Rand miró a Linley y dijo con resolución: —Llegará un día que te derrotaré.

Y entonces, Rand, aun agarrando su pecho, se fue con la ayuda de sus hermanos, regresando a su propia residencia.

—Linley, eres muy asombroso. ¡Has ganado mucho prestigio para nosotros tus hermanos!

Reynolds de inmediato corrió y abrazó a Linley, que había acabado de bajar de la arena de duelos.

Linley miró a su alrededor.

Muchas personas lo miraban. Muchas de las personas talentosas en el Instituto Ernst ya se habían vuelto bien conocidas. Nadie esperaba que tal individuo apareciese de algún lugar entre los de primer grado y que derrotase fácilmente a Rand, el campeón del torneo.

—Hola Linley, mi nombre es Danni, una maga de tipo agua de primer rango. Gusto en conocerte —de inmediato, una chica de cabello dorado con una alta y delgada figura caminó y dijo a Linley con una sonrisa.

—Hola, mi nombre es Linley —dijo Linley, aunque no tenía el hábito de hablar mucho con extraños—. Lo siento, tengo que ir a entrenar ahora.

Después de hablar, Linley miró expresivamente a sus tres hermanos. Yale y los otros sabían qué estaba ocurriendo, y de inmediato los cuatro hermanos ignoraron a todos a su alrededor y partieron, dejando atrás a la joven señorita Danni, que fruncía el ceño con descontento.