En la sala de creaciones.
Gretel no se unió a la discusión sobre el sello mágico con los otros magos dragones. Se sentó en un rincón del gran salón, con los ojos fijos en un libro que tenía delante. Los magos dragones sentados alrededor de la larga mesa del gran salón parecían estar atrapados en un problema. En medio de sus frustrados gruñidos y suspiros mientras luchaban por resolver el problema en cuestión, el sello mágico grabado en el pergamino ante ellos aún tenía que hacer un progreso notable. Parecía que la construcción del sello mágico no iba bien.
Cuando Link llegó a la entrada, Gretel todavía estaba tan concentrada en su libro que ella no lo notó en la puerta. Ella parecía haber encontrado un obstáculo. Tenía una mano presionada contra su frente, mientras que su manga se había deslizado hacia abajo desde su codo, revelando la prístina piel blanca de su hombro.
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