Capítulo 387: Inevitables ladrones de ojos sangrientos

«¡Esto era muy incómodo!»

Estaba bien si Nana lo veía. Ella era una marioneta mágica que no entendía esto. Link se giró cuidadosamente para mirar a Riel. Afortunadamente, todavía roncaba y estaba profundamente dormido. Mirando a Milda, Link no supo qué decir.

Link era muy abierto de mente sobre el sexo. No le importaba demasiado y solo había actuado íntimamente con Celine, pero no se quedaría monógamo a propósito. No se sintió mal por lo sucedido, simplemente incómodo. Nunca pensó que un sueño erótico se volvería real. Milda debía haber cooperado. De lo contrario, él simplemente la abrazaría y se frotaría un poco. Pero ahora que estaban en este punto, ¿debería detenerse o no?

Si se detuviera, se sentiría un poco triste. Si no…¿qué era todo esto?

Mientras todavía estaba debatiéndose, Milda abrazó fuertemente a Link y le murmuró al oído:

—Termina tu sueño.