Zhang Yang suspiró con pesar.
—Los chicos de segunda generación de una familia rica pueden hacer este tipo de cosas. Tienes todo el futuro planeado para ti. Todo lo que tienes que hacer es seguir el camino y tu vida será tan cómoda como puedas imaginar.
—No estés celoso, tontuelo. Tú también eres un millonario ahora. La primera generación de una familia rica tiene mucho más impacto que la segunda —respondió Nievecilla sin dudar un momento.
Al escuchar la conversación, in instinto irreprimible se apoderó del corazón de Luz Infinita. Con un salto repentino, se puso plano en el suelo, abrazando los pies de Zhang Yang.
—¡Oh, hermano Zhan Yu! Por favor, cuídame.
—¡Largo! Si el pequeño Yang quiere cuidar a alguien, será mejor que sea una chica bonita, como Nievecilla o nuestra hermana Yu. Tú quédate aquí, puedes ser mi súbdito —dijo el Gordo Han, mientras estiraba su gordo brazo para dar unas palmaditas a Luz Infinita.
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