Deja que los cielos castiguen a esa perra (1)

"Lo que pasa seguramente regresa, nunca esperaste que sucediera algo así, ¿verdad?" Preguntó Qin Chu, su mirada pasando por el rostro de Huo Siqian.

"Jaja, tienes razón, pero la buena noticia es que la basura inútil que Huo Siyi se suicidó, o de lo contrario habría tenido que acabar con él yo mismo ... La verdad sea dicha, no pensé que me lastimaría tanto. Aunque me alegro de que Mian esté bien ".

"Mian siempre estará bien, me tiene protegiéndola. No tienes que preocuparte por nada", respondió Qin Chu con frialdad.

Al escuchar esto, Huo Siqian simplemente cambió de tema con una sonrisa. "Escuché que esa perra, Mo Xue'er, vino a buscarte. ¿Qué, planeas enfadarme con ella?"

"¿Crees que trabajaría con ella? No necesito la ayuda de nadie para derrotarte, justamente".

"¿Oh, sí? ¿Debería estar lleno de anticipación?" Huo Siqian se rió con arrogancia.