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El procedimiento del segundo juicio fue similar al del primero. Se volvió a presentar toda la evidencia y el fiscal de la corte le hizo a Qin Chu algunas preguntas importantes para el caso.
Huo Mian miró a Qin Chy con serenidad durante todo el proceso. Sus ojos estaban tan llenos de amor que parecía como si hubiera un solo hombre en el mundo: Qin Chu.
Había tanto aprecio, tanto calor.
—Mian, no te preocupes. Qin Chu estará bien —Zhu Lingling se dio cuenta del comportamiento inusual de Huo Mian, así que colocó su mano sobre la de ella y la apretó con fuerza.
Aquél día, luego de llegar a casa, le envió muchos mensajes de We Chat a Huo Mian, pero ella solo contestaba con oraciones cortas. Después de algunas conversaciones aleatorias de aquí y de allá, le dijo que estaba cansada y se quería ir a dormir. Sin embargo, Zhu Lingling tenía el presentimiento de que algo andaba mal.
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