Huo Siqian sonrió por su inminente éxito al ver a Huo Mian ocultarse en la oficina de Qin Chu. En cuanto ella entrara allí, estaría atrapada sin salida...
Caminó a la oficina del presidente y miró la puerta, que no estaba trabada. Después de dudarlo un poco, se estiró para abrirla.
Cayó una pila de documentos, pero no lo golpearon. Aquella era una técnica que usaban los alumnos de la secundaria para hacerle bromas a otros alumnos o a los profesores. Normalmente, usaban un borrador del pizarrón. Huo Siqian no pensó que Huo Mian usaría un método tan infantil que ni siquiera podía golpearlo. ¿Y qué si lo hacía? Solo eran papeles que no podían herirlo en lo absoluto. Sin dudas Huo Mian era tierna...
Entonces, abrió la puerta y entró con la confianza de que ganaría esa persecución. La victoria era tan sencilla, ni siquiera podía divertirse aún.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者