—Me estaba burlando de ti —dijo Qin Chu dándole unas palmaditas en la cabeza a Huo Mian con adoración.
—Te he echado mucho de menos, no te irás otra vez, ¿verdad?
Huo Mian se sentía increíblemente insegura.
—Sí, ya todo ha sido solucionado.
Qin Chu soltó a Huo Mian, se quitó la chaqueta y luego fue al baño a lavarse las manos.
—¿Cómo están las cosas allá? ¿Encontraste a las personas responsables? —preguntó Huo Mian preocupada.
—La persona responsable del accidente abandonó el país y, como no pudimos encontrarlo, tuvimos que responsabilizarnos personalmente de esto... Pero como no quiero que el incidente sobrecargue la reputación de nuestra empresa, he investigado al fabricante que suministró los materiales y presenté una demanda contra ellos. Nuestro equipo legal ya ha iniciado el proceso legal allí.
Huo Mian asintió y dejó escapar un suspiro de alivio. —¿Qué pasa con la compensación para los familiares de la víctima?
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