Es suficiente

"Instructor número uno, estoy listo", dijo Ling Lan con calma.

"Comienza el transporte. Ya te he transmitido el camino. Ten cuidado", dijo Número Uno en tono serio.

"¡Sí señor!" respondió Ling Lan.

Después de decir eso, Ling Lan cerró los ojos y el objeto negro en su mano comenzó a desmoronarse. La capa exterior negra continuó desmoronándose para revelar un puñado de arena plateada que brillaba a la luz del interior.

Justo cuando la capa exterior negra terminó de desintegrarse, la mano plateada se posó sobre su mano antes de hundirse en su piel.

En el cuerpo de Ling Lan, la arena plateada entró en el torrente sanguíneo de Ling Lan. Comenzó a fluir de su mano a sus pies antes de llegar finalmente a su cabeza.