Uno a uno con el Cloudtiger Espíritu Dorado

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¿Realmente he sido descubierto?

Los ojos de Zhang Xuan se entrecerraron con asombro.

En aquel entonces, su sello espacial le había permitido entrar en los cuarteles de la Tribu Demoníaca del Otro Mundo sin ser notado. ¡Quién hubiera pensado que su carta de triunfo le fallaría aquí!

¿Podría la nariz de la otra parte ser realmente tan efectiva?

Con la duda de que el Cloudtiger Espíritu Dorado estuviera tratando de atraerlo, Zhang Xuan continuó acampando en el lugar tranquilamente.

En respuesta a su tranquilidad, el Cloudtiger Espíritu Dorado se burló fríamente: —Ya que no vas a salir, ¡tendré que sacarte a la fuerza yo mismo entonces!

Con un gruñido, golpeó la garra y envió una oleada de qi de espada en dirección a Zhang Xuan.

Este qi de espada estaba impregnado con la aguda intención del atributo del metal. Rompió un vacío a través del espacio mientras se dirigía hacia Zhang Xuan.