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Transportado a Danmachi

El protagonista es un Otaku hikkimori que empezaba a cambiar su vida para reintegrarse a la sociedad. Sin embargo de repente es transportado al mundo de Danmachi sin razón aparente. ¿Qué decisiones tomará?. ¿Cómo cambiará el destino de todos?. ¿Cómo cambiará su propio destino?.

Welshgales · Tranh châm biếm
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17 Chs

Capítulo 14: Encuentro con Syr Flova.

Al día siguiente.

Al abrir los ojos y ver el techo del sótano de la iglesia, me alegré de que todo esto no fuera un sueño.

Anoche fue el día más feliz de mi vida, tanto que antes de quedarme dormido me sentí un poco aterrado de que nada de esto fuera real.

Volteó a mi lado y veo a una Hestia desnuda abrazándome.

Es real.

Yo estoy aquí.

Hestia está aquí.

Aquí estamos los dos, abrazándonos desnudos, en una cama empapada de nuestros fluidos, después de nuestra noche de pasión y amor.

Una sonrisa se dibuja en mi cara al ver su hermosa cara durmiente.

Desearía estar así para siempre.

Sin embargo, ya han sido dos días sin ir al calabozo, debería volver y obtener más dinero para conseguir un mejor lugar que esta iglesia abandonada.

Me siento en la cama.

—Hestia.

Sacudo el cuerpo de Hestia para despertarla.

Los párpados de Hestia tiemblan y parpadea un par de veces antes abrir completamente sus ojos.

—¿Hm?, ¿Alejandro-kun?.

—Buenos días Hestia.

—Buenos días Alejandro-kun.

Hestia se sienta también y nos damos el beso de los buenos días.

La mirada de Hestia recorre mi cuerpo y se fija en mi miembro viril, inmediatamente su rostro estalla en un increíble sonrojo.

—¡A-A-A-Alejandro-kun!, ¡¿Por qué estás desnudo?!.

Hestia se cubre los ojos con las manos y retrocede velozmente en la cama para sentarse más lejos de mí, pero aún así puedo ver sus ojos mirándome de entre los dedos.

No respondo a su pregunta, en su lugar mi mirada se fija su feminidad, en especial en el espeso líquido blanco que comienza a fluir desde adentro.

—Si te tocas ahí, lo sabrás.

Hestia baja su mirada siguiendo la mía.

—¡Eeeh!, ¡¿Por qué yo también estoy desnuda?!.

De inmediato se lleva los brazos al pecho para cubrir sus enormes tetas.

Me abalanzo sobre Hestia y la derribo sobre la cama, abriendo sus brazos y presionando sus muñecas contra el colchón.

Una sonrisa intrépida surge en mi cara.

—Podría ser que ya olvidaste lo que hicimos anoche… quizás deba darte un recordatorio.

—¡Qué!, ¡¿No fue un sueño?!.

—Claro que no lo fue, míralo por ti misma.

Guio la mano de Hestia a su entrepierna y la hago tocar el fluido viscoso que se derrama desde su interior.

La expresión de Hestia cambia de una avergonzada a una de sorpresa al sentir la consistencia de ese líquido viscoso.

Suelto su muñeca y ella misma se lleva la mano a la cara para confirmar sus sospechas.

Hestia se sorprende por el espeso fluido blanco en su mano, ella extiende y cierra los dedos varias veces viendo eso.

—Así que no fue un sueño... ¡Ah!, Ya recuerdo. ¡Alejandro-kun eres un chico malo!, ¡Dijiste que te detendrías si suplicaba piedad, pero seguiste haciéndolo y no te detuviste hasta que me desmaye!.

—Lo siento, pero tus expresiones eran tan lindas que no pude detenerme.

Me acerco a sus labios y comienzo a besarla.

Ella corresponde a mis beso inmediatamente y pronto se sumerge en ello incluso tomando la iniciativa de usar su lengua.

Al terminar el beso veo a una Hestia con los ojos cerrados tratando de alcanzar mis labios con su pequeña lengua.

Es tan hermosa.

Es por esta clase de expresiones encantadoras que no puedo detenerme.

Mi pene que desde hace tiempo estaba erecto, ahora me exige desesperadamente eyacular.

—Quisiera continuar con lo ayer. Pero sería un desperdicio, tu boca inferior ya está repleta a más no poder... .

Mi mirada se dirigió a su vagina antes de volver a sus labios.

Sostengo el mentón de Hestia, mientras uso mi pulgar para jugar con sus labios.

—Quizás debería darle un poco también a esta linda boca.

Puedo ver surgir la expectativa en los ojos de Hestia al escuchar eso.

Me siento al borde de la cama y Hestia se arrodilla entre mis piernas.

Ella toma mi pene con su pequeña mano, y un cosquilleo se propaga desde mi pene hasta mi espalda.

Esto se siente diferente del sexo.

Que alguien más lo toque es una sensación tan extraña pero al mismo tiempo excitante.

Hestia comienza a mover su mano de arriba a abajo, con una mirada en trance fija en mi pene.

—Es tan grande… algo como esto realmente entró en mí.

Ella continua moviendo su mano, pero parece sentir que no es suficiente. Sujeta mi pene con sus dos manos y comienza a hacerlo más intensamente.

Al ver eso mi pene se pone duro como roca, lo cuál parece motivar a Hestia a hacerlo aún más rápido.

Oh, sí.

Lo sabía, las pequeñas manos de Hestia son perfectas para esto.

Esto es algo que jamás podría experimentar por mi mismo.

Sus manos se siente bien, pero quiero ir más allá.

—Hestia podrías chuparlo un poco.

Hestia no duda y chupa me glande inmediatamente dentro de su boca.

La succión y sus movimientos de lengua son cada vez más agresivos.

Ella me mira, mientras lo hace, analizando mis expresiones y reacciones.

La velocidad a la que aprende esté tipo de cosas es increíble.

La sensación es tan abrumadora, que el placer me sobrepasa y mi eyaculación estalla sin previo aviso.

*Splurt Splurt Splurt Splurt*

Pronto las mejillas de Hestia se hinchan con semen.

No aparto mi ojos de ella.

Se siente tan bien que no puedo evitar hacer un gesto por el placer.

Hestia me da una breve mirada provocativa, antes de comenzar a beber mi semen acumulado en su boca, para finalmente succionar mi glande para extraer a hasta la última gota.

Esto se siente tan rico.

Hestia me esta dando una probada del cielo.

El sexo es lo mejor del mundo, pero el placer de una mamada no se queda para nada atrás.

Hestia sigue lamiendo mi glande hasta que lo deja limpio y reluciente, luego hacer una sonrisa encantadora junto a mi pene.

—¿Te gustó, Alejandro-kun~?.

—Me encantó.

Me pongo de pie y la ayudo a levantarse también.

—Fue maravilloso Hestia, gracias.

Le doy un beso en la mejilla y ella me sonríe una vez más.

Después de vestirnos, me acuesto sobre la cama y Hestia sube sobre mi espalda para actualizar mi <Estado>.

—¿Eh?. Jejejeje, ¡Mira!, ¡Mira!, ¡Alejandro-kun!, ¡Nuestro amor a quedado plasmado en tu espalda!.

Hestia me entrega la hoja de mi <Estado> con una sonrisa brillante y alegre.

<Estado>

Alejandro Garfos <Nvl.1>

• Fuerza: Z 1685  »  Z 1837

• Resistencia: SSS 1429  »  Z 1611

• Destreza: Z 1728  »  Z 1871

• Agilidad: SSS 1446  »  Z 1555

• Magia: SSS 1477  »  Z 1598

Skills:

<Tlakua>: Volverse más fuerte al devorar.

<Regeneración Ex>: Capacidad de regenerarse.

<Amoris et Deae>.

Dejando de lado el incremento de 100 puntos de habilidad para cada estadística por las piedras mágicas, mis estadísticas se incrementaron mucho, sobretodo mi resistencia que aumentó 82.

La excelia acumulada debe ser del día anterior a la cita con Hestia, cuando luche en el calabozo para acostumbrarme a mis estadísticas y terminé llegando al Piso 12 donde mate al minotauro.

Pero sobretodo también debe ser por que casi muero al entrar al calabozo con el falna sellado.

Más abajo veo a lo que se refería Hestia.

La habilidad <Amoris et Deae>.

La habilidad no tiene descripción así que no tengo ni idea de lo que hace.

—Hestia, ¿Sabes que hace está habilidad <Amoris et Deae>?.

Hestia mantiene su sonrisa alegre.

—No, no tengo ni idea. Pero eso no importa, este un registro de nuestro amor y de tus sentimientos por mí. Este es el mejor regalo que me podrías dar. ¡Te amo Alejandro-kun!.

Hestia abalanza sobre mi y me abraza frotando enérgicamente su mejilla contra la mía.

Por mi parte correspondo sus acciones de igual manera.

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Yendo por las calles de Orario rumbo al calabozo.

No me importa que vaya más tarde de lo normal.

Camino alegremente con una sonrisa resplandeciente en mi cara.

Mis pies se sienten tan ligeros y mi cuerpo lleno de energía.

El mundo es tan hermoso.

El aire es tan fresco.

El cielo es tan azul.

El sol es tan cálido y hermoso.

Incluso las flores parecen recién florecidas.

¡Este mundo es maravilloso!.

Creí que solo era un mito, pero el mundo realmente cambia cuando pierdes la virginidad.

Ahora me siento tan vivo.

Me dirijo al puesto de Jagamarukun.

No he desayunado nada, así que creo que un par de Jagamarukun sería buenos.

—Deme dos Jagamarukun, amable señora.

Hago mi pedido con una sonrisa.

—Aquí tienes.

La señora me entrega los Jagamarukun con una sonrisa.

Supongo que es como dicen, la felicidad es contagiosa.

Pagó con una moneda de 100 valis.

—Puede conservar el cambio, gracias.

Me voy con mis dos Jagamarukun normales y sigo mi camino.

Le doy un mordisco al Jagamarukun y el sabor de los condimentos y la sal extiende por mi boca.

Si, así es como debería saber.

Un Jagamarukun es una comida deliciosa, no es un pseudo-postre, mitad comida, mitad golosina.

Son tan buenos que los termino en un par de mordiscos.

Sigo mi camino al calabozo desde el puesto de Jagamarukun, después de todo seria una pérdida de tiempo regresarme para tomar el camino que usualmente uso.

Aunque es un poco raro ir al calabozo por otro camino, es mejor si puedo llegar mas rápido.

Si recuerdo bien, este es el camino solía tomar Bell Cranel para ir al calabozo.

Bell Cranel…

Al final nunca tuve tiempo para conocerlo, éramos tan diferentes.

Corrección. Nunca quise, ni me interesó conocerlo.

Estaba demasiado concentrado en mi mismo y en mis actividades en el calabozo que simplemente lo ignore, al igual que una piedra al lado del camino.

Aunque debo admitir que ahora me alegro un poco de su muerte.

Suena cruel, pero gracias a que no está aquí, no tuve que preocuparme de que alguien nos observará. Y puede disfrutar plenamente de mi tiempo con Hestia.

Siguiendo mi rumbo llego a la calle principal del este.

¿Hm?.

Miro a mi alrededor y veo los diferentes edificios conocidos.

Esta es la calle donde está la Anfitriona de la Fertilidad.

Si, creo que caminaré por el lado opuesto de la calle para evitar pasar cerca de ese bar dónde asecha Freya.

Sigo mi camino y paso de lejos del bar.

—*Suspiro*.

No puedo evitar dar un suspiro de alivio, por haber pasado por ese lugar y no toparme con Freya.

De repente salto con fuerza hacia adelante y giro mi cuerpo en el aire para mirar hacia atrás.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y todos lo vellos de mi cuerpo se erizan.

Mi corazón late como loco.

¡¿Qué diablos fue eso?!.

¿Dónde?, ¿Dónde?.

¡¿Dónde está?!.

¡Alguien o algo me estaba mirando!.

Mis ojos se mueven rápidamente de un lado a otro observando a cada persona en mi rango de visión.

Fue una sensación repugnante, pero también de extremo peligro, era como si una bestia asquerosa se recargara sobre mis hombros y su aliento fétido golpeara mis oídos.

Miro a mis alrededores, pero no puedo distinguir a nadie sospechoso, solo las personas comunes, comerciantes y uno que otro aventurero que se dirige al calabozo igual que yo.

Todas las personas van y vienen en esta concurrida calle principal.

Debido a mi repentina reacción exagerada algunas personas han comenzado a verme raro.

¿Fue mi imaginación?...

¡No!.

¡De ninguna manera!.

¡Definitivamente algo me asecha desde algún lugar que no puedo ver!.

¡No me gusta esto!.

¡Tengo que hacer algo!.

¿Pero que?.

—Este…

Una voz de mujer proviene desde detrás de mí.

Mis ojos se abre enormemente al escuchar esa voz.

¡Esa voz!. No… puede… ser.

Esa mujer llego detrás de mi sin que lo notará. Hasta ahora, esa era una hazaña que solo Aiz Wallenstein había logrado hacer.

Pero lo más inquietante es que mi cerebro ya había registrado a la dueña de esa voz como alguien extremadamente peligrosa a quien evitar a toda costa.

Tomo una respiración profunda para relajar mi rostro y calmar mi corazón, me doy la vuelta para enfrentar a la persona detrás de mí.

Ahí hay una chica hermosa de cabello gris.

Es Freya disfrazada como Syr, vistiendo su atuendo de camarera de bar.

Tomo la iniciativa de hablar.

—¿Sucede algo?.

—Si, se te cayó esto.

Syr me muestra una piedra mágica que sostiene entre su pulgar y dedo índice.

—No es mía.

Niego de inmediato.

Esos trucos no funcionan conmigo, crees que puedes engañarme a mi tan fácilmente.

—¿Eh?, pero yo vi claramente como caía de tu mochila.

Syr hace un gesto lindo y se inclina tratando de mirar la mochila en mi espalda.

—Eso es imposible, yo no traigo…

No… si traigo una piedra mágica.

La piedra mágica del primer goblin que mate en solitario en el calabozo.

Pero eso no puedo ser, mi mochila estaba en perfectas condiciones al salir de la iglesia.

No hay forma de que se me cayera la piedra mágica. ¿O si?.

Muevo mi mochila para revisarla, y encuentro una rasgadura, no, eso no es una rasgadura, esto claramente es un corte.

Hay un corte muy preciso en la parte donde guardaba mi piedra mágica conmemorativa.

No puede ser…

… Alguien se acerco a mi con un arma y corto mi mochila.

¿Acaso hay alguien más como Aiz Wallenstein y Freya que pueden escabullirse detrás de mi con total calma?.

No, no puede haber tanta coincidencia.

Una cosa es que se me acerquen sin que lo note.

Pero otra muy diferente es que puedan hacer un movimiento y no perciba nada.

Dicho de otro modo, eso solo me deja dos opciones.

La primera, la persona que corto mi mochila debe ser muchísimo más rápida que yo... o la segunda, no fue una persona a corta distancia, sino un ataque a distancia súper rápido con algo como un cuchillo arrojadizo o una flecha.

Cualquiera que sea la respuesta, esa persona debe ser alguien que puede matarme, sin que siquiera lo note.

Volteo a ver a Syr una vez más.

Ella me da una linda sonrisa. Como si dijera, yo tenía razón, ¿Verdad?.

—*Suspiro*. Si, tenias razón. Esa piedra mágica es mía.

Extiendo mi mano frente a ella para recibir mi piedra mágica.

Pero Syr no me la entrega, en su lugar comienza a hacer un puchero.

—Muy mal hecho, ni siquiera me das las gracias, eres un chico maleducado… pero podría perdonarte si me dices tu nombre.

La actitud y el comportamiento de esta mujer me dejan mentalmente boquiabierto.

¿Esta es su estrategia de acercamiento?.

A mi parecer, esta actuación la hace parecer el tipo de chica que le gusta jugar con el corazón de los hombres, solo para disfrutar de la atención.

Aunque no quiero seguirle el juego, no creo que haya nada de malo en decirle mi nombre, después de todo, con el poder de la <Familia Freya> ya deben saber casi todo de mí.

—Gracias por ayudarme, me llamo Alejandro Garfos.

Syr hacer una sonrisa grande.

—Eso esta mejor, aquí tienes Alejandro-san. Por cierto, mi nombre es Syr Flova.

—Gracias Syr Flova.

Syr hace una mirada extraña por un segundo, y me entrega la piedra mágica.

Al recibir la piedra mágica accidentalmente nuestras manos se rozan.

—Alejandro-san pareces un aventurero muy experimentado, debes tener mucho tiempo desde que te registraste en el gremio.

—No realmente, de hecho hoy han sido 14 días desde la primera vez que entre al calabozo.

—¿Eso es así?. Entonces debes ser alguien muy talentoso.

¡Qué rayos!.

¿Por qué me da la sensación de la conversación se está volviendo peligrosa?.

Tengo engañarla.

No es tan difícil, solo basta con recordar algunas cosas de mi oscuro pasado.

Cambio mi cara a una de auto-desprecio y lamento, como si fuera alguien apunto de suicidarse.

—No, no soy para nada talentoso… soy basura entre la basura, ni siquiera pude salvar la vida del único otro miembro de mi <Familia>.

Al sentir el cambio en el estado de animo la expresión de Syr se pone incómoda y no sabe que decir.

—¿Eh?, Esto…

Syr hace una sonrisa falsa nada creíble.

—No te rindas, seguro todo será mejor mañana.

Hago deliberadamente mi expresión más oscura y deprimente.

—Si… eso es lo mismo que me digo todas las mañanas, pero nada ha cambiado... Solo estoy desperdiciando el aire que respiro… Soy una máquina cuya única función es transformar la comida en mierda sin ningún beneficio…

La expresión de Syr se vuelve increíblemente incómoda.

—Esto… Alejandro-san...

Mi expresión se vuelve vacía.

—Ya no quiero ser un aventurero… jejeje tal vez pueda colarme en los Pisos Intermedios, estoy seguro de que nadie podrá encontrarme ahí, al fin podré descansar para siempre.

—¡Oyes eso!, Mia mama me esta llamando, me tengo que ir.

Syr se va corriendo sin siquiera decir adiós.

Me mantengo balbuceando tonterías hasta que la veo entrar al bar.

Cierro los ojos por un segundo y me expresión habitual vuelve.

Me doy la vuelta y sigo mi camino al calabozo sin darle importancia a las miradas extrañas de la gente.

Eso fue peligroso.

Al parecer esta interesada en mi por mi talento como aventurero.

No sé de lo que ella puede ser capaz.

Pero definitivamente es muchísimo mas amenazante que Aiz Wallenstein.

Si Freya decide hacer algo, entonces sin importar lo que haga, no podré hacer nada más que resignarme a su voluntad.

Odio está sensación de impotencia.

El problema es que no podré ocultar mi talento por mucho tiempo.

Si quiero poder defenderme de la <Familia Freya> necesito alcanzar el <Nivel 7> lo más rápido que pueda.

Pero si subo de <Nivel> tan rápido, la <Familia Freya> notará mi talento y no me dejaran ni siquiera llegar ni siquiera al <Nivel 4>.

No. Estoy siendo demasiado optimista.

Freya no está perdidamente enamorada de mi hasta el punto de la obsesión, por el contrario parece interesada en mi talento.

Estoy seguro de que no serán tan amable y paciente conmigo, como lo fue con Bell Cranel en la historia.

Si subo al <Nivel 2> en menos de un año, ellos definitivamente vendrán por mí.

¿Qué hago?.

¿Debo convencer a Hestia de que nos vayamos de Orario?.

No, todavía no.

Aún hay otra forma.

Puedo mantener en secreto del gremio mis aumentos de <Nivel>, mientras me fortalezco lo suficiente y busco una forma de evitar el conflicto con la <Familia Freya>.

Está bien.

De hecho, si me tardara unos 5 años en subir de <Nivel>, el gremio solo me consideraría un aventurero promedio, y no sospecharían nada de mí.

Si, puedo hacerlo.

Pero no necesito 5 años, 2 años serán más que suficientes para poder convertirme en el aventurero más fuerte de Orario.