—¿Qué me está pasando? ¿Estoy curado?
Dominique estaba anonadado más allá de toda comprensión cuando sintió su creciente excitación. Su cuerpo respondía sorprendentemente a cada uno de sus toques. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que sintió esta clase de pasión ardiente, solo con Sabrina.
—¡Mierda! ¿Por qué sigo pensando en ella incluso en este momento? —se lamentó Dominique.
Sus profundos pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió la palma de Atenea apretando suavemente su enorme hombría, ahora completamente erecta. En lugar de detenerla, Dominique observó su pene con diversión y curiosidad.
El calor comenzó a acumularse dentro de su cuerpo mientras Atenea acariciaba la gruesa cabeza de su eje, su pulgar recogía el líquido preseminal y lo masajeaba en la carne veteada. —Aah~ —Dominique dejó escapar un gemido suave. Su mente estaba aturdida. Incluso la forma en que lo tocaba le recordaba a Sabrina.
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com