80: No hay descansos.

Los ojos de miedo de la directora me llamaron la atención. No venía cubierto de sangre, pero era extraño. Mientras daba paso tras paso me daba cuenta del ambiente tenso. Con Alexandra tras de mi todos los campeones estaban presentes, también los alumnos destacados y llevaban sus armas y armaduras. No pensé que sería así, pero la mayoría usaba objetos mágicos para el combate serio y además de armaduras con propiedades únicas. Cubriendo mayormente zonas vitales y de un material que parecía un metal muy elástico.

Bajé mi posición preparándome para un combate cuerpo a cuerpo. Besta estaba harto de la magia y esas cosas, por lo que con un simple "yo te cubro" fue que entonces me sentí con adrenalina.

En un instante flechas y hechizos vinieron hacia mi como un fuego preventivo. Tomar y devolver las flechas mientras que con mis manos cubiertas en magia desvíe los hechizos. Fuego, agua, aire, pequeñas esferas de tierra lanzadas con velocidades de proyectiles balísticos. Todo con el objetivo de bloquear mi visión.

Agaché mi postura quedando casi al nivel del suelo para tomar con mis dedos las hojas de dragón. Tirando de las mismas hice que las gemelas se golpeen la una con la otra. Las lancé hacia atrás mía mientras que hice una patada barrido que era esquivada por Charles con un salto y lanzó una estocada que casi corta mi cabeza.

"Cambio"

Su lugar por el mío, levanté mi pierna para bloquear una patada de Viola. Sonreí por unos instantes antes de tener que bloquear un golpe que venía con un color al rojo vivo. Una lanza, un tridente. Intentaban ambos apoyar los ataques de ambas artistas marciales quienes golpeaban en una sincronía increíble. Defenderme, esquivar, defenderme. El único momento en el cual logré observar una grieta en la guardia de la chica con puños de fuego lo aproveché lo mejor que pude. Al intentar golpear su abdomen mientras que se hacía hacia atrás un escudo de una figura gigante bloqueó mi golpe. Sentía mi mano quedar aturdida y ver cómo una nube de vapor color violeta empezaba a levantarse.

Un pequeño impacto se sintió en mi pierna, después en mi mano, mi brazo, cuello. Agujas lanzadas desde una distancia anormal terminaban por golpear en puntos de presión dolorosos.

Sentí mi cuerpo adormecerse y relajarse, esquivaba los ataques posibles.

Golpes de lanza, tridente. Cuando Viola llegó a golpear una vez... Esto empezaba a ser personal, me sentía más lento e incluso como si mis golpes se alejaban un poco cuando estaban por impactar.

"Consum..."

Me dí cuenta de algo... Esto seguro era alguna clase de entrenamiento que me tomaba a mi como objetivo. Por ello me empecé a mover con más fluidez, dejándome llevar por los golpes, centrando mi cuerpo en esquivar más que en aprovechar. Y con ello encontré una apertura en el escudo. Lancé un golpe hacia su pecho que cómo esperaba no impactó.

O eso pensaba en un instante, cuando una fuerte ráfaga de aire salía de mi puño con una fuerza similar a la de mi golpe, alejando a lo que pude distinguir era una minotauro. Al intercambiar lugar con ella me alejé rápido del vapor que cubría todo cómo una cortina.

Al alejarme pude ver qué alguien estaba buscándome con la mirada con mucha más insistencia que los demás. Una harpía de plumaje celeste y blanco como la nieve que lanzaba esas molestas agujas, me agaché un segundo para rodear el combate un poco, con velocidad me lancé hacia ella quien estaba en medio del aire y... 'BUM' Impactar un golpe con fuerza hizo que ella caiga, y otra chica alada fue para empezar a hacer que recupere sus heridas.

Cuando intenté ir por ella un calor increíble se puso contra mí. Un espadón oscuro con un filo brilloso e iluminado... Una chica con cuernos y cola me miraba desafiante. Cuando un pitido se escuchó.

F: "Tiempo, tiempo... Ah~ perdieron."

Una serie de quejas en conjunto se escuchó mientras que ese vapor empezaba a dispersarse y todos se miraban entre sí avergonzados... llevaron unos 30 segundos atacandose entre sí.

F: "¡Alexandra!, es un gusto que hayas vuelto. ¡Gabriel!... Perdón, pero es un entrenamiento, no sabemos qué tan fuerte es el enemigo pero..."

A: "Gabriel... Él gano."

F: "¿E-eh? Qué... ¿qué ganó?"

A: "Él encontró al asesino, a las mujeres y a mí... Él... Él terminó todo esto..."

Un silencio sepulcral fue seguido de unos susurros. Mi ropa estaba llena de agujeros... Por lo menos mis lentes estaban bien, con esa noticia fui hacia la orco, para tomar su mano y llevarla a otro lugar... Todo estaban confundidos, tanto que no les pareció importante mi retirada.

"Por qué..."

A: "Si no lo decía... No nos iban a dejar en paz. Tranquilo... Ahora. Todavía... quieres esa cita... Salida, de... De amigos..."

"Sí... Qué es... ¿Cita?"

A: "Ya, ya te lo explicaré... Quizá hagan una fiesta, eso será bueno de ver."