Pecado 34: Libertad

"¿Dices que ahora tienes un trio de ángeles caídas que son tus subordinadas en tu casa?"

"Si, pero están viviendo en la casa de mis padres biológicos, solo cala (Calawana) está en casa regularmente trabajando como sirvienta, es para reducir la carga en los hombros de mi madre"

"¿Sabes que los altos mandos de los ángeles caídos no se quedaran quietos cuando sepan lo que sucede, verdad?"

"No tienes que preocuparte, envíe a Mitelt al mundo de los ángeles caídos junto a un cuervo para recolectar toda la información posible"

"¿qué sucede con el caído de rango medio?"

"Ah, Raynare está encargada de la seguridad, su trabajo es patrullar la ciudad eliminar cualquier amenaza y debe entrenar sus habilidades para que alcance su tercer par de alas"

"No pasó ni medio año desde que obtuviste conocimiento de los demonios y ángeles caídos, pero ya posees un poder de batalla equiparable a una nobleza demoníaca promedio, solo un ángel caído de rango medio cambia la situación en cuanto a tu poder como individuo es difícil calcularlo sabiendo que te enfrentaste a Diodora Astaroth y pudiste salir con vida"

"Jaque mate"

"Ugh.... ¡¿otra vez?!, ¿cómo es posible que me puedas ganar si solo eres un humano comun y corriente?"

"Bueno cuando pude crear mis primeros clones jugamos muchos juegos de mesa para entrenar la resistencia mental, es decir que en diez días ya se nos podía considerar maestros en todo tipo de juegos de mesa"

"Sigh... bien, esta es mi derrota"

Sona se levantó de su asiento para traer un vaso de gaseosa sabor uva para Haru y una taza de té para ella.

Ya había pasado una semana desde los incidentes ocurridos en la iglesia, Asia ahora tenía el puesto de alfil en la nobleza de Rias y vivía en la casa de los Hyodo específicamente en la habitación que antes era de Haru ya que este último se movió a la última habitación en el final del pasillo.

Desde lo sucedido en la iglesia era común ver a Haru en el consejo estudiantil, para el pelirrojo la compañía de Sona era más fructífera que la de Rías, ya sea por los temas de los que hablaban o por los conocimientos que la pelinegra mostraba.

"¿que vas a hacer ahora que solucionaste tu problema con los caídos?" pregunto Sona curiosa del camino que elegiría Haru desde ahora y para el futuro, cualquiera sea la elección del pelirrojo generaría un cambio en la balanza de las tres facciones y Sona no estaba dispuesta a perder de su vista aquellos cambios.

"Hmmm.... realmente no tengo nada claro aún, es decir quiero obtener mas poder pero no tengo enemigos a los que deba vencer" dijo Haru bebiendo su gaseosa.

Sona se puso a pensar un momento mientras cerraba sus ojos "Supongo que ahora solo entrenas con tus clones y simulas batallas con caído de rango medio, me gustaría que un combate amistoso entre mi nobleza y tus habilidades solo para probar tu poder de primera mano" dijo Sona sonriendo levemente mientras dejaba su taza en la mesa

"No me hagas reir presidenta Sona, solo quieres obtener más información sobre mis habilidades y crear un plan para contrarrestar en caso de que sea tu enemigo" dijo Haru con una sonrisa mientras dejaba el vaso sobre la mesa "Pero no me importa en absoluto, solo dime la hora y el dia, aceptare con gusto tu desafío pero quiero ganar algo en caso de ser el vencedor"

"¿Un premio? ¿que deseas como tu premio?" pregunto Sona entrecerrando sus ojos mientras arreglaba sus anteojos

"No es nada dificil, quiero visitar los territorios de la familia Sitri, me hablaste de muchas cosas en tu territorio, quiero conocerlas de primera mano incluso quiero conocer ese estanque que cambia de colores del que hablaste antes" dijo Haru mirando hacia el techo mientras apuntaba su mano hacia el cielo como si tratara de indicar que se trataba de una fantasía.

"¿qué ganaré yo si te derroto en el combate?" pregunto Sona de forma seria

Haru dejo salir una pequeña risa solo para luego mirar a Sona fijamente "¿Ganar?, no necesitas preocuparte por eso, no sucederá. Claro en el caso de que llegaras a ganar me convertiré en tu vasallo o parte de tu nobleza, incluso puedo firmar un contrato si es necesario" al escuchar las confiadas palabras de Haru, Sona no pudo evitar abrir sus ojos sorprendida y mucho menos evitar sonreír

"Bien, acepto" dijo Sona cruzando sus manos mientras jugaba con la pieza de rey entre sus manos.

El fin del receso para el almuerzo se terminaba y Haru tenía que volver a clases, rápidamente se despidió y salió de la sala del consejo con rumbo hacia la sala de clases.

Al momento de que Haru salió, Tsubaki volvió a entrar con muchos papeles entre sus manos, con su rápida visión pudo ver que Sona tenía en sus manos la pieza de Rey color blanco, mientras en el tablero descansaban dos torres de color negro, un caballo y el rey de color negro.

"Supongo que hoy fue una perdida nuevamente" dijo Tsubaki con una pequeña sonrisa en su rostro mientras dejaba los documentos en el escritorio

"Esto no es el final, también gane 56 veces desde que comenzamos a jugar" dijo Sona defendiendo su racha frente al pelirrojo

"Pero según recuerdo hasta ayer había perdido 144 veces" dijo Tsubaki burlándose de la persona que era su maestra y su dueña "Quizas debería mencionar que usted se casaría con la persona que le ganase un juego de ajedrez"

"Lo mencione, pero solo se burlo diciendo que era la por manera de buscar alguien con quien contraer matrimonio" dijo Sona recordando las carcajadas de Haru y como este escupió toda la bebida de su boca "Nunca más mencionare algo así frente a ese hombre, sus conceptos de la vida son completamente diferentes de los nuestros, para él un matrimonio sólo significa problemas y solo quiere vivir un vida de libertad"

Tsubaki solo pudo escuchar las palabras de Sona atentamente mientras sonre��a levemente "Es bueno saber que su apariencia no es lo único que demuestra libertad, pero ciertamente los polos opuestos suelen terminar atrayendo"

"Esas son solo barbaridades" dijo Sona terminando de beber su té solo para luego tomar el vaso con gaseosa de uva y beber de ella "No es tan horrible como parece..."