Melfitrei, un mundo mágico

Todos estamos tranquilos desayunando en la mesa. Mi padre comiendo cereal, mi madrastra comiendo un sándwich, mi hermanito pequeño tomándose un licuado, y yo estoy comiendo un plátano. Todo estaba tranquilo, hasta que ella llegó.

Recibo un golpe en la cabeza y me trago un gran pedazo de plátano. Me estoy ahogando.

—¡¡Ya es tarde, debemos irnos a la escuela!!

Empiezo a toser hasta que el pedazo del plátano sale de mi garganta.

—¡¡Estás loca!!

Me levanto y la miro a los ojos furioso.

—¡¡Casi me ahogo!!

Me da un golpe en la cabeza y me toma del brazo.

—¡¡No me importa, vámonos!!

—¡¡Déjame tomar mi mochila!!

Tomo mi mochila que estaba en el sillón.

—¡¡Ya nos vamos!!

—¡¡Adiós!!

—¡¡Hasta la tarde!!

Salimos de la casa y la loca me toma del brazo y empieza a correr.

—¡¡Llegaremos tarde!!

—¡¡Puedo correr solo!!

Los dos empezamos a correr juntos.

¿Quién es ella? Verán, ella es mi loca y tonta hermanastra, se llama Diana. Mi padre se casó con su mamá y ahora ellas viven con nosotros. Ella tiene el cabello negro y corto, tiene 16 años igual que yo, es de mi tamaño (1:74) y es el tipo de chica que se enoja fácilmente. Ella se parece demasiado a mí físicamente, pero no tenemos nada que ver. A mí me gusta el silencio y la tranquilidad, a ella le gusta el ruido y estar siempre molestando a alguien. Tiene un gran temperamento y se enoja con facilidad.

Por nuestras diferencias, siempre terminamos peleando.

—¡¡Apresúrate!!

—¡¡Apresúrate tú!!

Veo a una chica hablando con un chico a lo lejos. La chica viste un vestido blanco, usa un gran sombrero blanco y es rubia con el cabello largo.

Me detengo a verla.

—¿Cosplayer? Es muy linda.

Diana me toma de la oreja y empieza a correr.

—¡¡No te quedes parado, Ángel, debemos irnos!!

—¡¡Me duele, no me jales la oreja!!

Quito su mano de mi oreja y la empujo.

—¡¡Me dolió, loca!!

Ella me empieza a ver con una cara furiosa.

—Mierda, cometí un gran error- pienso mientras me alejo de ella.

—Ángel...

Se truena los dedos y la miro con miedo.

—¡¡Lo siento!!

Me voy corriendo.

—¡¡Te mataré!!

Diana me empieza a perseguir.

La chica con el vestido blanco pone una gran sonrisa. La chica tiene las orejas puntiagudas.

—¡¡¿Enserio?!!

—¡¡Claro, acepto, vámonos!!

—¡¡Genial!!

La chica da una palmada y un portal se abre detrás de ella.

—¡¡Vámo...!!

Empujo al chico a un lado.

—¡¡Con permiso!!

—¡¡No huyas!!

—¡¡¿Eh?!!

Choco contra la chica y entro al portal. Está a punto de caer, pero la tomo de la mano y la jalo hacia mí.

—¡¡Lo siento!!

Diana salta sobre nosotros y caemos al suelo. El portal se cierra.

—¡¡Te mataré!!

Me toma del cuello de la camisa y me levanta.

—¡¡Lo siento, no era mi intención empu...!! ¿Eh?

Veo árboles rosas.

—No sabía que había árboles así en nuestra ciudad.

La chica me arrebata de Diana y me empieza a jalonear.

—¡¡Lo arruinaste, idiota!!

—¡¡¿Lo arruiné?!!

Veo que la chica tiene las orejas puntiagudas.

—¿Eh?

Me suelta y caigo al suelo.

—¡¡El portal se cerró!! ¡¡Ya es demasiado tarde!!

Se pone de rodillas y empieza a llorar.

—¡¡Ese chico era perfecto, alto, fuerte, guapo, valiente e inteligente!! ¡¡¿Por qué me pasó esto?!!

Me levanto y veo a mi alrededor, al parecer, estamos en un bosque con árboles rosas.

—¿Qué pasó? ¿En dónde estamos?

Diana observa a su alrededor.

—¿Seguimos en la ciudad? Este lugar no se me hace conocido.

La chica se levanta y nos toma del brazo. Empieza a correr.

—¡¡Nos tendremos que conformar con ustedes!!

—¿Eh?

—¿A qué te refieres?

—¡¡Ustedes serán los nuevos Melfis!!

—¿Eh?

—¿Melfis?

—¿Qué es Melfis?

—¿Y por qué tus orejas son puntiagudas?

—¡¡Melfi es el nombre de la guerrera legendaria, ahora ustedes tienen su poder!! ¡¡Y tengo las orejas puntiagudas por qué soy una Elfa!!

—¡¡¿Eh?!!

—¡¡¿Elfa?!!

Salimos del bosque y veo un pueblo a lo lejos.

—¡¡Bienvenidos al pueblo "Norfes"!!

—D-Diana... Creo que estoy soñando. Dame un gran golpe en la cara para despertar.

—¡¡Con mucho gusto!!

Me da un golpe en la cara y caigo al suelo.

—¿Funcionó?

Me levanto con dificultad.

—C-creo que no... ¡¡¿Qué está pasando?!!

—Tendrán que acompañarme para averiguarlo.

La chica empieza a caminar y se dirige al pueblo.

—Supongo que debemos seguirla.

—Vamos.