Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
—Si el Sr. Lucas no está dispuesto a hacerlo, entonces yo preferiría no... —Yonina no se dejaría avergonzar así. Cuando se dio la vuelta para irse, Winnie la detuvo.
Jake estaba a cierta distancia y con el alboroto de los otros invitados, no pudo escuchar su intercambio. Sin embargo, sí notó que Michael había tocado la mano de Yonina.
Con el puño cerrado, dijo enojado: —¡Cómo puedes pasarlo bien con otra mujer a espaldas de mi mami!
Jake no reconocía a Michael como su padre. Sin embargo, eso no significaba que se quedaría de brazos cruzados mientras Michael se juntaba con otra mujer. A los ojos de Jake, Michael había traicionado a su Mami al hacerlo. No iba a permitir que Michael hiciera lo que quisiera con otra persona.
Con ese pensamiento, Jake se dirigió rápidamente hacia Michael y tiró de su ropa. Mirando hacia arriba con la sonrisa más inocente y adorable que pudo, dijo: —¡Dada, te encontré! ¡Te he estado buscando durante mucho tiempo!
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