A medida que los dracos se acercaban, Karl se dio cuenta de que eran un par de Soberanos con diez Jinetes de Dracos de Rango Ascendido y monturas. Todos estaban al borde de alcanzar el Rango de Comandante, y parecía obvio por qué estaban aquí.
La pregunta que tenía Karl era, ¿cómo lo supieron? Deben haberlo descubierto casi inmediatamente si habían volado todo este camino en Dracos. Su nación no limitaba con la Nación del Dragón Dorado, tuvieron que volar a través de medio continente para llegar aquí.
Entonces, no habían partido esta mañana, eso era seguro.
Aterrizaron en una formación organizada, y los Jinetes Ascendidos permanecieron en sus dracos mientras los dos Soberanos desmontaban.
—Johann, Ahmad —el líder de los Jinetes de Dracos los saludó.
—Kenichi. Estás muy lejos de casa. ¿No crees que los jóvenes son un poco demasiado nuevos para un vuelo tan largo? —respondió Johann.
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