Por favor, déjame admirarte

Ji Cheng y Luo Qianqian dejaron de discutir con Zhou Linna y se volvieron hacia la transmisión en vivo.

Los votos por el cisne negro subieron tan rápidamente que era como un cohete volando hacia el cielo...

—¡Oh, Dios mío, aquí viene la justicia!

A medida que los comentarios instantáneos aumentaban más y más, la situación empezó a revertirse.

[¡El Cisne Negro es tan genial!]

[¡El Cisne Negro es tan poderoso!]

[Voto por el Cisne Negro, porque puedo inclinarme ante la belleza!]

[Maestro, tienes razón, votaremos por el Cisne Negro!]

[¡El Cisne Negro es más genial que el Maestro! ¡Votemos todos por el Cisne Negro!]

....

Zhu Xiaoqin pudo ver que los votos de Gu Weiwei estaban subiendo tan rápido que estaban alcanzando a Zheng Yuan.

La cara de Zhou Linna, maquillada de manera exquisita, se retorció violentamente.

—¿Qué está pasando?! —preguntó.