No te preocupes, nunca lo he seducido.

—¿Que si intento recuperar a Su Heng? Ja...

Shen Fanxing soltó una risotada fría y dijo, —¿Estás diciendo que estoy gastando tiempo, esfuerzo y dinero en complacer a un hombre que no deseo? ¿Cómo es eso diferente a arrojar dinero en un montón de heces? ¡Solo ustedes lo tratan como si fuera muy solicitado!

—Tú…

Lin Feifei estaba tan enojada que sentía que su cuello iba a explotar. —¿A quién llamas heces?

Shen Fanxing la miró y preguntó, —¿Eso es todo el ingenio que tienes?

Los espectadores estallaron en risas. Hasta un tonto podría entenderla.

Avergonzada, Lin Feifei apuntó con el dedo a Shen Fanxing y escupió, —Tú... en realidad dijiste que mi primo es heces... tú...

—Sí, eso es lo que quise decir! También quiero decir que solo los insectos consideran las heces como algo muy codiciado. ¿No lo has notado?

¿Un... insecto? ¿No era eso…

Shen Fanxing sintió un leve dolor de cabeza. Hablar con esta gente loca era una pérdida de tiempo.

Qué infantil.

Sin embargo…