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Capitulo 55 El último logro de caballero (parte 6)

—Perspectiva de Asher Frostblade.

Jadeando, miré a Sebastián, quien estaba bastante herido. No solo él, también Dik y yo estábamos bastante maltrechos, pero la pelea estaba cerca de terminar.

Moviéndome lo más rápido posible, llegué justo frente a Sebastián y llené mi palma de maná, golpeándolo en el abdomen con todas mis fuerzas.

"¡Estallido!"

En ese momento, Dik se me acercó con un brazo muy malherido; ya no podía usarlo para pelear. Aun así, se mantuvo firme. Después de todo, ya tenía las cosas bajo control.

Con esta nueva técnica de pelea, superé con creces a Sebastián, pero eso también resultó en que todo mi cuerpo estuviera muy herido. Los músculos empezaban a dolerme como si se retorcieran lentamente. Era un gran dolor, pero lo soporté. Primero debo terminar con Sebastián.

"Estamos al límite", dijo Dik.

"¿Lo puedes distraer un segundo? Creo que puedo acabarlo si lo golpeo en el corazón", respondí.

Si el maná explota en su corazón, el combate será mi victoria definitiva. Pero Sebastián es tan bueno defendiéndose que me resulta difícil golpearlo. A pesar de estar bastante herido y cerca de morir, aún seguía de pie.

"¡Coff... Jajaja, no lo puedo creer... Coff... Parece que si no uso eso, moriré!"

¿Qué demonios está diciendo este tipo?

En ese momento, Sebastián se levantó con ambos brazos caídos mientras la sangre salía de su boca. Su mirada se posó en mí y en Dik. Sonriendo, Sebastián habló.

"No sé qué demonios estás usando, lo que sea que me estás haciendo, me estás explotando por dentro... Coff... Es molesto".

Sebastián se puso recto, levantó la mirada y miró al cielo nocturno.

"Jajaja... Aunque lo use, moriré, y si no lo uso, moriré... Entonces lo daré todo y me llevaré a uno de ustedes dos".

¿Realmente está tan seguro de que puede vencernos? Dik puede incluso matar a un mago del tercer círculo, y yo me puedo comparar a un mago del tercer círculo. Este tipo aún cree que puede ganarnos. Al principio, Sebastián era un completo monstruo, pero desde que usé esta técnica de palmas con maná que explota dentro de su cuerpo con cada golpe, si no fuera por eso, estaría perdiendo.

Por supuesto, aún me queda la magia. Aún no la uso, pero tengo cinco agujeros de oscuridad que están absorbiendo maná continuamente. Será un gran espectáculo cuando use esa habilidad del agujero de oscuridad.

"¡Coff... Me queda muy poco tiempo... No creí que perdería, pero..." Sin terminar de hablar, algo sucedió.

El maná a su alrededor empezó a entrar en su cuerpo descontroladamente. Lentamente, sus músculos se hincharon, creciendo más y más con cada segundo. Su mirada se volvió blanca; antes, sus ojos oscuros ahora eran completamente blancos. Las venas de todo su cuerpo se hicieron más gruesas y entonces todo su cuerpo exudaba un vapor.

La atmósfera se tensó. Su transformación era un espectáculo aterrador, y cada segundo que pasaba, Sebastián se volvía más y más monstruoso.

En ese momento, Sebastián dijo unas palabras:

"Esto se llama... Explosión de poder."

¿A qué demonios se refiere?

Sin poder pensar, el puño de Sebastián aterrizó en el abdomen de Dik. En un instante, ese tipo apareció a una gran velocidad.

"¡Estallido!"

Dik salió volando y terminó derrumbando unos árboles a su paso. Entonces, la mirada en blanco de Sebastián se fijó en mí. Rechinando los dientes, me cubrí con mis dos brazos, y el puño de Sebastián chocó con mi antebrazo.

"¡Estallido!"

Fui empujado muy lejos, abrí los ojos de par en par, la sangre salió de mi boca, mis brazos sangraron y sentí que los huesos de mi espalda se rompieron por el impacto. Por supuesto, los huesos de mis antebrazos también se sintieron como si se quebraran en pedazos.

Sin poder terminar, Sebastián se impulsó y una lluvia de golpes cayó sobre todo mi cuerpo. Mi rostro se puso pálido y abrí bien los ojos mientras la sangre salpicaba por todas partes.

Abriéndome con mis dos brazos, sentí que no los tenía en ese momento. Los golpes descontrolados de Sebastián siguieron.

Lentamente estaba perdiendo la conciencia, pero me mantuve firme.

Los golpes que llegaban a mi cuerpo como lluvia siguieron por los siguientes segundos.

Entonces, en ese momento, Sebastián fue empujado fuertemente. Dik, usando su pierna, lo pateó tan fuerte que Sebastián llegó a golpear un árbol. En ese momento no me pude mover.

"Maldición... Levántate rápido, ahí viene."

Abrí los ojos, mientras jadeaba y la sangre salía de todas partes. Me levanté con todo lo que pude, los huesos de mis brazos se sentían quebrados, pero si no fuera por la Aura de Oscuridad, realmente estarían en pedazos.

"¡Coff... Mierda...!" Maldición, levanté la mirada.

De hecho, los golpes empezaron a ser más livianos cuando me estaba golpeando descontroladamente. Es como si se estuvieran debilitando lentamente.

"No lo podremos matar," dijo Dik en ese momento.

Él estaba completamente destrozado, pero seguía de pie. Mirando a Sebastián, que estaba en el suelo tras el ataque de Dik, pensé:

"Debo usar los agujeros de oscuridad." Por supuesto, recordé esa habilidad que había ocultado en las sombras al inicio de esta pelea.

"Dik... Intenta distraerlo y evita que se mueva mucho."

"¿Qué quieres decir?"

"Tengo pensado en algo... Coff... pero no debe moverse en un radio de diez metros."

Chasqueando la lengua, Dik asintió.

"Mierda..." Dik maldijo.

En ese momento, la mirada blanca de Sebastián nos miró y rápidamente se abalanzó.

Rápidamente me puse de pie. Dik fue corriendo contra él en ese momento.

[Agujero de Oscuridad]

Entonces, de las sombras, cinco esferas con un brillo blanco de gran tamaño aparecieron justo arriba de donde estaba Sebastián.

Dik, en ese momento, fue golpeado fuertemente y llegó a mi lado.

"¡Estallido!"

Mirándolo en ese momento, Dik cerró los ojos.

"Mierda... Está desmayado."

Bueno, eso no importa, fue tiempo suficiente para que Sebastián estuviera en un radio de diez metros. Entonces, con un gesto de mi dedo, las cinco esferas cayeron encima de Sebastián.

"¡¡Boom!!"

Una gran explosión resonó. Un fuego oscuro con rayos púrpuras se dispersó por todo el lugar. Escombros de tierra saltaron y cayeron por todas partes.

Entonces caí al suelo, muy agotado y extremadamente herido.

"Coff... Supongo que solo quedan los demás..."

Caí justo al lado de Dik. Girando la mirada, vi en dirección a la posada que estaba a varios metros de distancia y fue cuando vi a alguien observando toda la escena, exactamente una niña.

"¿Quién... es?" Fueron mis últimas palabras cuando me desplomé y cerré los ojos. En ese momento, moví el maná al tatuaje en forma de luna.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Clara.

Sujetando la gran hacha del sujeto psicópata con unos tentáculos que salían de una esfera de color verde, Clara estaba muy herida. No solamente ella, también el sujeto del hacha, Pedro.

En ese momento, el suelo burbujeó y el hacha cayó ahí.

"¡Maldita zorra!" Pedro gritó.

Por supuesto, Clara estaba bastante herida, pero luego de ver que Alicia y Asher acababan de terminar, fue un impulso para ella usar lo último que le quedaba.

En ese momento, unas cadenas gruesas aparecieron del suelo, sujetando de ambos brazos a Pedro.

Luego, un golem apareció. El golem corrió en dirección a Pedro, el puño del golem llegó a Pedro y entonces salió volando a una gran distancia.

Sin detenerse, Clara hizo aparecer una tormenta de ácido que alcanzó a Pedro.

"Mierda... Hahahaha," gritó él, ya que la piel de su cuerpo se estaba derritiendo lentamente.

En ese momento, Pedro miró con furia a Clara mientras la carne de su rostro se derretía. Corrió hacia Clara, y con un golpe tan fuerte, Clara no pudo protegerse. La esfera y el golem que antes estaban desaparecieron, al igual que la tormenta de ácido de antes.

Cayendo al suelo, Clara derramó sangre de su boca. Tenía el brazo muy golpeado. Usando un hechizo, el suelo tembló y luego cadenas salieron en ese instante, sujetando a Pedro.

"Maldición..." Él maldijo cuando las cadenas empezaron a estirarle los brazos de cada extremo.

Clara no se detuvo ahí. Unos hilos morados aparecieron de sus manos y se dirigieron hacia los pies de Pedro. En ese momento, con un movimiento de la mano de Clara, ambas piernas de Pedro cayeron al suelo.

Por supuesto, Pedro gritó de agonía por el dolor. Clara, continuando, hizo aparecer una lanza con espinas de color verde desde la tierra. La lanza se movió en dirección a Pedro y entonces...

"Goteo... Goteo..."

La lanza atravesó el pecho de Pedro. En ese momento, la cabeza de Pedro miró hacia el suelo. Fue cuando Clara supo que ya todo terminó.

"¡Coff... Los demás... ya terminaron también!"

Cayendo de espaldas, Clara miró la luna con una sonrisa.

"Logré... avanzar al cuarto círculo..." Con ese pensamiento, Clara levantó la mano hacia el cielo.

Sonriendo no solo por su victoria, también por su avance al cuarto círculo, lo que significa que puede usar hechizos más fuertes que los que tiene actualmente. Es algo muy increíble, pero Clara no lo puede disfrutar en este momento.

Girando la cabeza, ella miró a los demás. Alicia estaba en el suelo, y Dik y Asher también estaban así.

Entonces, una cortina de maná oscuro apareció al lado de Asher. En ese momento, aquel hombre que ella ya había visto apareció justo frente a Asher, con sus ojos púrpuras y su cabello negro. Su rostro, sin ninguna emoción, y su voz resonó.

"Debiste pedirme ayuda... idiota."

Fue lo último que ella escuchó de las palabras del hombre. En ese momento, ella se desmayó, cerrando los ojos.

Finalmente, Clara alcanzó el cuarto círculo. No solo eso, también logró sobrevivir esta noche.

Ella sabía que pronto se despediría de sus compañeros, ya que tenía que regresar a su familia. Había pasado un tiempo desde que no los visitaba, pero aparte de eso... Clara no sabe cuándo volverá a ver a sus compañeros.

Por otra parte, Jessica está en una ciudad donde Alicia pasará junto con Clara, y ese será el último día que se verán.

Entonces, Clara cerró completamente los ojos.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Emilia Merwin.

Emilia no podía creer lo que acababa de suceder.

"Son fuertes," fue su pensamiento.

Emilia quedó sin palabras, sobre todo por ese niño de cabello plateado que ella piensa que es de la realeza. Por supuesto, Emilia mantuvo su mirada fija en ese niño. Su estilo de pelea y todo lo demás eran increíbles, tanto que ella lo admiró.

Admitió que ese niño es más fuerte que ella. Incluso se enfrentó a Sebastián en un combate cercano, y ella sabía bien cómo peleaba Sebastián después de todo, porque Sebastián la secuestró a ella.

Por otro lado, las dos mujeres eran increíbles. Una de ellas mostró un increíble maná que le dio un gran poder y una increíble velocidad, y la otra, usando unos hechizos de maldiciones, también estuvo increíble, pero...

"Ella es muy cruel."

Emilia miró cuando el sujeto fue hecho pedazos con los hechizos de esa mujer. Emilia sabía que a esa mujer no le importaba matar a sus enemigos de cualquier forma.

Por supuesto, es un instinto de supervivencia matar a tus oponentes de todas las formas posibles si quieres vivir, pero ella fue un paso más allá.

Regresando su mirada al niño, Emilia abrió bien los ojos cuando un hombre de cabello negro y ojos púrpuras estaba frente al niño. En ese momento, el hombre habló.

"¿Por qué no me pediste ayuda... idiota?"

En ese momento, el hombre la miró. Ella parpadeó y entonces el hombre desapareció de su vista. Rápidamente, Emilia retrocedió, cayendo de espaldas, y fue cuando unos ojos púrpuras, un rostro sin emociones y una sensación de miedo la invadieron al ver al hombre de antes justo detrás de ella.

"Mmm... Creo que si te dejo aquí, ese idiota se daría cuenta y me molestaría."

Emilia se confundió ante las palabras del hombre.

Entonces, el hombre le tendió la mano.

"Vamos, parece que estabas con esos tres sujetos, ¿verdad? Vamos a otra parte, también debo llevar a esos cuatro de abajo."

El hombre señaló a las dos mujeres y a los dos hombres que estaban en el suelo desmayados.

"No... ¿Me matarás?"

"Por supuesto que no, no soy como esos tipos."

Tragando saliva, Emilia le dio la mano al hombre.

Por supuesto, ella aún no confiaba en él. Ni siquiera sabía quién era, pero al ver que estaba ayudando a todas las personas heridas y las estaba llevando dentro de la posada, entendió que no era malo.

Esa noche fue muy ruidosa. Tres hombres murieron, pero se lo merecían. Las cuatro personas que mataron a esos tres hombres fueron rescatadas por ese hombre que Emilia consideró alguien bueno. Entonces, pasaron dos días...

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