¿Sabes que estás invitando a un lobo a tu guarida?

Después de que Lan Ruoxi entró a la sala de invitados, no se sentó de inmediato en el sofá; en cambio, se paró frente a Xiao Tian y habló  —Joven maestro Xiao, hablemos en un cuarto privado. Esta habitación no es adecuada para que conversemos con libertad.

En ese momento, Lan Ruoxi pensó que Xiao Tian quería discutir algo importante con ella. Por eso quería que cambiasen de habitación, porque temía que alguien pudiera escuchar por casualidad su conversación más tarde.

—Está bien —Xiao Tian también pensó que la sala de espera no era el mejor lugar para hablar.

Después de eso, se dirigieron hacia la habitación privada. El cuarto privado era bastante grande, con muebles lujosos adornando la estancia.

Después de sentarse en el sofá, Lan Ruoxi lo miró y preguntó  —Entonces, ¿qué te trae por aquí?

—Solo quiero decir gracias por ayudarme —Xiao Tian le dio una respuesta sincera.