Pequeña cueva en el bosque (2)

—Hay algunos hombres bestia acercándose hacia aquí.

—¡Alva! —Bai Qingqing soltó un grito sorprendido—. ¿Por qué estás aquí?

Alva sonrió ampliamente al verla. —Te seguí en secreto. He devuelto la aldea a mi padre.

—¡Tú! —Bai Qingqing no pudo molestarse en regañarlo.

Parker no estaba de humor para darle una lección. Caminó fuera de la cueva, sin voltear la cabeza mientras le decía, —Ocúltate más adentro. Cuida de los cachorros y no les dejes correr.

Bai Qingqing pudo sentir las emociones cautelosas de Parker y también empezó a sentirse nerviosa. Asintió rápidamente. —Está bien.

—Miau

En el momento en que Bai Qingqing entró, dos cachorros se colgaron de sus piernas, dejando atrás algunas más rasguños.

—Shh— No hagan ruido. —Bai Qingqing los abrazó. Para asegurarse de que se quedaran quietos, se bajó la ropa para alimentarlos. Para Tercero, que no pudo comer, simplemente lo alimentó con un dedo.