—¿Estás feliz con todo esto? —Feliz.
Era la primera vez que Chelsea Wolfe veía tantos artículos de alta gama, y aunque estaba sorprendida, también estaba tan emocionada que no podía contenerse. Sin preocuparse por los demás presentes, abrazó a Greg Jensen y le besó en la mejilla.
—Está bien, comamos primero. —De acuerdo.
Los dos se dirigieron al comedor, donde siete u ocho platos bellamente preparados llenaban la mesa.
Además, había varios pasteles de desayuno y bocadillos.
No podías llamar a un desayuno así simplemente lujoso; era directamente opulento.
A Greg no le importaba. Había ganado esto con su fuerza, y planeaba obtener un poder aún más formidable, estar en una posición aún más alta y disfrutar del tipo de trato que otros no podían.
Porque, así es como funciona este mundo.
Cuando tienes fuerza, tienes estatus y el derecho de disfrutar de todo.
Después del desayuno, Chelsea regresó a su habitación con su montón de lujos, mientras Greg se dirigía al estudio.
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