—¿Ya terminaste de hablar? —preguntó Jessica Flack con impaciencia.
—Sí —asintió Basil Jaak.
Jessica Flack quería saber los resultados, pero al ver que el ánimo de Basil Jaak no estaba elevado, se tragó sus palabras. Habló suavemente:
—Tengo un par de palillos listos para ti. ¡Ven a comer!
Al ver que Jessica le pasaba un par de palillos limpios, su virtud de esposa perturbó a Fenny Marshall. Originalmente planeaba invitar a Basil Jaak a su casa después de la cena y tratar su herida. Sin embargo, perdió todo su ánimo en ese momento, se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
Aunque la mirada de Jessica siempre estaba enfocada en Basil Jaak, captó la acción de Fenny de reojo. Señalando a Fenny, susurró a Basil Jaak:
—Creo que tu dulce amorcito está celosa y se ha ido corriendo.
—¡Oh! —Basil Jaak levantó la cabeza y miró en la dirección donde se había ido Fenny antes de bajar la cabeza para seguir comiendo.
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