En la tranquila habitación privada, Cen Bai se quedó helado al escuchar las palabras de Xue Xi.
De repente levantó la vista hacia Xue Xi y preguntó sorprendido:
—¿Qué poder especial? Hermana Xi, ¿de qué estás hablando? ¿Por qué no entiendo?
Al ver su reacción, Xue Xi suspiró:
—Hermano Silin una vez me habló de una señal psicológica.
Cen Bai dejó su máscara y preguntó casualmente:
—¿Qué?
—Si una persona miente, subconscientemente dirá unas palabras más para tratar de hacer que la otra parte lo crea. Justo ahora, si realmente no supieras qué es una habilidad especial, ¿qué habría dicho una persona normal? Sin embargo, tú continuamente hiciste tres preguntas e incluso usaste la última frase para explicar que no entendías. Esto significa que eres culpable —explicó Xue Xi.
La voz de Xue Xi era muy calmada e indiferente, pero llevaba una fuerza irrefutable.
Cen Bai quedó atónito.
El tono de Xue Xi se volvió aún más resuelto como si estuviera diciendo una afirmación:
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